La mano siempre tendida que encuentran en Córdoba las mujeres que no quieren abortar

Da igual que sea a través de una llamada de teléfono, un whatsapp o un correo electrónico. Cualquier mujer que en circunstancias adversas decida seguir adelante con su embarazo va a ser acogida en Redmadre Córdoba, donde se le prestará la ayuda que necesite. La presidenta de esta organización, Isabel Ávila, explica que «normalmente nos llaman porque nos conocen por otra persona» y ese boca oreja funciona porque al momento se les abren las puertas de un colectivo que, a través de una valiosa red de voluntarias, no sólo va a colaborar con ellas hasta después del parto sino que también les dará la formación necesaria para abrirse un camino laboral que les garantice su independencia.

«El ambiente es muy bonito y esto se parece cada vez más a una familia», explica Ávila, quien añade que es fundamental el nutrido grupo de personas que de forma desinteresada aportan lo que pueden, porque "cada vez hay más voluntarios que se sienten bien en Redmadre, tengan las ideas que tengan, porque todos vamos a lo mismo.

Isabel Ávila pertenece a la organización desde su implantación en Córdoba en 2009, aunque antes había conocido a la primera presidenta nacional, una mujer que falleció al poco pero que fue todo un ejemplo por su vitalidad y empuje. «Me gustó el ambiente positivo y de libertad que se respira en Redmadre», añade.

El objetivo no es otro que atender a las madres que deciden seguir adelante con su embarazo. Toda una defensa de la vida sin matices. Una ventana de esperanza frente a los 1.319 abortos que se realizaron en Córdoba el último año. En 2024 atendieron a 217 mujeres y este año esperan incrementar la cifra.

El perfil de las madres

La situación no es nada fácil para estas mujeres, ya que casi la mitad de ellas no cuentan con el necesario respaldo familiar y una de cada tres han visto cómo el padre del bebé se ha desentendido. A esto se suma una precariedad económica en la que alrededor de un tercio están en paro, la cifra de las que tienen un empleo estable no llega al 20 por ciento y el resto tienen trabajos esporádicos o reciben algún tipo de ayuda.

Además, la procedencia de estas mujeres responde a una geografía que en la capital es mayoritaria en el Polígono del Guadalquivir, Las Palmeras y Las Moreras, mientras que en la provincia se reparte por localidades como Puente Genil, Palma del Río, Montoro, Montilla o la barriada de Los Mochos en Almodóvar del Río, entre otras. Últimamente está creciendo la llegada de madres de otros países, fundamentalmente de habla hispana.

El primer contacto es la asistencia a una reunión donde se les explica lo que van a encontrar en Redmadre. Después viene la entrevista de acogida, que se considera fundamental, ya que a partir de ahí «no se sienten tan solas» y también se les personaliza la atención «porque cada caso es diferente». En estas organización encuentran formación amplia que va desde la nutrición y los cuidados del bebé y la economía doméstica a aquellas labores que les pueden servir para encontrar trabajo en un futuro, como puede ser costura, español, cocina o informática, entre otras. Además, este contacto hace que «se creen entre las madres redes de apoyo realmente bonitas».

El papel de la Iglesia Evangélica

Redmadre es una asociación aconfesional y buena prueba de ello es la estrecha colaboración que reciben de la Iglesia Evangélica. «Gracias a ellos no interrumpimos los cursos durante la pandemia», comenta la presidenta. Todo comenzó con la llegada como voluntaria de una chica de esta confesión y el grupo se ha ido ampliando con un nutrido grupo en el que no faltan monitoras de algunos de sus talleres.

Estos talleres se imparten los miércoles y los jueves por la tarde en unas dependencias de la Iglesia Evangélica. Gracias a un convenio con las Reales Escuelas de la Inmaculada, catequistas de este centro se encargan de una guardería para atender e, incluso, dar clases, a los niños mientras las madres se están formando.

La actividad en Redmadre es constante y todo sale adelante gracias a la colaboración tanto de los voluntarios como de las empresas que se implican y de las ayudas que recibe. Isabel Ávila afirma que «si tuviera que resumir este año en una palabra sería la de agradecimiento», porque «la gente es buena y tiene ganas de hacer cosas». Esto hace que la providencia actúe casi a diario y como ejemplo está «la enormidad de potitos» que han recibido hace poco del Colegio Salesianos.

El valioso apoyo exterior

En Redmadre están en constante evolución. recientemente han incorporado las actividades culturales así como la presencia de una integradora social que «detecta en los niños a aquellos que puedan necesitar atención temprana» y se derivan al especialista.

Cuentan con la colaboración de muchos colectivos, como los voluntarios de La Caixa, que enseñan a esas mujeres a elaborar un currículum, economía doméstica o productos bancarios. También colaboran hermandades, como las de la Caridad, Sentencia, Carmen de San Cayetano, Nazareno de Montemayor o Remedio de Ánimas, que les ha entregado el beneficio de la venta de pascueros.

Smurfit Kappa les apoya en la compra de juguetes y diverso material y la Asociación Familiar Alcorce les cede su sede para la celebración del tradicional mercadillo. Tampoco falta la colaboración del Banco de Alimentos, la de La Caixa, con la que han firmado un convenio de 4.000 euros, y de las instituciones. Con el Ayuntamiento de Córdoba mantienen una doble vía de colaboración: por una parte tienen un convenio, dotado con 20.000 euros para la compra de alimentos, material de higiene, ropa y enseres, y de otra uno de transformación social con el que se abona un porcentaje de la nómina de una trabajadora social y de una abogada.

La Navidad en Redmadre

La Navidad es un momento muy especial que en Redmadre se cuida con detalle. Por una parte están los conciertos de villancicos, que este año se ha celebrado por primera vez en San Lorenzo. Hoy, 27 de diciembre, tendrá lugar en la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza a cargo del coro Noches de mi Ribera y el día 2 de enero será en la parroquia de San Nicolás con la participación de los coros Alma Jóvenes de Santa Teresa, Amigos de San Lorenzo, Aromas de Poniente, y Luz y Camino de la iglesia de San Juan Pablo II.

Todo esto se completa con una celebración de los Reyes Magos que se llevará a cabo el 2 de enero en la iglesia de San Hipólito con la colaboración de la hermandad de la Buena Muerte. Se celebra por segundo año con la colaboración de Cooperación Internacional y Effetá, y en la misma alrededor de 120 niños recibirán el regalo que han pedido.