Armada española  La fragata F-110 supera un nuevo hito al exponer su motor eléctrico a una dura prueba de choque

Uno de los programas claves de la Armada española es el de las futuras fragatas F-110 que construye Navantia. Se trata de cinco modernos buques de escolta con capacidades antiaéreas, antisuperficie y antisubmarinas, que ampliarán notablemente la capacidad defensiva de España en el mar. El programa avanza con la construcción de la primera de las fragatas, la F-111, que estrenará la denominada clase Bonifaz. El coste total de la construcción de los buques se estima en 4.325 millones de euros. En el programa trabajan 500 empresas de toda España, con un impacto de hasta 9.000 empleos, incluyendo los puestos de trabajo inducidos por la actividad económica generada.

El pasado 28 de noviembre la F-110 logró un nuevo hito, ya que fueron completadas con éxito las pruebas de choque en barcaza del motor eléctrico y convertidor de frecuencia de la propulsión de la fragata. Navantia ha informado de que las pruebas fueron realizadas en la barcaza «Shock Test Vehicle STV02» que la empresa Thornton Tomasetti Defence Ltd (TTDL) utiliza para este tipo de pruebas de choque en las instalaciones de Limehillock (Escocia).

Este tipo de pruebas son muy exigentes y suponen un verdadero examen de los equipos del buque en condiciones externas muy adversas. El motor, en este caso, tiene que probar su capacidad de supervivencia en combate. Su proveedor Ingeteam es responsable del diseño y fabricación de equipamiento eléctrico de propulsión naval, tanto convertidor de frecuencia como motor eléctrico.

Tras las pruebas de choque completadas en el mes de octubre para el diésel generador, el cuadro eléctrico principal y la purificadora de combustible, estas pruebas completan todas las previstas a realizar en barcaza para el sistema propulsivo del Programa F-110.

El equipo de trabajo incluyó representantes de Navantia y TTDL, así como de Ingeteam, fabricante de los equipos probados. También estuvieron presentes representantes de Defensa, de la Oficina del Programa F-110 de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y de la empresa norteamericana Element, que actúa como tercera parte de cara a Defensa, garantizando la correlación entre la prueba desarrollada en Escocia (normativa británica) y la que se desarrollaría en USA (normativa MIL).