Varias personas fuman cannabis, en una imagen de archivo

Varias personas fuman cannabis, en una imagen de archivoDiego Radamés / Europa Press

Consumo de cannabis en jóvenes cordobeses: baja el número, aumenta la gravedad y fuman «porque está chulo»

Hablamos con un equipo de profesionales sobre el aumento del consumo diario, los problemas familiares y escolares derivados y los mitos alrededor de esta sustancia

Hoy en día, la marihuana o el cannabis forman parte de la esfera pública, política nacional e internacional, y, sobre todo, social. Los gobiernos europeos, como el alemán, han aprobado el consumo de esta sustancia de forma legal para su uso recreativo, las farmacéuticas luchan por las patentes de CBD y, mientras, el consumo de esta droga no aumenta, pero si hace mella en la población.
En Córdoba, según los datos recogidos en las últimas encuestas Estudes ( sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España) , la edad de inicio del consumo de sustancia comienza a partir de los 14-15 años. Tabaco, alcohol y cannabis, la primera droga ilegal de la lista, son el trio de productos más populares entre los más jóvenes.
El Equipo de Atención a menores, jóvenes y familias, enmarcado dentro del Área de Prevención de la Unidad de Adicciones del Instituto Provincial de Bienestar Social de la Diputación de Córdoba tiene, a fecha de 31 de diciembre de 2023, 148 usuarios menores activos que han sido atendidos por consumo de marihuana. Jóvenes que «van y vienen» y que acuden al centro por sanciones administrativas, fiscalía de menores o presión familiar.

«No hay un perfil»

Al preguntar por cómo son los jóvenes cordobeses que consumen cannabis, los educadores sociales del centro, Inmaculada León Ezqueta y Manuel Cazallo Muñoz, son contundentes « no hay un perfil. De hecho, quienes mas fuman porros no son los menores, la prevalencia de consumo está entre los 25-30 y los 65 años. Los adultos fuman más marihuana». Además, os invitan a romper con los patrones establecidos en la sociedad sobre los consumidores «no es verdad que sea el delincuente de barrio marginal, está en barrios muy normalizados y en estructuras familiares muy normalizadas».
Las razones que llevan a los menores a probar este tipo de droga son, según su ultimo taller, diversas: «porque está chulo, por probar, por probar con mi grupo ( el 99% empieza con sus amigos) , porque me gusta el sabor y porque me gusta cómo me pone». Algunos de ellos pueden «gastarse 40 euros a la semana en cannabis y otros nada porque fuman de los demás, de sus colegas o hermanos, como se llaman ahora», nos cuenta Inmaculada.

Aumento del consumo problemático

Hay que diferenciar entre el uso, abuso o adicción que hacen del cannabis. El uso supondría algo esporádico, controlado y recreativo, mientras que el abuso generaría ese tipo de problemas con el instituto porque «se tienen que salir al recreo a fumar, están moraos antes de ir a clase, le cogen dinero a su familia o trapichean». La dependencia o adicción, ya es considerado una enfermedad.
El consumo de marihuana entre los adolescentes de Córdoba no se ha visto aumentado, pero si los riesgos y problemas asociados al mismo. Ha ascendido la cantidad de porros diarios, a seis unidades, y las adversidades familiares y escolares.

Mitos y realidades

El cannabis es la droga ilegal más consumida por la población en general. ¿Los motivos? Esta normalizada entre la población, hay un gran número de referentes sociales y públicos que abiertamente señalan que son consumidores y «por la banalización. Se cree que el consumo no es perjudicial, que es inocuo porque tiene un halo de natural al proceder de una planta», explica Manuel.
El gran mito del cannabis terapéutico les hace creer y pensar que no es dañino «porque como a la madre de no sé quién se lo ha recetado el médico para los dolores o el cáncer, entonces no me puedes decir que es perjudicial», nos comenta Inma. Pero los expertos quieren dejar algo muy claro «no existe el cannabis terapéutico, existe el uso terapéutico del cannabis. Hay un tipo de cannabis modificado genéticamente que no tiene los efectos psicotrópicos que tiene otros derivados del cannabis». Por lo que el que los adolescentes cordobeses consumen no es el mismo que se destina a estos fines, la gran diferencia es que «el del uso terapéutico como esta manipulado no tiene el THC(Tetrahidrocannabinol) que es el responsable de toda la alteración psíquica».

Programa psicoeducativo

En esta unidad cuentan con un programa para la intervención psicoeducativa ante las sanciones de la Subdelegación del Gobierno por tenencia o consumo en la vía pública, de una duración mínima de tres meses, que acompaña a los jóvenes a través de un abordaje multidisciplinar: una intervención individual para conocer su perfil de consumo, entorno familiar, ocio, nivel formativo, entre otros, 4 sesiones para trabajar información sobre la sustancia, desmitificarla y conocer cuál es la motivación del consumo, así como una gestión emocional del mismo. Todo ello, junto a un equipo de educadores sociales y psicología.
En este programa no van a encontrar «algo represivo. De hecho, muchos jóvenes vienen aquí con esa creencia y luego ven el programa y se quedan». Las primeras entrevistas con estos chavales «son de una gran riqueza porque te dejan ver que hay más allá del consumo, un trasfondo familiar, porque les llama la atención o como algo pasajero».
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