Piedra Abaladoira

Pena AbaladoiraAyuntamiento Alfoz

La enigmática piedra de Galicia que tanto servía para impartir justicia como para rituales de fertilidad

Existe una ruta de senderismo para conocer este enclave y otros puntos de interés

En un contexto de descenso de la natalidad, resurgen antiguas tradiciones y rituales que reflejan la relación entre el ser humano y la naturaleza.

Galicia, una región con un profundo arraigo en las leyendas y la mitología, ha conservado a lo largo de los siglos diversas prácticaso, muchas de ellas vinculadas a la fertilidad.

Entre estas tradiciones destaca el rito de las nueve olas en la playa de La Lanzada, donde mujeres que desean concebir se sumergen en el mar para recibir el impacto de siete olas.

También en el Castro de Baroña, un enclave arqueológico costero, se ha identificado un santuario de fertilidad. Se cree que una piedra con cruces grabadas y forma de huevo era utilizada por parejas con dificultades para concebir.

Otro de los vestigios de estas antiguas creencias se encuentra en la Mariña lucense, donde una formación rocosa ha sido objeto de prácticas rituales a lo largo del tiempo.

Entre la historia y la superstición

Ubicada en la sierra de O Xistral, en el municipio de Alfoz, la Pena Abaladoira (Piedra Abaladoira) es una de las formaciones rocosas más singulares de Galicia.

Con un tamaño aproximado de cuatro metros de alto, cinco de largo y cuatro de ancho, su peso se estima en más de 20 toneladas. Su rasgo más característico es que, a pesar de su enorme volumen, en el pasado podía oscilar con un leve empuje, un fenómeno que ha alimentado numerosas leyendas.

Diferentes fuentes históricas sugieren que la roca jugó un papel clave en rituales de fertilidad y prácticas adivinatorias. Se cree que parejas con dificultades para concebir acudían a este enclave en busca de su influencia. En la parte superior de la piedra se observan cavidades y canales que, según algunas interpretaciones, podrían haber servido para la realización de rituales de purificación.

Además de su vinculación con la fertilidad, la roca habría sido utilizada en antiguos procedimientos judiciales. Según la tradición, el movimiento de la piedra servía como prueba de inocencia o culpabilidad: si la roca se desplazaba ante el empuje del acusado, se interpretaba como señal de inocencia; si permanecía inmóvil, indicaba culpabilidad.

Una piedra con su propia ruta

Para quienes deseen conocer este enclave, la Ruta de la Pena Abaladoira ofrece una oportunidad de recorrer la riqueza natural e histórica de Alfoz.

El itinerario parte del Castro de Ouro y pasa por el Pazo de Carrocide, una muestra del barroco gallego, así como por el Pazo de Rizal, ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona.

Además de la legendaria roca, los visitantes pueden disfrutar de otros atractivos naturales como la Fervenza do Escouridal, una cascada de gran belleza enclavada en un paisaje de formaciones graníticas.

Aunque con el tiempo la Pena Abaladoira ha perdido parte de su capacidad de movimiento debido a la acumulación de sedimentos, su legado sigue vigente en la memoria colectiva. Su historia, ligada al misterio y a la tradición, continúa atrayendo a quienes buscan un vínculo con el pasado y con las antiguas creencias que han marcado la identidad gallega.

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