Nervios, emoción y banderas de España: así se vivió el hito del SpainSat NG I en el Centro de Control de Satélites

El satélite de comunicaciones seguras SpainSat NG I, lanzado con éxito por un cohete Falcon 9 de Space X desde Cabo Cañaveral (Florida)
Hisdesat

Fuerzas Armadas  Nervios, emoción y banderas de España: así se vivió el hito del SpainSat NG I en el Centro de Control de Satélites

Medianoche gélida en Madrid. Unos minutos después de atravesar un fantasmal Hoyo de Manzanares, los faros del coche iluminan la silueta de un militar, que anuncia la llegada a la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra. Apenas un par de kilómetros más allá asoma entre las sombras de la carretera el control de acceso al flamante Centro de Control de Satélites. Una vez superado, se entra a un singular edificio teñido por una luz azul. Está construido en dos niveles rehundidos en el terreno, y parece engullido por el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Entre las copas de los árboles se alza una imponente antena que apunta hacia las estrellas de un cielo cortado por algunas nubes.

En estas instalaciones estamos a punto de presenciar un hito histórico para la industria espacial española. El SpainSat NG I, el satélite más avanzado de comunicaciones seguras de Europa, va a ser lanzado por un cohete Falcon 9 de SpaceX desde Cabo Cañaveral (Florida) a las 2.34 horas AM del 30 de enero (horario peninsular). Una nutrida representación de las Fuerzas Armadas y la industria militar —encabezada por la Secretaria de Estado Directora del CNI, Esperanza Casteleiro—, se da cita en estas modernas instalaciones.

La Secretaria de Estado Directora del CNI, Esperanza Casteleiro, presidió el seguimiento del despegue en el centro de Control de Satélites

La Secretaria de Estado Directora del CNI, Esperanza Casteleiro, presidió el seguimiento del despegue en el centro de Control de SatélitesHisdesat

Las banderas de España y la UE presiden el escenario del auditorio dispuesto para una ocasión histórica. Una gran pantalla conecta con Cabo Cañaveral para retransmitir en directo el evento. Allí se encuentra una delegación española, presidida por la Secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce; el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, Francisco Braco; y el Jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro, entre otras autoridades civiles y militares.

Tras las explicaciones iniciales, la señal de SpaceX muestra el gigantesco lanzador Falcón 9, que tiene una altura de 70 metros. Las dimensiones son espectaculares: con sus 550 toneladas de peso, ha protagonizado ya 427 lanzamientos. De repente, se hace el silencio. «Ten, nine, eight...». Los presentes se unen a la cuenta atrás. «...three, two, one...». Una bola de fuego inunda el complejo 39A del Kennedy Space Center y el cohete toma altura. Poco a poco irá girando paulatinamente hacia el este, hacia el océano Atlántico. En la primera fase, que dura 2 minutos y 40 segundos, se encienden los 9 motores y el cohete alcanza los 70 kilómetros de altura, a una velocidad de unos 8.000 kilómetros por hora.

El cohete Falcon 9 en cabo Cañaveral, Florida (EE.UU.), a 17 segundos de su despegue

El cohete Falcon 9 en cabo Cañaveral, Florida (EE.UU.), a 17 segundos de su despegueEfe

El satélite SpainSat NG I de Hisdesat se ha puesto en órbita con éxito

El satélite SpainSat NG I de Hisdesat se ha puesto en órbita con éxitoHisdesat

Mientras las imágenes se suceden en la pantalla de la sala, muchas manos se alzan con móviles para grabar unos momentos únicos. El primer encendido de la segunda etapa dura 5 minutos y 16 segundos. En esta fase se abre y se desprende la cofia, que da protección al satélite. El cohete alcanza los 170 kilómetros de altura, y viaja ya a unos 27.000 kilómetros por hora.

A partir de este momento, cohete y satélite inician una fase de deriva, sin empuje ni encendido de motor. Esta es una fase larga, de unos 18 minutos, en la que atraviesan el océano Atlántico. Durante esta etapa no se recibe ninguna imagen, porque no hay estaciones de cobertura que reciben la señal de las cámaras a bordo. Los testigos de esta hazaña en el madrileño Centro de Control se levantan de sus asientos y se forman algunos grupos que charlan animadamente a la espera de noticias. Por un lado, el ambiente se relaja. Por el otro, la falta de noticias del cohete se hace eterna a medida que pasan los minutos.

A medida que pasa el tiempo, en el auditorio del Centro de Control de Satélites se respira una mezcla de emoción y tensión contenida. Son años de trabajo, esfuerzo y dedicación de un equipo comprometido y altamente cualificado. Aunque hasta el último detalle ha sido comprobado minuciosamente, lo cierto es que está en juego la imagen de España y su entrada en un selecto grupo de potencias como EE. UU., Reino Unido, Francia e Italia, para ofrecer comunicaciones satelitales blindadas.

Dos azafatas reparten banderines de España y de Hisdesat, aventurando un éxito para el que aún quedan unos largos minutos. Este lanzamiento representa el hito más importante de la industria espacial española en la historia, tal y como destaca Hisdesat: nunca se había puesto un satélite en órbita de esta envergadura (más de 6 toneladas y 7,3 metros de altura) y de esta complejidad; está a la cabeza desde el punto de vista tecnológico, además de ser el que cuenta con mayor participación de empresas españolas (45%), y en el que ha colaborado prácticamente todo el sector espacial nacional.

Una sonora exclamación devuelve a todo el mundo precipitadamente a sus sitios. La imagen ha regresado. Nos encontramos en unos momentos decisivos. Al finalizar la fase de deriva, tiene lugar un nuevo encendido del motor, pero esta vez solo durante un minuto y diez segundos. Este último encendido permite acelerar al máximo el satélite hasta los 35.000 kilómetros por hora y alcanzar definitivamente la órbita de transferencia.

El lanzador ha dejado al SpainSat NG I en la órbita GTO, a unos 4.000 kilómetros de la tierra

El lanzador ha dejado al SpainSat NG I en la órbita GTO, a unos 4.000 kilómetros de la tierraHisdesat

Tras el apagado final de este motor, pasan unos cuatro minutos. Muchos contienen el aliento. Aumenta la tensión ante la silenciosa imagen fija del satélite adosado al cohete. Por fin, tiene lugar la ansiada separación. El satélite se desprende del cohete y lentamente se va perdiendo en lo profundo del espacio. El lanzador ha dejado al SpainSat NG I en la órbita GTO, a unos 4.000 kilómetros de la tierra, y ahora debe emprender su rumbo hacia su posición geoestacionaria (meridiano 29 este), a 36.000 km de Tierra. Un viaje en el que invertirá entre 5 y 6 meses, con la ayuda de los equipos técnicos de Airbus e Hisdesat. La alegría estalla en la sala, las banderas de España ondean y los aplausos se convierten en los protagonistas. Ha sido un éxito.

Banderas de ESpaña, aplausos y alegría tras el éxito del lanzamiento del SpainSat NG I de Hisdesat

Banderas de ESpaña, aplausos y alegría tras el éxito del lanzamiento del SpainSat NG I de HisdesatHisdesat

El SpainSat NG I se complementará con su gemelo, el SpainSat NG II, cuyo lanzamiento está previsto para otoño de este mismo año. En la primavera de 2026, ambos satélites operarán juntos y darán servicio a dos terceras partes de la Tierra, desde Estados Unidos hasta Singapur. Las divisiones de Airbus Defence & Space y Thales Alenia Space han liderado el proceso de ejecución y construcción de los satélites, a los que se han sumado las principales firmas españolas del sector espacio.

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