El paso de la Reina de los Ángeles por la calle Capitulares, entre paraguas

El paso de la Reina de los Ángeles por la calle Capitulares, entre paraguasLa Voz

Un Martes Santo que termina entre paraguas

El Císter regresa a Capuchinos bajo una fuerte lluvia

Se sabía de antemano que el Martes Santo iba a ser diferente a las jornadas precedentes. Si la previsión apuntaba lluvia, con mayor o menor intensidad, durante toda la semana lo cierto es no puede haber dos días exactamente iguales. El mejor ejemplo fue el del lunes, cuando el frente pasó sobre Córdoba precisamente cuando dos hermandades tenían prevista su salida. Después, tanto la Sentencia como el Vía Crucis disfrutaron de unas horas en las calle en las que no cayó ni una gota. Así de caprichoso es el tiempo.
En este Martes Santo, por su parte, la previsión señalaba la presencia de agua en la primera parte de la jornada, aunque, eso sí, con un porcentaje de probabilidad bajo, lo que hacía a estas cofradías respirar con algo más de tranquilidad y poder afrontar la estación de penitencia. Nadie imaginaba lo que iba a caer después.
Pero la Semana Santa cordobesa, con siglos de historia a sus espaldas, sabe dar un giro de guion como en la más reciente serie de cualquier plataforma. Media hora después de la salida en Capuchinos de la hermandad de la Sangre bajo un cielo tranquilizador las nubes y las precipitaciones hacían a la hermandad Universitaria suspender su cortejo procesional. Tras la decisión, los integrantes del mismo permanecieron en el interior de la iglesia del Juramento

La Agonía decide salir

Chispea en el Patio de los Naranjos a la salida de la Agonía y en ese momento arranca uno de los momentos inéditos en la Semana Santa. Todo estaba listo para la salida y cuando algunos pensaban que se iba a suspender la estación de penitencia, el diputado mayor de gobierno llama a la puerta para que el cortejo se ponga en marcha pero esas gotas de agua hicieron que todo quedase parado de momento y la Agrupación de Cofradías informó de esta hermandad «suspende» su salida. Para desconcierto de todo, al rato vuelven a ponerse en marcha los nazarenos y se dirigen a la puerta de Santa Catalina para dirigirse a la carrera oficial. «Información contradictoria», lo calificó la Agrupación.
Mientras, con el cielo cambiando a una velocidad de vértigo, que lo mismo hacía albergar esperanzas que las desbarataba al instante, el cortejo de la hermandad del Císter avanzaba por Carbonell y Morand, por Capitulares, por la calle de la Feria camino de la carrera oficial, ganando tiempo para ver si definitivamente desaparecía la inestabilidad meteorológica.
En San Andrés, los dos pasos de la hermandad del Buen Suceso se sumaban a lo que a esa altura de la tarde ya se veía como la tónica que iba a decidir la jornada. La precaución adoptada por la junta de gobierno, como siempre suele suceder, es aceptada por todos, aunque no sea lo que se desea escuchar en esos momentos.

El Prendimiento y la Agrupación

El mismo pensamiento tenían en ese momento los nazarenos de la Santa Faz y del Prendimiento, las dos últimas hermandades del Martes Santo en realizar su salida. Finalmente, la hermandad salesiana decidió suspender su salida procesional prevista para las 18:30. Minutos después explicaba en sus redes sociales que se quedaban en casa «ante la negativa de la Agrupación de Cofradías a concedernos medida hora extra y a la vista de las previsiones meteorológicas adversas en un corto plazo de tiempo».
No quedó ahí el asunto. El hermano mayor, Francisco Javier Martínez, y la presidenta de la Agrupación, Olga Caballero, cruzaron reproches desde dos medios de comunicación. Como recoge ABC Córdoba, el primero afirmaba que « a partir de mañana pues claro, habrá que tomar medidas al respecto», mientras que la segunda mantenía que se ha cumplido la normativa vigente al respecto, ya que «si pide media hora la primera hermandad, se le puede dar a todas las demás. Pero, si no la solicita la primera, no se le puede conceder a las demás».
El público se aglomeraba ante la cancela del patio del Colegio Salesianos para entrar a vez los pasos cuando la Santa Faz informaba de su suspensión, la cuarta de la jornada y que dejaba el Martes Santo con sólo dos procesiones en la calle. Lo mismo que ocurrió el Lunes Santo, cuando sólo salieron el Vía Crucis y la Sentencia.
Así, el numeroso público que en estos momentos se encontraba en las calles de Córdoba, pese a las bajas temperaturas que se registraban a la caída del sol, se tuvo que repartir entre el Císter y la Agonía. Como la tarde ya estaba alterada de por sí se cambiaron los turnos de acceso a la carrera oficial y la hermandad de la plaza de Capuchinos lo hizo en primer lugar, lo que motivó que los del barrio del Naranjo esperaran en la calle Cardenal González para llegar a la Puerta del Puente tras el paso de la Reina de los Ángeles.

El regreso del Císter

Una vez en la Catedral, ambas hermandades deciden quedarse allí. La cofradía de la Sangre valora el regreso a la plaza de Capuchinos y pocos minutos después de las 21:00 plantaron la cruz de guía en la puerta de las Palmas. Desde allí iniciaron un regreso por el itinerario previsto en el que el agua fue haciéndose más recia conforme avanzaban.
Los pasos llegaron a la calle Capitulares entre un mar de paraguas y el público aplaudía el esfuerzo de las cuadrillas que aligeraban el paso para llegar a casa cuanto antes. Las marchas quedaron para otro momento. Tras los titulares del Císter sólo se escuchaba el redoble del tambor para marcar el paso.
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