Imagen de archivo de María José Catalá y Juanfran Pérez Llorca con Carlos Mazón.

Imagen de archivo de María José Catalá y Juanfran Pérez Llorca con Carlos Mazón.EFE

Llorca se gana el apoyo de Catalá para ser presidente de la Generalitat Valenciana: «La apuesta es clara»

Gota a gota. Juanfran Pérez Llorca va cuadrando poco a poco las piezas del puzzle que le debe llevar a la presidencia de la Generalitat Valenciana hasta mayo de 2027. A falta de sellar el acuerdo con Vox, el futuro máximo dirigente 'popular' en la Comunidad Valenciana ha buscado ya el acercamiento con un peso fuerte dentro del partido y entre el electorado municipal: María José Catalá. «La apuesta es clara», ha sentenciado la alcaldesa de Valencia tras reunirse con Llorca.

«Hemos hablado de muchos asuntos, pero especialmente sobre mi candidatura», ha desvelado el propio Llorca tras reunirse con Catalá en la mañana de este miércoles. En el encuentro habrán podido comentar tanto el relevo al cargo de la Generalitat Valenciana como el nuevo escenario que se abre a modo interno en el partido una vez se consume la dimisión de Mazón.

Según ha podido saber El Debate, el PP no contempla a día de hoy convocar un congreso regional en la Comunidad Valenciana para determinar el nuevo liderazgo 'popular' tras la etapa de Carlos Mazón, aunque en Génova ya manejan un plan de ruta para el próximo año y medio y su estrategia electoral de cara a las elecciones de mayo de 2027.

Llorca ha reconocido contar «con el respaldo, el apoyo y el cariño de la alcaldesa», a lo que Catalá ha respondido que «he sido la primera persona en firmar su candidatura» y ha querido zanjar el tema con un rotundo «la apuesta es clara».

El encuentro tiene la citada lectura interna, pero también es un paso más en la candidatura de Llorca, a la que le falta cerrar el apoyo de Vox. Al respecto, el por ahora alcalde de Finestrat ha pedido «ser prudentes» y ha instado a «medir los tiempos».

Este miércoles se formalizará su candidatura y el jueves se agendará el pleno en el que se votará la presidencia de un Llorca que llegaría al Palau sin grandes cambios en el Ejecutivo.

Vox se quiso desmarcar de los pasos adelante de Llorca recordando que forman parte del devenir establecido por la normativa y no que responsan a que el acuerdo entre ambas formaciones esté más o menos cerca.

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