Francisco Barea
Entrevista al presidente del Puerto de Ferrol-San Cibrao
Francisco Barea: «Nos hemos recuperado de la lesión y estamos preparándonos para volver a jugar»
El presidente del Puerto de Ferrol-San Cibrao analiza el presente y futuro de la dársena en un momento clave con la inminente finalización de las obras del tren
Francisco Barea (Ferrol, 1972) es de esas personas que ganan en las distancias cortas. De puertas para fuera, se aprecia a un hombre de aspecto serio que impone por su carrera intachable, pero solo es una fachada. Su exquisita educación y su carácter amable y cercano lo delatan. Licenciado en Ingeniería de Caminos, el ferrolano ocupa la presidencia del Puerto de Ferrol-San Cibrao desde el año 2021. Aunque no lo ha tenido fácil por todos los cambios en energías y mercados, sabía a la perfección a lo que se enfrentaba cuando aceptó el cargo. De todo ello charla con El Debate en un momento prometedor por la inminente finalización de las obras del tren, que, en sus palabras, marcarán «el punto de inflexión más grande que ha tenido la dársena después de la construcción del Puerto Exterior».
–Acaba de cumplir cuatro años como presidente del Puerto de Ferrol-San Cibrao, ¿qué balance hace?
–Todavía nos quedan muchas cosas por acabar, pero hago un balance muy positivo. Puede ser muy bueno cuando se concluyan un montón de frentes que tenemos abiertos. En una administración como esta, son muy lentos. Hay varias cosas que se han ralentizado, como el caso de las energías renovables. Pero en general, creo que bien, positivo. Siempre digo que cuando se percibe que las cosas han cambiado es porque algo se ha hecho. Se puede hacer mal o bien, pero si las cosas cambian, es por algo y debemos de valorarlo.
–Cuando aceptó el puesto, ¿se imaginó tantos desafíos?
–Sí, sabía perfectamente a lo que venía. Conocía el puerto porque al final mi profesión también estaba muy ligada a la gente que está aquí. Había varios frentes abiertos que sí o sí había que solucionar.
–De lo realizado hasta entonces, ¿de qué se siente más orgulloso?
–Quizá que la obra del tren tenga fin, una fecha. Ese es desde luego el paso más importante de los que hemos dado, entre otras cosas, porque es uno de los causantes de que yo viniera. Quizá sea el hito más importante, aunque hemos cambiado muchas cosas. A nosotros nos ponen en las administraciones para gestionar y quien tiene que sentirse más o menos orgulloso al final es a quien va dirigido todo, que es la ciudad. Si están de acuerdo con lo que hemos hecho con, por ejemplo, la apertura del puerto a la ciudad, estaré satisfecho.
–¿Algo que se le esté resistiendo hasta el momento?
–Lo que más se está resistiendo, y esperemos que cambie en el momento que esté el tren, es la terminal de contenedores porque es un mercado que es difícil que crezca y que salga adelante. Tienes que vivir de captar nuevos tráficos y no es fácil quitárselos a otros. Llevamos muchos años con una terminal que no tiene conexión ferroviaria, y eso es un hándicap importantísimo, aparte de los retrasos que estamos teniendo en los desarrollos de la eólica. Espero que cuando el tren esté por fin cambie el rumbo y empezamos a tener una terminal en serio.
–¿Con qué problemas se encontró al aceptar el cargo?
–Cuando entramos en el puerto había una situación que era la que históricamente ha vivido Ferrol: la uniformidad. Es decir, el puerto siempre se ha mantenido igual, una constancia con unos tráficos cautivos que hacían que las cosas se mantuvieran al mismo nivel, teniendo unos ingresos más o menos constantes. Hay un hito que ocurre, previsible, que fue la transición energética. Esto hace que de golpe se pierda esa uniformidad y el puerto se quede sin el mayor tráfico que tenía. Pasó de ser uno de los más importantes de España en graneles sólidos a desaparecer prácticamente todo. Si lo sumas a que por otras circunstancias hemos tenido también problemas con el otro gran ingreso, que es Alcoa, ha generado que el puerto haya perdido una base importantísima de lo que es o de lo que ha sido siempre. Por nuestra parte, teníamos que buscar una solución a eso: a qué nos vamos a dedicar en el futuro.
Puerto exterior de Ferrol
–¿Cuáles son esos pilares en los que basa todo el proyecto del puerto?
