Laissez faireAntonio Prieto Mahedero

La derecha, entre soberbia y complejos: toca mirar al sur

«Subirte al carro de la demonización de tu aliado natural no parece acertada estrategia»

Actualizada 08:45

Las encuestas iniciales sobre el resultado del centro derecha en las elecciones del pasado domingo apuntaban a 180 diputados para el bloque conservador. Es decir, 5 más que la mayoría absoluta.. Al final han sido 170 incluyendo los navarros. Esto es, 5 menos de los ansiados 175.
Un error de más menos el 3% daba o quitaba la gloria. Sin embargo, y a pesar de tan estrecho margen, la precampaña y campaña se orquestaron por políticos y medios del centro derecha como un paseo militar de Feijoó a la Moncloa. Luego se dispararon las locuras de anuncios demoscópicos en redes sociales, incluso rozando mayoría absoluta del PP.
Las encuestas son herramientas, no dogmas de fe. El resultado debería llamar a la reflexión serena y a tomar nota de los errores cometidos. Sin embargo, me temo que la soberbia y los complejos mandarán sobre la frialdad del análisis, como ha ocurrido en la acción política que nos trajo hasta aquí.
Subirte al carro de la demonización de tu aliado natural no parece acertada estrategia. No he visto ni oído a ningún político o periodista de izquierdas llamar comunista a la comunista Yolanda Díaz y sus políticas bolivarianas, ni separatistas herederos de ETA a los diputados de Bildu que quieren a Sánchez para romper el Estado español.
Pero, en el otro lado sí se tilda a VOX de extrema derecha por defender la unidad de España, el derecho a la vida o la presunción de inocencia en cualquier tipo de violencia. La que mejor entiende esto es Ayuso; a los resultados nos remitimos.
Vetar a medios de comunicación o periodistas conservadores ( ABC, Jiménez Losantos, etc ) pero acudir a entrevistas en El País, tampoco creo que ayude a Abascal para ganar amigos y quitarse los sambenitos que le cuelgan.
Seguramente, cada uno de los actores del centro derecha habrá actuado guiado por su mejor criterio. Sin embargo, se atisba demasiada soberbia, que ahora se vuelca culpando al otro, y excesivos complejos en estrategia y acciones entre quienes comparten un trozo del espacio electoral que es diverso y no cautivo de sigla alguna.
Como los datos son importantes es conveniente resaltar el resultado andaluz donde el centro derecha ha mejorado sus números en estas elecciones respecto a lo ocurrido hace cuatro años. El PP, con 25 diputados, y VOX con 9, superan en 7 escaños a los 21 del PSOE más los 6 de Sumar (En el 2019 el bloque conservador, incluyendo a CS, sacó 30 frente a los 31 diputados de la izquierda ). El ‘efecto Juanma’ no desgasta. Mejora en apoyos dotando al PP andaluz de una organización política cada vez más fuerte. Desde 2018 supo marcar distancia con VOX sin demonizar a su electorado, incluso ante las sacudidas desbocadas de Olona. En su última campaña de autonómicas le comió el terreno a los de Abascal en su principales áreas temáticas: mundo rural, defensa de la unidad de España, tradiciones y sentimientos populares. Acompañó más «lavantás» en la Sema Santa de 2022 que algunos colaboradores de La Voz, muchas con el Himno Nacional de fondo.
A veces, las mejores pócimas para los males las tenemos muy cerca. En Córdoba capital el entonces candidato, y hoy alcalde, José María Bellido, no sólo no demonizó a su «socio» a la derecha sino que le ejecutó un OPA sin complejos quitándole parte de los más aguerridos activistas, empezando por el propio coordinador de Vox en la capital: Julián Urbano. ¿Y eso le castigó electoralmente? Pues no, le dio mayoría absoluta al PP y VOX subió un concejal.
‘Matemáticas Bellido’ para Génova, ya.
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