El grabado representa la partida de los siete barcos de la expedición de Jofre de Loaísa del puerto de La Coruña

El grabado representa la partida de los siete barcos de la expedición de Jofre de Loaísa del puerto de La CoruñaVicente Urrabieta

La «ventaja estratégica» de La Coruña en el siglo XVI que atrajo a la realeza

Carlos I utilizó la dársena gallega como punto de llegada en 1517 y, como salida, en 1520 con destino a Flandes

La segunda circunnavegación a la Tierra, que partió de La Coruña en 1525 capitaneada por García Jofre de Loaysa, cumple 500 años en este 2025. Con motivo de esta efeméride, la ciudad alberga durante estos meses diferentes actividades. Una de ellas tuvo como protagonista a Alfredo Vigo Trasancos, historiador y miembro del Instituto José Cornide, que el pasado jueves ofreció una conferencia en la que explicó el contexto local que rodeó a esta hazaña.

«Fue un viaje muy trascendental para la ciudad», señaló este investigador. También explicó que es lógico que esta expedición partiese de Galicia porque «La Coruña se posiciona con una ventaja estratégica» en las rutas entre el Mar del Norte y el Mediterráneo. Esto suponía un continuo tránsito de buques en el puerto, que, paradójicamente, carecía de una infraestructura adecuada. «No tenía nada. Unas escaleras, una rampa…», indicó el ponente.

El propio Carlos I utilizó la dársena coruñesa como punto de llegada en 1517 y, como salida, en 1520 con destino a Flandes para ser coronado emperador germánico. El recinto portuario gallego también fue punto de llegada de partidas de muchos personajes reales como Catalina de Aragón, Juana la Loca, Felipe el Hermoso y el príncipe Felipe.

El monarca español le otorgó a la ciudad en 1522, el privilegio de convertirse en sede de la Casa de Contratación de la Especiería, aunque nunca llegó a consolidarse plenamente debido al Tratado de Zaragoza (1529), que incluyó la venta de las islas Molucas a Portugal.

Carencias

Según aseguró Alfredo Vigo Trasancos, «el puerto (en aquella época) era grande pero inseguro en sus aguas» debido a la «agitación» del mar y muchas veces los barcos buscaban refugio en la ría de Ferrol, mucho más abrigada.

Alfredo Vigo Trasancos, durante la conferencia

Alfredo Vigo Trasancos, durante la conferencia

Previamente a la expedición Loaysa, en 1520, el rey Carlos V, a través de la cédula expedida en Valladolid, dictó varias disposiciones para favorecer al puerto coruñés, facilitando la entrada y abrigo en tiempos borrascosos. El historiador que impartió la conferencia detalló que hasta entonces había dos rocas que delimitaban una línea imaginaria que establecía el límite del recinto portuario. Todo aquel barco que la sobrepasase debía pagar un tributo.

Viaje

Del puerto coruñés, el 24 de julio de 1525 zarpó la expedición de Loaysa, formada por 450 hombres y 7 naves. Iba de segundo de a bordo y piloto mayor Juan Sebastián Elcano, que fallecería en ese segundo viaje. La misión era llegar a las islas Molucas para comenzar el comercio de las especias.

La armada estuvo formada por siete barcos. Cuatro eran naos: Santa María de la Victoria (capitaneada por Loaísa), Sancti Espiritus (Elcano), Anunciada (Pedro Vera) y San Gabriel (Rodrigo de Acuña). Había dos carabelas: Santa María del Parral (Jorge Manrique) y San Lesmes (Francisco de Hoces). Completaba la flota el patache Santiago, al mando de Santiago de Guevara.

El objetivo era alcanzar las Molucas (hoy forman parte de Indonesia), expulsar a los portugueses, que ya estaban asentados allí, y hacerse con el dominio de aquella zona, lo que suponía controlar la producción de especias, pues, de todo el planeta, solo se daban en siete islas de esa zona.

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