Imagen de la vicepresidenta comunitaria Teresa Ribera.

Imagen de la vicepresidenta comunitaria Teresa Ribera.EUROPEAN COMMISSION

Teresa Ribera evidencia un año después la falta de información de la CHJ en las horas más críticas de la dana de Valencia

La actual vicepresidenta de la Comisión Europea y exministra para la Transición Ecológica participa en un acto de los socialistas europeos señalando los principales aspectos que fallaron el fatídico 29 de octubre

Un reconocimiento a medias, un mea culpa velado sabiéndose que la causa judicial va por otro camino. Ha tenido que pasar más de un año para que un miembro del Gobierno de Pedro Sánchez reconozca, al menos de forma enrevesada, qué mecanismos nacionales fallaron aquel 29 de octubre de 2024. Hasta ahora toda responsabilidad política, y judicial, se había cargado sobre la Generalitat Valenciana, especialmente focalizado en Carlos Mazón, pero 380 días después Teresa Ribera, el cargo socialista sobre la que dependían Aemet y la Cuenca Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha señalado qué habría que mejorar para evitar un «episodio extremo» como fue aquella dana de Valencia.

La vicepresidenta de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva casualmente se ha sumado al argumentario que el propio Carlos Mazón ha defendido desde el primer momento para analizar la gestión de la emergencia. Una cosa es una dana, de las diversas que pueden haber al año, y otra es el propio «episodio extremo» que ahora reconoce Teresa Ribera que se dio aquel día sobre la provincia de Valencia. «Pasó una cantidad de agua equivalente a cuatro veces la desembocadura del Ebro», describió la actual dirigente europea.

La exministra para la Transición Ecológica, departamento del que dependen dos organizaciones señaladas como Aemet y la CHJ, participó este miércoles en las jornadas que los socialistas europeos han organizado bajo el título 'Lo que aprendimos de la dana'. Y claro, la actual dirigente europea tuvo que ir modulando el discurso para aportar algún elemento interesante en su parlamento sin abrir la puerta a reconocer abiertamente qué cuestiones fallaron entre las dependientes del Gobierno nacional.

La exministra alertó de que este fenómeno «puede volver a ocurrir», por lo que señaló la necesidad de tener capacidad de reacción «inmediata» y «basada en datos». Justamente el presidente de la CHJ, Miguel Polo, reconoció ante la jueza de la dana que no compartió en el Cecopi los datos en tiempo real que iba marcando el barranco del Poyo. Es decir, que si la información aportada se hubiera basado en los «datos» que ahora reclama Ribera, los dirigentes de la emergencia podrían haber sido conocedores de la situación que se anticipaba al sur de Valencia y no haber dedicados horas y horas a preparar el mensaje para alertar sobre la posible rotura de la presa de Forata.

Lo mismo ocurre con otro elemento que defendió la exministra que no ha pisado la zona cero de la dana en ningún momento. Ribera ha pedido adaptar «capacidades de alerta temprana», una afirmación que contrasta con la defensa a ultranza que se ha hecho con la información dada durante la dana desde el que fuera su Gobierno.

A miles de kilómetros de la zona cero y más de un año después Teresa Ribera señaló dos elementos que aquel día dependían, en cierta manera, de estamentos del Gobierno de Pedro Sánchez, pero todos los órganos estatales participantes en el Cecopi dejaron en manos de la Generalitat Valenciana una gestión imposible de llevar a nivel regional, una catástrofe que nunca se elevó a emergencia nacional.

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