Hamza, el argelino detenido por torturar y violar a una mujer en Alicante durante una semanaEl Debate

Hamza, el líder del grupo de argelinos que sometió a Eva a una semana de terror en Alicante

La víctima, de 50 años, fue liberada por la Policía Nacional tras pasar siete días torturada con un soplete y violada en un narcopiso del barrio de Juan XXIII

Siete días de cautiverio, de golpes, de miedo y de dolor. Eva, una mujer alicantina de 50 años, fue rescatada el pasado 8 de noviembre por la Policía Nacional tras pasar una semana secuestrada y torturada por tres hombres de origen argelino en un narcopiso del barrio de Juan XXIII. Cuando los agentes irrumpieron en la vivienda, la encontraron convulsionando en el suelo, con 41 grados de fiebre, el cuerpo cubierto de quemaduras y signos de haber sufrido múltiples agresiones sexuales.

Según confirman a El Debate fuentes cercanas a la investigación policial, uno de los implicados, identificado como Hamza, de nacionalidad argelina y con antecedentes por delitos violentos, era el principal responsable de las torturas. Vecinos del acusado lo describen, en conversación con este periódico, como un individuo extremadamente agresivo, conocido en la zona por su violencia y por haber agredido anteriormente a otras mujeres, aunque algunas de ellas no se atrevieron a denunciar por miedo a sus represalias.

Un engaño que acabó en secuestro

Todo comenzó el 1 de noviembre. Eva acudió a la vivienda acompañada por una conocida, Penélope, que le propuso «conocer a tres amigos». Nada más llegar, le ofrecieron un porro; se sintió mareada y fue al baño. Al salir, su acompañante ya no estaba. En ese momento, según denuncia, Hamza la golpeó en la cara y la arrastró hasta una habitación improvisada con cartones. «Entonces vino él y me pegó un puñetazo en el ojo», ha contado en el programa En boca de todos, presentado por Nacho Abad.

Desde ese instante, comenzó su calvario. Eva ha relatado que la ataron con bridas, le cortaron el pelo con un cuchillo y se lo metieron en la boca mientras la amenazaban con matar a su madre y a su hija si intentaba escapar. «Me empezaron a quemar con un soplete y al día siguiente comenzaron las violaciones», ha explicado. Durante los siete días que permaneció encerrada, fue humillada y agredida continuamente. «Me escupían, me tiraban mocos, no me daban de comer. Pensaba que iba a morir».

Una súplica en secreto

El rescate fue posible gracias al aviso de una joven que acudió acompañada de Penélope. Al verla, Eva le susurró que pidiera ayuda, temiendo que corriera la misma suerte. «Por favor, llama a la Policía, porque te van a hacer lo mismo a ti», le dijo en voz baja. La testigo esperó hasta el día siguiente para alertar a la Policía Nacional, lo que permitió montar un operativo discreto y rápido.

Eva, la alicantina que ha denunciado ser torturada y violada por tres argelinos en un narcopisoCuatro

Cuando los agentes irrumpieron en la vivienda, Eva yacía convulsionando en el suelo, con fiebre alta y graves lesiones. Fue trasladada de urgencia al Hospital Doctor Balmis, donde continúa recuperándose de las quemaduras y los daños internos. «Tengo quemada la mitad del cuerpo y el viernes me tienen que hacer la cirugía», ha relatado la víctima en televisión.

Detenido por otro delito

Fuentes policiales han confirmado que el principal sospechoso, Hamza, había sido detenido la noche anterior por un delito ajeno al secuestro. Tras la declaración de la víctima, los agentes lograron identificarlo y ponerlo a disposición judicial, donde fue enviado a prisión provisional. Otros dos jóvenes, ambos argelinos, fueron arrestados por detención ilegal y se encuentran en prisión. Ambos han asegurado que actuaron bajo amenazas del agresor principal, aunque la investigación continúa abierta para determinar el grado de implicación de cada uno.

Selfie del principal acusado por vejar a Eva en AlicanteEl Debate

Fuentes de El Debate apuntan que el principal detenido podría estar vinculado con otros episodios de extrema violencia contra otras personas en la zona, algunos de los cuales no se denunciaron por miedo a represalias. Los investigadores tratan ahora de determinar si existió colaboración de terceros o si el narcopiso se utilizaba de forma habitual para retener y agredir a mujeres.

Un barrio hundido en la degradación

El suceso ha sacudido al barrio de Juan XXIII, una zona castigada por la pobreza, la delincuencia y la okupación. La madre de la víctima, Mariana, ha denunciado que «aquí no puedes estar hablando con el móvil porque te lo roban» y que el barrio «está lleno de argelinos y marroquíes que se dedican a hacer daño». Los vecinos aseguran vivir con miedo y señalan que la presencia de narcopisos se ha vuelto habitual, en medio de la falta de vigilancia y la inseguridad generalizada.

El entorno donde Eva fue retenida es uno de los puntos calientes del tráfico de drogas en Alicante. La mayoría de las viviendas del bloque están ocupadas, y la intervención policial es constante. Para muchos residentes, el caso de Eva es la prueba de hasta dónde ha llegado la degradación del barrio.

«Pensé que no saldría viva»

Eva ha contado que el último día de cautiverio tenía convulsiones y apenas podía moverse. Escuchó cómo sus agresores planeaban «meterla en un coche y tirarla en un descampado» porque ya no podían seguir maltratándola. A pesar del terror, consiguió pedir ayuda a la joven que entró en el piso y ese gesto le salvó la vida.

Su madre ha exigido que se haga justicia y que los agresores sean expulsados del país. «Quiero que los echen de España. Lo que le han hecho a mi hija no tiene perdón», ha declarado.