Acera de la avenida Virgen Milagrosa
La Feria, el sol, la sombra y las razones que retrasan una obra que se ha tenido que rescindir
Temían que la tala de 40 olmos, la mayoría enfermos, fuese «traumática para el vecindario de la zona»
La Junta de Gobierno Local ha rescindido el contrato para la reforma del acerado de la avenida Virgen Milagrosa, que se adjudicó el 21 de abril de 2022 por 291.894 euros y que aún, al cabo de casi dos años, no ha comenzado.
La empresa contratista, harta de que las más inverosímiles circunstancias retrasen la ejecución de los trabajos se ha fajado y ha pedido al Ayuntamiento la rescisión del contrato de mutuo acuerdo, algo que la Junta de Gobierno ha acordado, por lo que ahora la Delegación de Infraestructuras tiene que volver a iniciar los trámites para la licitación del nuevo del expediente de una obra reclamada desde antiguo por los vecinos y anunciada innúmeras veces por el Ayuntamiento; la última de ellas, en el Pleno del pasado jueves.
El inicio de este proceso no fue tampoco afortunado. La licitación se realiza en el verano de 2021 y el Ayuntamiento tarda siete meses en adjudicar el proyecto, cuando la ley fija un plazo de dos meses. Esta demora en 2021 era sumamente grave para cualquier empresa, ya que en aquellos meses los suministros para las obras se encarecían a cada minuto tanto por la invasión de Ucrania como por las restricciones en el tráfico marítimo.
Días de Feria
La empresa adjudicataria, Hormacesa, reclama una revisión de precios el 5 de mayo de 2022, cuatro días antes de la firma del contrato, debido al alza sufrida por todos los materiales necesarios para ejecutar el nuevo acerado de Virgen Milagrosa. El 9 de mayo se rubrica el compromiso y a partir de ahí se pone en marcha la fase final de los trámites previos, como es la aprobación del Plan de Seguridad y Salud de la Obra, la firma del acta de replanteo y el inicio de los trabajos, algo que nunca llegó.
Cuando transcurre más de un año sin que el Ayuntamiento permita iniciar la obra es cuando la empresa Hormacesa solicita la resolución de mutuo acuerdo y la extinción del contrato. Ante esta petición se piden explicaciones al responsable del contrato y sus respuestas no tienen desperdicio. En primer lugar destaca que el informe y la aprobación del Plan de Seguridad se produjeron en fechas que «estaban inmersas dentro de la celebración de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de 2022, por lo que se decidió firmar el acta de replanteo en la semana siguiente, una vez finalizada la Feria».
El temor a los vecinos
Esta ligera demora da pie a la siguiente, ya que lo primero que había que hacer era talar 70 olmos que ocupaban las aceras y muchos de los cuales se encontraba en mal estado. Estamos ya en junio y el técnico reconoce que «en esa fecha la ciudad era azotada por una ola de calor bastante extremo, y por otra parte, era sabida por el concejal la oposición de los vecinos a la tala de los árboles, el teniente de alcalde delegado de Infraestructuras [Antonio Álvarez, de Ciudadanos] emitió una orden verbal de no comenzar la obra hasta que no pasase el verano, o mejor aún, hasta que los árboles no mudasen las hojas, fecha en la que ya no darían sombra y a la vez la tala resultaría menos traumática para el vecindario de la zona».
El acta de replanteo seguía sin firmarse y, por tanto, Hormacesa no podía tocar ni una baldosa en la avenida de Virgen Milagrosa, para su desesperación. Ante esta situación, la empresa traslada en otoño a un alto cargo de la Delegación de Infraestructuras su voluntad de rescindir el contrato.
La culpa es de los dos
En el expediente, tras analizar la documentación, la Delegación de Contratación concluye que «lo que se ha producido en este contrato es una demora injustificada en la comprobación del replanteo, imputable a ambas partes, ya que ni el servicio gestor realizó ningún requerimiento a la empresa para proceder a la firma del acta, ni la empresa manifestó en ningún momento intención de ejecutar la obra».
Así, con un reparto de culpas entre ambas partes, se ha alcanzado un acuerdo de rescisión del contrato de mutuo acuerdo. Dado que la obra no ha llegado a iniciarse, no procede realizar liquidación económica alguna. Una vez resuelto el contrato se procederá a la devolución de la garantía definitiva constituida al contratista.
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