La playa más septentrional de la península ibérica
La playa más septentrional de la Península Ibérica está en Galicia: un arenal entre dos mares
Con forma de media luna y una longitud de kilómetro y medio, esta playa está protegida por las aguas de la ría de O Barqueiro
Galicia, tierra de acantilados, faros y playas, guarda en su costa norte algunos de los paisajes más espectaculares, y menos transitados del litoral peninsular. Su geografía, marcada por rías y cabos que se adentran en el mar, es el escenario perfecto para quienes buscan desconectar del mundo sin alejarse demasiado.
En este rincón extremo del mapa existe una playa cuya ubicación la convierte en el arenal más al norte de toda la península ibérica. Y lo que es más, sus aguas marcan el punto exacto en el que se encuentran el océano Atlántico y el mar Cantábrico.
Una playa entre dos mares
Se trata de la playa de Bares, y para descubrirla hay que viajar hasta la provincia de La Coruña, en el extremo más septentrional del país, concretamente a la comarca de Ortegal, dentro del municipio de Mañón. Es allí, en la aldea marinera de Puerto de Bares, donde se encuentra este arenal que destaca por su belleza, su historia y su simbolismo geográfico.
Con forma de media luna y una longitud de kilómetro y medio, esta playa es tranquila y está protegida por las aguas de la ría de O Barqueiro. Sin embargo, lo más sorprendente ocurre con la subida de la marea ya que el agua cubre un saliente rocoso y un filón de cuarzo que la atraviesa, dividiéndola en dos zonas: la parte urbana, junto al puerto, y la más salvaje, conocida como Igrexa Vella (Iglesia Vieja), que conserva un sistema dunar de gran valor ecológico.
Frente a este arenal, se ubica un puerto milenario, con un dique de más de 80 metros que protege las aguas del oleaje. Durante siglos se creyó que fue obra de los fenicios, que habrían llegado a estas costas en el siglo VII a.C. atraídos por su riqueza marina y su estratégica localización en las rutas comerciales entre el Mediterráneo y el norte de Europa.
Excavaciones recientes, sin embargo, apuntan a un origen romano, gracias a restos encontrados en las inmediaciones, como una necrópolis y diversos objetos. Sea cual sea su procedencia exacta, este muelle construido con grandes bloques de diorita cuarcífera encajados sin argamasa sigue en pie como testigo silencioso de un pasado vinculado al comercio, la navegación y las civilizaciones antiguas.
Estaca de Bares: donde el mapa termina
A unos dos kilómetros del arenal se extiende el Cabo Estaca de Bares, el verdadero vértice norte de la península ibérica. Aquí, el océano Atlántico y el mar Cantábrico se abrazan en un paisaje de acantilados, viento continuo y vistas panorámicas.
Esta lengua de tierra es el punto más septentrional de la España peninsular, y desde su faro, construido en 1850, se puede contemplar un impresionante horizonte.
Estaca de Bares
El antiguo semáforo de la Marina, hoy reconvertido en alojamiento rural, se sitúa entre las ruinas de una base militar y molinos eólicos.
Con todos estos atractivos, esta playa sigue siendo un destino poco masificado. Incluso en los meses más cálidos se mantiene alejada del turismo convencional.