El primer portahidroaviones de la Armada española a plena carga

El primer portahidroaviones de la Armada española a plena cargaMinisterio de Defensa

Armada Española

'Dédalo', el primer portahidroaviones de la Armada española que da nombre a las mayores maniobras navales

Se trata del primer portaaeronaves de la Armada española y fue el resultado de la compensación de Alemania por los bombardeos durante la I Guerra Mundial

Son las maniobras militares de la Armada española más importante que se realiza en el Mediterráneo. El Grupo Anfibio Aeronaval 'Dédalo-23' está concluyendo las prácticas de este año. Está compuesto por el portaaviones L-61 Juan Carlos I y los buques anfibios Castilla y Galicia, la fragata Blas de Lezo y el submarino Tramontana, así como diversos medios aéreos de la Flotilla de Aeronaves de la Armada –helicópteros SH60F y SH60B y aviones Harrier AV8B– y un destacamento de helicópteros Tigre y Chinook de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra.
Pero, ¿de dónde viene ese nombre? ¿Qué fue el 'Dédalo'? Con este nombre se bautizó el primer portaaeronaves de la Armada española y que sirvió a España entre 1922 y 1940 y que por sus años de servicio se utilizó para el transporte de hidroaviones. En sus orígenes fue un vapor alemán que fue entregado a España en compensación por las pérdidas registradas en la Marina Mercante española por el bombardeo de los submarinos alemanes durante la I Guerra Mundial.
El Dédalo en alta mar

El Dédalo en alta marMinisterio de Defensa

Aviones, globos y dirigibles

Pero este barco de vapor fue remodelado para acoger hidroaviones a partir de 1922. Y no solo pudo acoger a este tipo de aeronaves, 12 en su cubierta y otros 20 en sus bodegas, siempre que tengan las alas plegadas, sino que podía transportar dos globos de observación A.P. (Avorio Prassone) de 1100 m³ que podían ser amarrados a la amura de babor, y dos dirigibles S.C.A. de fabricación italiana semirrígidos de 1500 m³ y 39,3 m de longitud (uno operativo y otro en reserva). El buque llevaba en su proa un poste de amarre para los dirigibles y cabía la posibilidad de navegar con uno amarrado al poste y otro preparado abajo y hangar a cielo abierto a proa; unas baterías de botellas de gas hidrógeno y una pequeña fábrica de producción aseguraban en forma suficiente el aprovisionamiento de los globos.
La prueba del aterrizaje y despegue del autogiro de Juan de la Cierva, en 1934, se considera el inicio de los helipuertos

La prueba del aterrizaje y despegue del autogiro de Juan de la Cierva, en 1934Ministerio de Defensa

Era tal la capacidad de este barco que fue utilizado por Juan de la Cierva, inventor del autogiro, para probar lo que podría considerarse el primer helipuerto de la historia naval ya que el 7 de marzo de 1934 realizó con éxito la prueba de aterrizaje y despegue del autogiro C.30 sobre una zona marcada en la cubierta del buque durante una estancia en Valencia.
Unos años después, fue ya apartado hasta el puerto de Sagunto, donde pasó la Guerra Civil hasta que, a su conclusión, fue desguazado.
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