Procesión del Rescatado

Procesión del RescatadoLuis Navarro Photography

Caótico Domingo de Ramos

La Esperanza, El Rescatado y el Huerto se quedaron en casa y el Amor y Vera Cruz en la Catedral

Valentía y prudencia contrastan en el inicio de la jornada del Domingo de Ramos. La alerta amarilla de lluvia hizo tomar la decisión de no salir en la hermandad del Rescatado, la Esperanza y en el Huerto. Estas tres cofradías decidieron no arriesgar y hacer caso a las previsiones. Sin embargo, tanto el Amor, como la Vera Cruz siguieron la estela de la hermandad de las Penas de Santiago, que fue la primera en tomar la decisión valiente de salir. Por la mañana, la hermandad de la Entrada Triunfal salió, pero recortó su recorrido. El parte meteorológico no falló y el agua detonó las ilusiones a las ocho de la tarde.
Las puertas de San Lorenzo cumplieron con la tradición, siendo la primera hermandad en tomar la calle en la Semana Santa de Córdoba. Nuestro Padre Jesús de los Reyes en su Entrada Triunfal en Jerusalén salió a la hora prevista, con elegancia y pureza. Y a su estela, Nuestra Señora de la Palma, que se mostró bella como siempre. Tras llegar a la Santa Iglesia Catedral y ante la previsión de lluvia, la cofradía aligeró el paso, recortando una hora en el camino de vuelta. Solo a la altura de San Andrés les llovió de forma leve, al igual que en la recogida en el templo.
Por la tarde, el Rescatado pidió una prórroga, para finalmente decidir que se quedaba en casa. Las lágrimas inundaron el Alpargate, las bandas regalaron una ofrenda musical en el cocherón, que permaneció abierto para que los fieles pidieran a sus titulares. Algo similar sucedió en San Andrés. Le hermandad de la Esperanza pidió tiempo para pensar, pero decidió quedarse en casa, ante las lágrimas y el desaliento de muchos de los hermanos.
Sin embargo, en Santiago apostaron por la valentía. La mirada al cielo les dio confianza. Salieron con mucha fuerza, seguridad y con varias petaladas regaladas. Hasta la Catedral, el camino fue ameno, con mucha gente apostada en las calles. Tras salvar la difícil salida en Agustín Moreno, la hermandad cogió camino hasta la Carrera Oficial, donde decidió acortar el recorrido de vuelta. Sobre las 20.15 de la tarde, la Cruz de guía estaba de vuelta en Santiago, acortando de forma significativa su recorrido.
También el Amor decidió ponerse en la calle. La luz tenue ni advertía ni aclaraba posible lluvia. Se puso en la calle. La mala noticia le llegó a la altura de Santa Teresa, donde le empezó a llover, mojándose desde allí y hasta la llegada a la Santa Iglesia Catedral. De igual modo, la Vera Cruz también se puso en la calle, recibiendo el agua en la Carrera Oficial.

La lluvia detuvo el día

El final de la jornada fue el más duro de todos para las hermandades. Si la hermandad de las Penas se mojó de vuelta, el Amor recibió agua en su camino hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se quedó tras las previsiones de mucha lluvia, como finalmente terminó pasando.
También la Vera Cruz se quedó en las naves catedralicias y eso que hizo el amago de regresar. Una fuerte tormenta detuvo al Señor de los Reyes bajo la puerta de Santa Catalina, pero la prudencia y el aguacero le hizo volver al interior.
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