La suerte sonríe un poquito a Córdoba con el sorteo de la Lotería de Navidad

El intenso frío con el que se ha despertado Córdoba en este lunes prenavideño no ha podido con las ilusiones de quienes buscaban ser beneficiados con algún premio de la Lotería de la Navidad. Acostumbrados a que la suerte pase de largo, la llegada del tercer premio ha alegrado tanto la capital como la provincia. No es mucho, sólo un puñado de décimos, pero lo justo para alegrar con 50.000 euros cada uno de ellos y poder compartir la alegría en las tres administraciones que han repartido la suerte.

Los cordobeses, como suele ocurrir todos los años, contuvieron la respiración cuando los niños de San Ildefonso tapan con la mano los alambres de la tabla. Es la señal de que hay premio gordo. Esto pasó varias veces a lo largo de la mañana, pero el momento cumbre llegó a las 10:44 cuando se supo que era el primer premio, el de los cuatro millones de euros a la serie. El siguiente instante es el de la confusión, el de saber dónde ha tocado, algo que hoy día se solventa con rapidez. Y así fue, al momento se supo que estaba repartido en Madrid, como casi siempre, y en tres localidades de León; es decir, que Córdoba volvía a quedar fuera del reparto de la fortuna.

El tercer premio, en Córdoba

Pero esta desazón sólo ha dudado media hora. Después de la salida de un quinto premio a las 11:06, llegaba el momento que esperaban los cordobeses. El tercer premio llegaba a Córdoba y lo hacía en tres puntos distintos de su geografía, algo que siempre es de agradecer para poder afirmar que está muy repartido, que es una de las frases que nunca faltan en esta jornada.

El 90.693 se ha dejado ver en la localidad de Montilla, en la Administración número 3, situada en la muy comercial calle de la Corredera. Allí se ha vendido una serie completa de este número, por lo que el dinero a repartir son nada menos que 500.000 euros. En la capital se ha seguido la misma tónica, ya que la suerte ha caído también en dos zonas muy comerciales. Tanto en La Viñuela como en la avenida de Medina Azahara, sus reponsables no se han enterado por la radio ni por la televisión sino por la llamada telefónica de la Delegación Comercial en Córdoba de Loterías y Apuestas del Estado.

La alegría del momento

Desde esta Delegación les han remitido en primer lugar los típicos carteles que lucen todos los loteros cuando dan un premio importante. Además, al rato, les llevan también las camisetas con el número impreso, pero aún no le habían llegado a Juan José Ferrer, el responsable del punto de venta de Medina Azahara, en cuyo estanco se seguía la actividad normal de cualquier otro día.

Había transcurrido poco tiempo desde la que la bola afortunada había salido del bombo, por eso tanto aquí como en La Viñuela sólo tenían el cartel. Ni camisetas, ni la socorrida botella de cava habían hecho aún su aparición para redondear el ritual de la jornada. Sólo la alegría en el rostro de Juan José, de Isabel Tavira y de Sonia Roda era la mejor muestra de que la suerte había sonreído -esta vez sí- a Córdoba.