
La fragata Cristóbal Colón (F-105) efectúa un disparo durante la misión de la OTAN Formidable Shield
Fuego a estribor en la fragata Cristóbal Colón
El rugido de un misil Harpoon surcando el cielo del norte de Europa marcó un antes y un después en la última misión operativa de la fragata 'Cristóbal Colón'. El más moderno buque de la Armada española ejecutó con éxito el lanzamiento real de este proyecto antibuque como parte del ejercicio 'Formidable Shield 25', la maniobra de defensa aérea y antimisiles más relevantes de la OTAN. La acción se desarrolló el pasado lunes en los polígonos de tiro de Andoya (Noruega) y las Hébridas (Reino Unido), en un escenario simulado de guerra naval de alta intensidad.

Fuerzas Armadas | Eagle Eye 25-02
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La maniobra, que la Armada ha calificado como un «importante hito operativo», no fue un gesto simbólico. El ejercicio supuso la entrada efectiva de la fragata en la élite de la interoperabilidad aliada, al operar en un entorno electromagnético complejo y realista, similar al que podría darse en un conflicto armado moderno. El disparo del Harpoon, un misil de largo alcance diseñado para destruir buques enemigos, se inscribió en una serie de lanzamientos previstos durante esta operación multinacional en la que participan unidades de diez países aliados, entre ellos Bélgica, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos.

La fragata española Cristóbal Colón F-105
Este despliegue culmina casi cuatro meses de integración de la 'Cristóbal Colón' en la agrupación naval permanente SNMG-2 de la OTAN, que ha operado principalmente en aguas del mar Mediterráneo en el marco de la operación 'Noble Shield'. Esta misión forma parte de la respuesta disuasoria de la Alianza Atlántica frente a la invasión rusa de Ucrania, con un enfoque especial en la protección del flanco sur europeo y el refuerzo de la llamada Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad (VJTF-M).
La fragata, que zarpó el pasado 23 de agosto, regresó en mayo al muelle número tres del Arsenal Militar de Ferrol, donde fue recibida entre vítores, pancartas y abrazos por familiares y amigos de los 230 militares que han formado parte de esta misión, 36 de ellas mujeres. El acto de bienvenida estuvo presidido por el comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie, el capitán de navío Jesús Viñas Barciela, bajo cuyo mando se encuentra este buque de última generación construido por Navantia en la ría de Ferrol.La participación en el 'Formidable Shield 25' no solo ha supuesto una prueba de fuego para los sistemas de combate de la fragata, sino también un exigente ejercicio de adiestramiento avanzado para su tripulación. Los marinos españoles han tenido que enfrentarse a simulaciones de amenazas aéreas y navales en condiciones electrónicas adversas, poniendo a prueba su capacidad de reacción y coordinación con otras armadas aliadas.
«Este tipo de ejercicios nos permite comprobar, en un entorno realista, la eficacia de nuestros sistemas de armas y la preparación de nuestras dotaciones», señalan desde el Estado Mayor de la Armada. En ese contexto, el lanzamiento exitoso del misil Harpoon no es solo una demostración tecnológica, sino una validación del adiestramiento acumulado por la dotación del buque y su adaptación a los estándares más exigentes de la OTAN.

Lanzamiento de un misil Evolved Sea Sparrow Missile (ESSM) desde la fragata Cristóbal Colón (F-105)
La fragata 'Cristóbal Colón', quinta unidad de la clase F-100 y considerada la más avanzada de la flota española por su sistema de combate Aegis, ha reforzado en esta misión su papel estratégico dentro de la estructura naval aliada. Su capacidad para actuar como buque de mando, escolta antiaérea y plataforma de lanzamiento de misiles la convierte en un activo de primer nivel para las operaciones conjuntas.
La misión también ha servido para estrechar los lazos operativos y diplomáticos entre las distintas marinas aliadas, especialmente en un momento de tensión creciente en el este de Europa y de presencia reforzada de la OTAN en sus fronteras. A través de ejercicios como este, la Alianza busca no solo disuadir agresiones externas, sino también demostrar la cohesión y preparación de sus fuerzas en caso de un conflicto abierto.
A la vuelta de la 'Cristóbal Colón' a Ferrol, el ambiente era de orgullo contenido. Muchos familiares llevaban semanas esperando este reencuentro tras más de 100 días de despliegue. Para la mayoría, no era la primera misión, pero sí una de las más exigentes por la intensidad de los ejercicios y el contexto internacional. La emoción se mezclaba con el alivio: habían cumplido su deber y regresaban con la satisfacción de haber hecho historia.
Tras este retorno, la fragata permanecerá en puerto durante las próximas semanas para tareas de mantenimiento y descanso de la tripulación, antes de afrontar nuevos retos en aguas internacionales. Pero el eco del misil Harpoon disparado en los cielos del norte seguirá resonando en la cubierta del buque y en la memoria de su dotación como un símbolo del salto cualitativo que ha dado la Armada española en el siglo XXI.