La Sentencia estrena su salida desde la nueva casa de hermandad
Un Lunes Santo en el que la lluvia deja su huella
La Sentencia sale en procesión desde su nueva casa de hermandad
Aunque la lluvia ha sido premonición constante a lo largo de los últimos días, su materialización en el Domingo de Ramos supuso un golpe de realidad para los cofrades de dicha jornada, que vieron cómo el agua echaba por tierra las ilusiones propias y ajenas y los cortejos o se quedaron en el templo o volvieron de forma precipitada acortando los itinerarios.
La Merced
Este Lunes Santo, a diferencia de la jornada precedente, la cosa estaba clara a la hora de la salida de las dos primeras hermandades, lo que marcó el desarrollo de la jornada. Con escasos minutos de diferencia se ponían en la calle la Merced y la Estrella y en esos instantes era el cielo el que invitaba a quedarse en casa. Y así lo hicieron. En los primeros minutos, que es cuando afloran las emociones, la lluvia en la calle subrayaba la decisión tomada.
En la parroquia de San Antonio de Padua, y a puerta cerrada, se informaba a los hermanos de la decisión adoptada por la junta de gobierno y de que la estación de penitencia se sustituía por el rezo del Vía Crucis, como marcan sus normas en estos supuestos.
La Estrella
Casi al mismo tiempo, en otra zona de la ciudad, concretamente en la Huerta de la Reina, se vivían emociones similares. La decisión de quedarse en casa era la que se esperaba por todos, no había otra salida, pero también era la que no se quería escuchar. La evidencia tangible del agua y la progresiva madurez que se va adquiriendo en los cortejos nazarenos hace que la serenidad sea la reacción mayoritaria de quienes se van a quedar sin pisar la calle.
En este caso, se da la circunstancia añadida de que la hermandad de la Estrella tiene en su seno dos formaciones musicales: la agrupación musical de la Redención y la banda de música de la Estrella. Ambas entraron al templo y ofrecieron a puerta cerrada un ramillete de marchas dedicadas a sus titulares.
La Sentencia
Si para cualquier hermandad es difícil el momento de tomar la decisión de salir a la calle o no, en el caso de la hermandad de la Sentencia reunía este año una característica especial y es que este Lunes Santo era el primero en el que la procesión se ponía en la calle desde su nueva casa de hermandad en la calle Saravia.
La tarde declina y la lluvia se vuelve intermitente. Este dato junto con la posibilidad de un claro sobre las 20:00 hace albergar cierta esperanza a los hermanos de San Nicolas. A la hora de la salida del cortejo, las 18:25, anunciaron que habían solicitado una prórroga de media hora a la Agrupación de Cofradías y media hora después solicitaron otra, pero no se llegó a agotar el plazo, ya que al poco se informaba de que saldría la procesión camino de la Catedral para realizar su estación de penitencia.
Esto ocurrió a la 19:39, cuando la cruz de guía pisaba por primera vez la calle Saravia en medio de una gran expectación desde la nueva casa de hermandad de la Sentencia, que permite la salida de los pasos y de algunos tramos de nazarenos, mientras el resto del cortejo lo hace desde el lindante colegio de las Esclavas. En ese momento el cielo no amenazaba peligro alguno, lo que rubricaban los paraguas cerrados de quienes aguardaban este momento.
Esto hizo que el recorrido fuese muy acompañado por quienes desde la acera no se querían perder detalle alguno de la única procesión de la jornada, ya que en esos momentos eran tres las hermandades que habían suspendido sus respectivas salidas y aún no se conocía la decisión de la del Vía Crucis, que era la última de la jornada.
Ánimas
La alegría de los nazarenos de la Sentencia camino de la Catedral contrastaba en ese momento con la tristeza que se vivía en el interior de la parroquia de San Lorenzo, donde se informaba a los nazarenos de Ánimas de que el cortejo quedaría en el interior del templo. Allí, los pasos quedaron envueltos en las sombras que le son tan características y que cambiaron las de la calle por las de la parroquia.
El Vía Crucis
El retraso en su salida de la Sentencia hizo que el día quedara alterado a partir de ese momento. Aunque Ánimas decidió no procesional, se había dilatado el horario de llegada a la carrera oficial. Los nazarenos de San Nicolás se comprometieron a recortar media hora, que fue la que hizo que el Vía Crucis saliera de la Trinidad media hora más tarde de los previsto.
Un año más los tambores roncos se adentraron por el estrecho callejero de la Judería cordobesa, donde no faltaron las saetas ni los hogareños altares, que esta cofradía se propuso recuperar hace medio siglo como una tradición netamente cordobesa en estos días de la Semana Santa.
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