–Hemos diversificado en varios frentes. El primero son los graneles líquidos. La base que tenemos es importante porque está Forestal del Atlántico y Reganosa con mucho movimiento, y dos plantas de líquidos en el Puerto Exterior, que ahora mismo están en obras y que el año que viene estarán acabadas. Nos van a generar otro crecimiento muy grande de graneles líquidos. El segundo es la eólica. Vivimos en una incertidumbre enorme con la eólica, a nivel internacional, pero a nivel nacional es peor. Eso está generando que falle la inversión privada y que no haya desarrollo. Los puertos que íbamos a ser la base de la eólica estamos parados. Aun así, nosotros somos el puerto de España que más estamos trabajando porque muchos puertos se postulan para ser base de eólica marina, pero el único que lo hace en realidad, y lo ha hecho, ha sido Ferrol con la única plataforma flotante en Portugal que se hizo aquí. Lo está haciendo con Navantia y también con la eólica fija. Por lo tanto, ese es otro pilar que tiene su incertidumbre en fecha, pero que está y que Ferrol está situado y va a seguir estando.
Vivimos en una incertidumbre enorme con la eólica, y eso está generando que falle la inversión privada
–¿Y el tercer pilar?
–La terminal de contenedores, que ya he dicho que el desarrollo vendrá cuando esté el tren. De los tres frentes, hay un hito importantísimo en Ferrol, que es el tren. ¿Y por qué lo digo? Porque así es como va a tirar de la terminal, y va a ser quien haga que sea una referencia en el norte. Ojalá Galicia, en un momento dado, tenga dos grandes referentes que sean Vigo y Ferrol, que sería lo ideal para Galicia. Además, también va a tirar de los líquidos.
–¿Para cuándo está previsto que se ponga en marcha?
–El año que viene. La obra ya es visible, aunque lógicamente faltan detalles que tienes que terminar, que al final en una obra de esta envergadura los detalles también son grandes. Tenemos que tenerla puesta en servicio el año que viene y para el segundo semestre del año que viene tendríamos que tener la posibilidad de mover trenes. Y aquí tenemos una reivindicación que hago cada vez que puedo y es que vamos a tener un problema muy grande con Adif. No sabemos nada de la obra que tiene que hacer entre el puerto y la estación de tren. No hay notificación de ningún tipo y nos va a cortar la vía trece meses. Por lo tanto, vamos a estar preparados el año que viene para mover trenes y no podremos porque vamos a tener la vía cortada.
Vamos a tener un problema muy grande con Adif porque no sabemos nada de la obra que tiene que hacer entre el puerto y la estación de tren
–¿Qué va a suponer para el puerto el tren?
–El punto de inflexión más grande que ha tenido el puerto después de la construcción del Puerto Exterior. Es verdad que cuando se hace el Puerto Exterior es un punto de inflexión que no todo el mundo entendió porque era una obra de una envergadura enorme y que la gente, a lo mejor, no creía el futuro que podía tener. El Puerto de Ferrol y, sobre todo, el Puerto Exterior, no tienen futuro si no existe el tren. Y el año que viene, el Puerto de Ferrol tiene que empezar a cambiar. Pero aunque haya un retraso de un año más, el hito del tren es lo que va a dar el futuro. Hemos hecho una inversión de unos 120 millones aproximadamente.
El tren va a ser el punto e inflexión más grande que ha tenido el puerto desde la construcción del Puerto Exterior
–¿Qué papel juega la eólica en el Puerto de Ferrol?
–En la actualidad somos el único puerto que de verdad desarrolla eólica marina. He dicho que hay muchos puertos que se postulan, pero el único que la tiene somos nosotros. Hemos fabricado la plataforma flotante en Viana, en Portugal, que es la única que se ha construido en España. Navantia sigue fabricando monopiles y varios de esos han pasado por el puerto porque los hemos traído de fuera para sacarlos. Además, tenemos dos empresas en el puerto exterior que se dedican a la eólica. Una es WindWaves, que por boca de ellos han publicado que ya va a empezar la obra y que, por lo tanto, tendrán un año aproximadamente de construcción. Y Proinlosa, que también está en construcción y que pronto daremos noticias sobre ellos. Por lo tanto, tenemos la base hecha y tenemos las infraestructuras hechas, o las vamos a tener. Lo que pasa es que la eólica está desinflada y se formó un globo muy grande. Hay que tener los pies en el suelo porque no existe la planificación y los inversores se van. Y el tercer factor más importante es que todavía no tenemos conexión física eléctrica de energía para evacuación de los parques. Ferrol está preparado, pero no sabemos todavía cuándo va a llegar. La futura eólica flotante no existe todavía. No tenemos trabajo porque en España, como he dicho, la situación es esa.
–¿Qué nuevos tráficos están captando?
