Tipica lareira, lugar en el que las familias gallegas comían

Tipica lareira, lugar en el que las familias gallegas comíanOlaia

Lareira, así es el fogón tradicional de Galicia que marcó la esencia de la gastronomía gallega

Símbolo de la cultura gallega, testigo de generaciones y escenario de la vida cotidiana

Galicia no solo se reconoce por sus paisajes verdes y su costa, sino también por una serie de símbolos que conforman su identidad y que, en muchos casos, están ligados a la vida cotidianas. El patrimonio gallego se expresa en construcciones y espacios que cumplen funciones prácticas.

Existen rincones donde la historia, la familia y la gastronomía se unen en torno al fuego y a la convivencia, lugares que fueron el corazón de la vida doméstica y que, con el paso del tiempo, se convirtieron en auténticos lugares de reunión.

El hogar tradicional gallego

Nos referimos al lar o lareira que es el hogar tradicional de Galicia, una estructura de piedra diseñada para albergar el fuego. Cada lareira reflejaba la esencia de la vida rural gallega, convirtiéndose en el corazón de la casa.

Pero su función iba más allá de calentar la casa ya que servía para cocinar, ahumar embutidos como chorizos y androllas tras la matanza del cerdo, e incluso para reunir a la familia en torno a la llama durante días de invierno.

De hecho, el fuego de leña fue durante siglos un elemento esencial en la cocina tradicional gallega, pues le otorgó un carácter singular que la distingue de la gastronomía de otras regiones de España. Gracias a la cocción pausada y al aroma ahumado que impregnaba los alimentos, platos emblemáticos como el caldo, el lacón con grelos, el cocido o las empanadas adquirían matices diferentes.

La habilidad de los cocineros consistía en regular la temperatura con diferentes tipos de leña, colgar ollas a distintas alturas y ahumar embutidos, técnicas que hoy se siguen aplicando en restaurantes que buscan rescatar la autenticidad de la gastronomía gallega.

Además, la lareira no solo era funcional, las familias se reunían en torno a ella para celebrar festividades como el Magosto, la matanza del cerdo o la Navidad, mientras se transmitían recetas, remedios naturales y técnicas de labores tradicionales.

Con la llegada del siglo XX, las cocinas de gas y eléctricas comenzaron a sustituir a las lareiras tradicionales, y muchas fueron eliminadas o transformadas en elementos decorativos. Sin embargo, en casas rurales y algunos restaurantes, además de en museos, la lareira sigue siendo protagonista.

Así son estos símbolos culturales

Las lareiras gallegas se construyen principalmente con granito y se dividen en tres partes esenciales: piedra o losa, que es la base donde se enciende el fuego, esteo que son las columnas de piedra que sostienen la campana o cambota que puede ser también de piedra o madera.

Alrededor del fuego se colocaban escanos, bancos de madera o piedra donde la familia se sentaba a comer o conversar. También era común el pau do fumerio (palo del humo), un palo que, con la gramalleira, permitía colgar ollas y potes sobre las brasas. Algunas lareiras incluían hornos de piedra para cocinar pan y otros alimentos, prolongando el calor del fuego.

Hoy en día, la lareira sigue presente, adaptada a la vida moderna pero sin perder su esencia. En casas rurales, restaurantes e incluso museos, puede encontrarse tanto como elemento decorativo como en plena función.

En muchos casos, se ha renovado con materiales actuales como acero inoxidable, cristal templado o piedra volcánica, que permiten conservar su uso tradicional con un aspecto más contemporáneo. Y es que más que un espacio físico, la lareira representa una parte de la identidad de Galicia.

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