Ramón Bonifaz da nombre a la clase de lass futuras fragatas de F-110, y en concreto a la F-111
Industria militar | Navantia F-111 Bonifaz, la fragata que inaugura una nueva era naval en la Armada española
La botadura de la fragata F-111 Bonifaz ya tiene fecha. Navantia ha anunciado que tendrá lugar el próximo 11 de septiembre en los astilleros de Ferrol. La botadura de la fragata española más potente y moderna marca un punto de inflexión no solo para la Armada española, sino también para la industria nacional. Se trata de la primera unidad de la serie F-110, concebida como la espina dorsal de la futura flota, con un diseño que combina fortaleza militar, digitalización y autonomía operativa.
La clase F-110 ha sido diseñada para misiones de defensa antiaérea, antisubmarina y de superficie. Una versión avanzada del sistema de combate SCOMBA, acrónimo de Sistema de COMbate de los Buques de la Armada, junto con el AEGIS, forman el sistema de combate del buque. Se trata de un sistema desarrollado en España, que actúa como el «cerebro» del buque, integrando información de todos los sensores y armas en tiempo real.
Así serán las fragatas F-110 que construye Navantia
Así serán las fragatas F-110 que construye la Armada española
El mástil integrado está situado en la superestructura del casco. Su función, según la información facilitada a través de la Revista Española de Defensa, es optimizar el empleo operativo del espectro electromagnético, minimizar las interferencias entre equipos y reducir la firma radar del barco. Lo consigue alojando en su interior o en su parte externa los radares en banda S y banda X, los equipos de guerra electrónica, antenas planas tipo array de última generación, el sistema electroóptico de detección y seguimiento automático de trazas por su firma infrarroja (IRST), el identificador amigo-enemigo (IFF) y buena parte de los equipos de comunicaciones.
Uno de los elementos más destacados es el radar SPY-7(V)2, desarrollado por Indra y Lockheed Martin, que permitirá detectar amenazas aéreas y misiles balísticos a gran distancia. El buque incorpora también un sonar de casco y remolcado de última generación, así como capacidad para desplegar un helicóptero NH-90 o SH-60. En su arsenal figuran misiles SM-2 para defensa aérea de zona, misiles Harpoon para combate de superficie y un sistema de lanzamiento vertical que permite integrar armamento futuro.
Uno de los avances más singulares es la introducción del gemelo digital, una réplica virtual del buque que recopila datos en tiempo real desde sus sensores. Esta herramienta permite predecir averías, planificar mantenimientos y entrenar a las dotaciones en entornos simulados.
La fragata está diseñada para una dotación aproximada de 150 marinos, con capacidad para alojar a un total de 200 personas incluyendo personal embarcado adicional. La habitabilidad ha sido mejorada respecto a las clases anteriores, incorporando espacios más ergonómicos, automatización de procesos y sistemas energéticamente sostenibles.
El programa F-110, con una inversión cercana a 4.325 millones de euros, es uno de los más ambiciosos de la Armada en décadas. Su impacto trasciende lo militar, ya que Navantia Ferrol se consolida como polo tecnológico naval europeo.
La construcción de las cinco fragatas genera unos 9.000 empleos directos e indirectos cada año, beneficiando no solo a Galicia, sino también a una amplia red de empresas auxiliares en toda España. Se estima que más de 500 compañías nacionales participan en el programa, desde grandes tecnológicas como Indra hasta pymes especializadas en cableado, acero naval o software.
Recreación de la fragata F-110 de Navantia con algunos de sus elementos de armamento, como un cañón de 5mm, el sistema de lanzamiento vertical de misiles o el espacio multimisión
Además, el proyecto se enmarca en la transformación digital del astillero ferrolano, con la creación de la denominada Fábrica de Bloques 4.0, que introduce robotización, impresión 3D y herramientas de diseño en red. Esto sitúa a Ferrol como un referente en construcción naval avanzada.
Con la F-110, España refuerza su papel en la OTAN y en la seguridad marítima global. Estas fragatas sustituirán a las veteranas de la clase Santa María, aportando mayores capacidades de interoperabilidad, defensa aérea de zona y guerra antisubmarina.
En un contexto de crecientes tensiones internacionales y con el Atlántico y el Mediterráneo como escenarios clave, la Bonifaz simboliza la apuesta española por mantener flotas modernas y tecnológicamente autónomas, reduciendo dependencias externas.