El patrullero Atalaya P-74 de la Armada española, durante una reciente misión de vigilancia en las islas Chafarinas

El patrullero Atalaya P-74 de la Armada española, durante una reciente misión de vigilancia en las islas ChafarinasArmada Española

El Ejército vigila por mar y aire el gran riesgo para España: un ataque ruso a los cables submarinos

El Departamento de Seguridad Nacional alerta del gran apagón que supondría un ataque a estas infraestructuras que conducen el 95 % de la información digital

La prensa europea alertó este jueves del riesgo de que el Reino Unido sufra un ataque ruso a los cables submarinos que conectan este país tanto con el continente como con América.
Y no les falta razón. El Departamento de Seguridad Nacional alertó el lunes en el informe anual del «incremento de las amenazas híbridas y el cada vez mayor riesgo de ataques a infraestructuras marítimas críticas, como los cables submarinos y los gaseoductos».
Basta con saber que «por los cables submarinos de telecomunicaciones transita más del 95 % de la información digital mundial» para hacerse una idea de lo que supondría un ataque a este tipo de infraestructuras «por donde se canalizan las diferentes redes de telecomunicaciones, vitales en el sistema económico nacional e internacional», según el DSN.

«Necesita mejoras»

El Parlamento Europeo señalaba en un informe de junio de 2022 que «la vulnerabilidad de las infraestructuras marítimas está recibiendo más atención debido a la actividad naval rusa desde 2014». Pero, al mismo tiempo alertaba de que «la gobernanza europea de la protección y la resiliencia de los cables sigue rezagada y necesita mejoras».
Por este motivo, el cableado submarino que rodea España precisamente por su situación geoestratégica de conexión entre Europa tanto con África como con América, es una de las infraestructuras críticas más vigiladas por el Ejército español.
Nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya las mantenían bajo control a raíz del establecimiento del nivel 4 de Alerta Antiterrorista en junio de 2015. Pero ahora el Ejército español también realiza esta labor de vigilancia. Por mar, dentro de nuestro espacio marítimo son los patrulleros de altura los encargados de vigilar qué buques circulan por las inmediaciones de los cables submarinos.
Pero también se vigila el mar desde el aire a través de las siete escuadrillas aéreas con que cuenta la Armada. Son cuatro de helicópteros, dos de aviones y una de drones que vuelan incluso de noche, como explica la Armada en este mensaje.
Esta vigilancia da resultados, como demuestra el seguimiento que se realizó el pasado mes de enero a la fragata rusa Almirante Gorshkov.
Pero no solo se vigilan los barcos militares rusos. De hecho, estos barcos no son los que vigilan o tratan de visionar el cableado submarino. Tal y como ocurre en el Mar del Norte, lo más habitual es que sean barcos espía camuflados en pequeños pesqueros o barcos de investigación científica que, en realidad no se dedican a vigilar el medio ambiente marino.
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