El sigiloso submarino ruso 'Krasnodar' navegando en superficie

El sigiloso submarino ruso 'Krasnodar' navegando en superficieEstado Mayor de la Defensa

Armada española  El eficaz tanteo de la fragata Álvaro de Bazán: detecta y sigue a un esquivo submarino y dos fragatas rusas

La fragata española Álvaro de Bazán (F-101), integrada en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN n.º 2 (SNMG-2), ha llevado a cabo recientemente el seguimiento de varias unidades navales rusas durante su tránsito por el mar Mediterráneo oriental. Esta operación se enmarca dentro de la misión aliada «Noble Shield», que tiene como objetivo reforzar la presencia y disuasión marítima en zonas estratégicas.

Según informó el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), la fragata española realizó tareas de vigilancia sobre el submarino ruso Krasnodar, de la clase Kilo II. La información sobre los operativos militares rusos es muy fragmentada, en muchas ocasiones procede de fuentes poco fiables y con frecuencia se ha quedado antigua. En este caso, sí puede decirse que estos submarinos son conocidos por su capacidad de sigilo y apodados como el «Agujero Negro» por su habilidad para evadir detecciones enemigas. Como ha informado El Debate, posee un recubrimiento que absorbe el eco para evadir sonares, lo que le permite moverse con un gran nivel de silencio. El Krasnodar navegaba en superficie acompañado por el buque remolcador ruso Evgeniy Churov en dirección al puerto de Alejandría, Egipto. Este tipo de submarinos son capaces de atacar objetivos a más de 2.500 kilómetros de distancia.

Posteriormente, la Álvaro de Bazán monitorizó a la fragata rusa Almirante Golovko, una de las más modernas de la Armada Rusa, perteneciente al Proyecto 22350 o clase Almirante Gorshkov. Estos buques están diseñados para misiones de guerra naval polivalente y están equipados con tecnología avanzada, incluyendo misiles hipersónicos de largo alcance. Efectivamente, está preparada para equiparse con misiles hipersónicos Zircon, capaces de alcanzar velocidades de hasta Mach 9 y distancias de más de 1.000 kilómetros. Estos buques tienen un desplazamiento de 4.500 toneladas y miden unos 135 metros de eslora.

La fragata rusa 'Almirante Golovko', detectada por la Armada española

La fragata rusa 'Almirante Golovko', detectada por la Armada españolaEstado Mayor de la Defensa

La última unidad rusa seguida por la fragata española fue la Almirante Grigorovich, primera de su clase (Proyecto 11356M Burevéstnik), que entró en servicio en 2016 y fue la primera nave en unirse a la Flota del Mar Negro desde la Guerra Fría. Estas fragatas pueden ir armadas con misiles de crucero Kalibr y sistemas de defensa aérea avanzados.

La participación de la Álvaro de Bazán en estas operaciones obedece al compromiso de España con la Alianza Atlántica. Las Agrupaciones Navales Permanentes de la OTAN (SNF), que incluyen grupos de escoltas (SNMG) y cazaminas (SNMCMG), proporcionan una presencia marítima constante y están preparadas para responder rápidamente a cualquier amenaza.

La fragata de la Armada española Álvaro de Bazán

La fragata de la Armada española Álvaro de BazánArmada Española

La SNMG-2, en la que se integra la fragata española, forma parte de la «Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN» (VJTF-M) y participa en la operación «Noble Shield», que busca mejorar la interoperabilidad entre las marinas aliadas y garantizar la seguridad en el mar Mediterráneo.

El Mediterráneo es una zona de vital importancia estratégica para la OTAN, ya que conecta Europa, Asia y África, y es una ruta clave para el comercio y la energía. La presencia de buques rusos en esta región ha aumentado en los últimos años, lo que ha llevado a la Alianza a intensificar sus operaciones de vigilancia y disuasión.

La monitorización de unidades navales rusas por parte de la Álvaro de Bazán demuestra la eficacia de la labor que viene desarrollando uno de los buques más avanzados de España y su capacidad para responder a desafíos en el entorno marítimo.

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