El rodadero de los lobosJesús Cabrera

Todo un pasado por descubrir

«La visita a la exposición ‘Cambio de era’ es la asignatura pendiente de los cordobeses, fundamentalmente, para los próximos meses»

Actualizada 23:33

Descubrir un periodo de tu pasado no es algo que ocurra todos los días y por eso hay que celebrarlo. Que encima ese pasado sea algo de lo que estar orgulloso, es lo más y hay que dar gracias. Esta es la sensación que deja la exposición ‘Cambio de era. Córdoba y el Mediterráneo’ después de visitar sus tres sedes. Más de 200 piezas seleccionadas provenientes de 70 prestigiosos museos e instituciones de Italia, Túnez, Portugal, Francia y España es algo que no se ve todos los días.
Si, encima, la puesta en escena, la museografía, es de primera, equiparable a las mejores exposiciones de los últimos años, se está de enhorabuena. También hay que festejar que la muestra no pasará al olvido cuando cierre sus puertas el 15 de marzo, sino que quedará viva, además de en el recuerdo de quienes la visitaron, en el catálogo que aportará de forma científica las novedades sobre este periodo y sobre las piezas expuestas y que también servirá para marcar el camino de la investigación futura.
La visita a la exposición ‘Cambio de era’ es la asignatura pendiente de los cordobeses, fundamentalmente, para los próximos meses. Cualquier visitante, venga de donde venga, será bienvenido, pero el público local tiene una oportunidad para descubrir lo que fue Córdoba durante nada menos que cuatro siglos sobre los que hasta ahora se pasa de puntillas cuando no se saltan olímpicamente. Eso de que son unos años oscuros, en los que no se sabe bien lo que pasó, quedará en el olvido, porque esta muestra nos ofrece todas las herramientas para defender con argumentos que Córdoba fue en el periodo tardo antiguo tan importante como lo fue durante la Colonia Patricia o durante el califato. Ni más ni menos.
Pues todo esto, siendo positivo, tremendamente positivo, tanto para la ciudad como para los cordobeses, parece que hay a quien no le gusta. Sí, los ofendiditos de turno han comenzado a hiperventilar antes de que la exposición abriera sus puertas y haciéndose honor a sí mismos ya han desplegado todo su catálogo de prejuicios en el que no merece la pena detenerse por su inconsistencia.
La comisaria de ‘Cambio de era’, Alexandra Chevarría, se ha dado cuenta. Esta profesora de la Universidad de Padua y que no titubea al afirmar que no es creyente, es la mayor garantía del trabajo bien hecho con la exposición y del rigor del mensaje que transmite. Esta seriedad científica es la que ha hecho confiar en ella por parte del Ayuntamiento por encima de cualquier otra consideración, con la garantía de que el Cabildo Catedral ya ha confiado en ella en otras ocasiones.
En el acto de inauguración, Chevarría explicó los pormenores de la muestra, con su estilo cargado de una rica gesticulación, pero dejó al final de sus palabras el mensaje que muchos no quería escuchar -sobre todo los concejales de PSOE, IU y Podemos, que no asistieron a la inauguración- al afirmar que «el cristianismo, nos guste o no, forma parte de nuestra cultura». Ahí queda.
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