El cura que también era enfermero se jubila tras 22 años: «Deja el listón muy alto»

Sacerdote y enfermero a la vez. Del «bautizó a mis sobrinos» a «deja el listó muy alto». Una jubilación siempre genera un movimiento de reconocimiento a la labor que se ha desempeñado durante años y años, pero es que en el caso de José Catalá Morant se suma que sus dos dedicaciones han sido de destacada vocación de servir al prójimo: sacerdote en la Barraca d'Aigües Vives y en Cogullada, según consta en el censo de parroquias del Arzobispado de Valencia a fecha mayo de 2025, y enfermero en centros de salud como los de Alberic, Cullera, Carcaixent y Benimuslem.

José Catalá Morant se jubila en su labor de enfermero, según anunciaban a través de las redes sociales desde el Departamento de Salud de La Ribera. En su publicación se ha generado una ola de agradecimientos a su trabajo sanitario en la que se pueden encontrar tanto compañeros como pacientes. «Deja el listón muy alto», comenta una vecina de Alberic, por ejemplo.

Según indican desde el Departamento, José Catalá ha ejercido de «enfermero de Atención Primaria desde 2003». Ahora llega el momento de cerrar esta etapa laboral, no sin antes recoger los frutos de su dedicación personal.

«Además de su vocación sanitaria, José es sacerdote, misión que ha compaginado con su profesión de enfermero durante todos estos años», explican desde Sanidad.

«A partir de ahora continuará dedicándose plenamente a su labor sacerdotal, siguiendo el camino con dedicación y vocación. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa», comentan desde el departamento sanitario.

La reacción de pacientes y compañeros no se ha hecho esperar. «Has sido un profesional de pies a cabeza y ahora te toca disfrutar», comenta una vecina, mientras que otro señala que «echaremos en falta tu entrega y el humor tan abierto y cordial que te caracteriza».

Pero José no se jubila del todo, de su doble vida sacerdote-enfermero prosigue el la labor sacerdotal que desarrolla en dos iglesias muy particulares, en lugares pequeños y especiales, como si Dios le hubiera encomendado la misión de proteger a los vecinos y seguir el camino de Jesús entre el silencio. Según los datos del Arzobipado, Jesús está asignado a dos parroquias: en la pedanía Cogullada de Carcaixent y en La Barraca d'Aigües Vives.