Plano de las actuaciones
La Junta presenta en Córdoba la conexión La Colada-Sierra Boyera con un proyecto más barato (y sin duplicidades)
El modificado reduce el coste en un millón de euros, incorpora mejoras técnicas y desactiva las objeciones planteadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana
La Junta de Andalucía ha finalizado el modificado del proyecto para culminar la conexión entre los embalses de La Colada y Sierra Boyera, una infraestructura declarada de interés de la comunidad y considerada esencial para garantizar el abastecimiento de agua a los 80.000 vecinos del norte de la provincia de Córdoba. El documento se ha remitido este miércoles a la Diputación, como futura entidad explotadora, y a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), cuya autorización sigue pendiente.
El delegado del Gobierno en Córdoba, Adolfo Molina, ha subrayado que «llueva o no llueva, este Gobierno va a seguir trabajando por una solución definitiva» y que la Junta no abandonará el proyecto pese a los sucesivos reparos planteados por la CHG desde 2024.
El modificado incorpora mejoras técnicas que responden de forma precisa a los requerimientos de la Confederación, especialmente en lo relativo a la integración de las obras de emergencia ejecutadas durante la crisis hídrica. Molina ha reiterado que «no hay ninguna duplicación» y que se aprovecha al cien por cien la infraestructura existente, una de las claves que el organismo estatal había puesto en cuestión. «A ver si así el orgullo queda salvado», ha apuntado Molina en referencia al organismo de cuenca.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana llegó incluso a cuestionar el gasto previsto por la Junta y la Diputación, pese a que valorar la inversión de otra administración no forma parte de sus competencias. Esta intervención —poco habitual en la relación entre administraciones— se sumó al resto de objeciones planteadas a lo largo de la tramitación.
Un proyecto más barato
Uno de los puntos centrales del documento es la electrificación completa del sistema, que permitirá eliminar los generadores diésel que fallaron en los momentos más críticos de la sequía. También se optimiza la capacidad de bombeo —hasta 600 litros por segundo— y se incorpora un nuevo edificio para poner en servicio la torre de toma de la presa, infraestructura diseñada originalmente para ese fin.
Finalmente, la licitación inicial —13 millones de euros— se redujo a 9,3 millones tras el proceso de adjudicación y ahora baja otro millón más, quedando en 8 millones, cifra sensiblemente inferior a la estimada cuando el proyecto fue recuperado en 2020.
Una «mano tendida»
Molina ha insistido en que la Junta mantiene su voluntad de colaboración y que «volvemos a tender la mano» al Gobierno de España para desbloquear la actuación. Recordó que el proyecto original quedó abandonado en 2009 y que la Junta lo reactivó una década después, tras un año en el que muchos municipios estuvieron sin agua potable.
La última reunión técnica, celebrada en septiembre, no acercó posiciones, y la Junta sostiene que falta voluntad por parte de la CHG para avanzar. Aun así, el Gobierno andaluz insiste en que seguirá defendiendo una infraestructura «definitiva», no un parche, y que forma parte de una estrategia mayor que destinará 63 millones a obras de agua y abastecimiento en la provincia en 2026.
Por su parte el delegado territorial de Agricultura, Francisco Acosta, ha detallado que el modificado adapta el proyecto a la realidad existente en el terreno, ha insistido en que evita trabajos duplicados y que optimiza tanto las conducciones como la alimentación eléctrica, que finalmente se trazará desde El Viso ante la falta de capacidad en Belalcázar.
El documento ya ha sido aprobado técnicamente y se envía ahora a Diputación y a la Confederación. La Junta espera que, tras esta nueva cesión técnica, la obra pueda arrancar cuanto antes para cerrar una etapa de incertidumbre que se prolonga desde la gran sequía.
Plano de las actuaciones
Así quedaría la conexión
La línea azul marca la conducción principal que enlaza directamente la torre de toma de la presa con el bombeo de emergencia instalado durante la sequía, mientras que la línea magenta refleja los tramos que se ajustan para conectar esa infraestructura previa con la nueva estación de bombeo proyectada.
La línea negra identifica la nueva conducción de aspiración desde la presa, destinada a poner en funcionamiento la torre de toma, y la línea azul oscuro corresponde al trazado eléctrico que sustituirá a los generadores diésel.
El resultado que muestra la imagen es un circuito único y continuo, en el que la nueva obra se apoya íntegramente en la ya existente, sin tuberías paralelas ni instalaciones repetidas. Esta reorganización hidráulica y eléctrica explica en parte el ahorro de un millón de euros, al reducir el desnivel de impulsión y optimizar el sistema energético.