–Sobre todo en graneles. Hace poco hemos traído un cargamento muy importante de maíz y estamos intentando buscar ese relleno que nos faltaría de este tipo de graneles. En líquidos, creo que vamos a tener una referencia importante, pero tenemos esa pata que nos ha quedado coja con la caída del carbón. Hay varios frentes en ese aspecto que tenemos que captar. Estamos trabajando mucho con Sudamérica y, sobre todo, con toda América para intentar traer ese tipo de tráficos.
–¿En líquidos compiten con La Coruña?
–Sí, pero no tenemos nada que ver. La Coruña vive de una refinería y mueve lo que una refinería produce. Nosotros vamos a hacer almacenamiento de líquidos que tienen muchos orígenes y muchos destinos. Vamos a tener un tráfico muy importante de ese tipo: biocombustibles, gasolina, gasoil y biodiesel.
Francisco Barea
–¿Qué papel juega el puerto en la economía del norte de Galicia?
–Juega un papel muy grande, pero también es muy desconocido. Se percibe poco porque somos un actor muy pasivo, que no se ve y porque al final somos una plataforma que debemos de estar aquí para que nos utilicen las empresas privadas. Pero todos los puertos somos muy importantes para la zona que abarcamos. Siempre digo que Ferrol nunca ha estado en una situación como esta desde la reconversión del 84.
Ferrol nunca ha estado en una situación como esta desde la reconversión del 84
–Los datos de 2024 fueron irregulares…
–Sí, pero que tengamos malos datos no significa que nuestra repercusión a nivel empresarial no sea buena. Son datos de tráfico y hemos pegado un bajón enorme de tonelaje. El objetivo no es tampoco que Ferrol siga manteniéndose en un histórico de unos números de toneladas tan grandes. Movía toneladas muy grandes, pero tenían una repercusión económica no tan grande respecto al volumen. Siempre hago la comparativa con Vigo, que mueve muchísimo menos tráfico en volumen, pero tiene muchísimo más valor económico. No nos vamos a medir otra vez por llegar a esos 12 millones de toneladas o 13. El objetivo no son los millones de toneladas, es ganar tráficos para generar números, para generar beneficio en el puerto y, sobre todo, alrededor del puerto. Que luego sean 10 millones, 14 o 25 no es lo más importante.
–¿Cuales son los próximos proyectos?
–El tren es la prioridad, pero ha dejado de ser un problema en el puerto para ser una obra más que tiene una fecha. Como objetivos está la captación de tráficos que nos quedan, este resurgir que tendremos una vez que el tren esté hecho. Cuando las terminales de líquidos estén acabadas y empecemos a tirar, será un objetivo para el año 27 o 28. Ahí es cuando la curva de crecimiento del puerto va a ir hacia arriba, de verdad, no como ahora que la tenemos muy horizontal y en la parte más baja de la gráfica. Y luego tenemos todavía objetivos para la ciudad. En el puerto-ciudad todavía nos quedan partes por hacer, un par de obras para terminar la fachada y, bueno, obritas pequeñas que tenemos por dentro. También la terminal de cruceros, que va a ser muy importante para darle vida y para meter gente en la ciudad que consuma.
–¿Cómo os afecta la implantación de la tasa turística en La Coruña?
–No nos va a influir tanto. Primero porque no vamos a ser nosotros quienes traigan los cruceros porque está licitado. Eso va a hacer que un terminalista se dedique a eso y puede ser que a ellos se les abra una oportunidad, aunque también a Marín, Villagarcía, Gijón…
–Para terminar, ¿cómo ve el puerto en cinco años?
–El puerto tiene que estar totalmente transformado. Estamos en la mitad del proceso y como es normal, estamos en la parte baja, en un momento de preparación de las cosas para que crezcamos. Asentando las bases, como cuando en una trayectoria profesional deportiva tienes una lesión. Hemos arreglado la lesión y estamos empezando a prepararnos para volver a jugar en una situación gris que no se ve y no se refleja. Los frutos se verán, como he dicho, a partir del 27. En esos cinco años, el puerto tiene que estar totalmente transformado. Tendremos el tren a pleno funcionamiento, la terminal que seguirá su trayectoria, las dos terminales de líquidos y espero que la eólica haga algo ya, con lo que tendremos más tráficos captados. Tuvimos que hacer los deberes rápido, no nos quedó otra. No nos dieron margen a nada, el carbón desapareció de un día para otro.
Nos hemos curado de la lesión y estamos preparándonos para volver a jugar
–Alguna pregunta que quede por hacer...
–Dentro de todo lo que nos queda de futuro, los combustibles alternativos, que parten de renovables, aunque ahora mismo son otra burbuja enorme que se formó. Está todo parado y ahí es donde también estamos muy posicionados.