La secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, en el acto 'Volem votar'
Morant vuelca su agenda en la Comunidad Valenciana y deja sin visitar cinco autonomías en 2025
La ministra de Ciencia dedica 90 actos a su territorio mientras descuida funciones nacionales y afronta el aumento de presión por el caso CNIO
A las puertas del cierre de 2025, la actividad institucional de Diana Morant presenta un desequilibrio que resulta llamativa. La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, designada candidata del PSPV-PSOE a la Generalitat Valenciana y todavía poco conocida entre el electorado de su comunidad, ha orientado la mayor parte de su agenda a reforzar su perfil territorial en su feudo político, incluso a costa de dejar sin atención cinco autonomías en todo el año.
Los registros oficiales publicados por Moncloa muestran que Morant no ha visitado ni un solo día Baleares, Galicia, Navarra, La Rioja o el País Vasco durante 2025. Castilla y León, una comunidad con un peso notable en el sistema universitario, la ha recibido únicamente en dos ocasiones. Mientras tanto, ha pasado 65 días en la Comunidad Valenciana y ha protagonizado 90 actos públicos de naturaleza variada, desde agendas institucionales a entrevistas, festividades locales o encuentros con alcaldes socialistas.
Críticas por la gestión del Ministerio
Este patrón se ha instalado desde su nombramiento como sustituta de Ximo Puig al frente de los socialistas valencianos. A esta situación se suma la gestión del caso CNIO, cuyas denuncias internas llegaron por escrito al departamento y quedaron sin respuesta. La ministra afirmó no tener constancia de esas comunicaciones, pese a que figuran registradas, y los trabajadores que las remitieron fueron despedidos. La Fiscalía Anticorrupción investiga ahora un presunto desfalco que podría superar los 23 millones de euros.
Morant ha sido además objeto de reproches por ausentarse de un Consejo de Ministros para asistir a una manifestación frente a las Cortes Valencianas. La oposición sostiene que está utilizando el cargo para reforzar su proyección autonómica. Su agenda, repleta de actos sin relación directa con Ciencia, acentúa esa percepción.
Un escenario político adverso
El tablero en la Comunidad Valenciana tampoco juega a su favor. Las encuestas sitúan al PP al frente, con Vox en ascenso. El portavoz de este último en las Cortes, José María Llanos, lo dejó claro: «No podemos consentir bajo ningún concepto un Gobierno de izquierdas». Los estudios demoscópicos actuales sitúan al PSPV-PSOE en torno a los treinta diputados, lejos de los cincuenta necesarios para una mayoría alternativa.
Foto de archivo de Diana Morant y José Muñoz antes de un acto del PSPV-PSOE
Morant intenta movilizar a su partido con discursos que insisten en la capacidad del PSOE para «hacer una Generalitat como es el pueblo valenciano: solidaria, inclusiva, plural, educada y educadora, pero también feminista y defensora de la memoria democrática y del valenciano». También ha acusado a la derecha de «corrupción, privatización de los servicios públicos y deterioramiento de los valores democráticos».
A ese mensaje se suma una paradoja incómoda para la propia dirigente socialista. En las elecciones generales de 2023 encabezó la lista del PSOE por Valencia con José Luis Ábalos como número dos. Año y medio después, el que fuera ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y secretario de Organización del partido está encarcelado y acorralado por varias causas judiciales. La situación judicial de su ex número dos no ha frenado a Morant a la hora de acusar a la derecha de «corrupción» y de reivindicar «la alternativa socialdemócrata barrio a barrio y junto a la sociedad valenciana».
Horizonte electoral fijo y poco margen
La investidura de Juanfran Pérez Llorca ha cerrado la puerta a un adelanto electoral que la candidata socialista reclamaba insistentemente. Con la legislatura estabilizada, a Morant le esperan dos años para intentar ganar notoriedad en su comunidad y, a la vez, recuperar credibilidad como gestora estatal. Un equilibrio complejo para una ministra cuya presencia fuera de la Comunidad Valenciana sigue siendo mínima y cuya proyección electoral, por ahora, no despega.