Inicio del juicio a César Román Viruete, conocido como el 'Rey del Cachopo'

Inicio del juicio a César Román Viruete, conocido como el 'Rey del Cachopo'Tribunal Superior de Justicia de Madrid

Madrid

El 'Rey del Cachopo' reafirma su inocencia y la Fiscalía pide que se confirme la condena

César Román, condenado a quince años de cárcel por el homicidio de su pareja, denuncia haber sido víctima de «un juicio paralelo»

La fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) Margarita Pérez Blasco ha solicitado a la Sala de lo Civil y Penal que confirme la condena a 15 años de cárcel impuesta a César Román, apodado el 'Rey del Cachopo', por el homicidio de Heidi Paz Bulnes al defender el veredicto de culpabilidad que emitió el jurado popular y afirmar que «no hay duda de su culpabilidad».
El TSJM ha celebrado esta mañana la vista pública para deliberar sobre el recurso que interpuso Román contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que le condenó por vulneración de derechos fundamentales, entre ellos los derechos de presunción de inocencia e igualdad de armas.
En su recurso, el empresario denunció haber sido víctima de «un juicio paralelo» desde que comenzó la instrucción comparándose con el caso mediático de Dolores Vázquez. «Pero su caso ha sido mucho peor», ha subrayado la letrada de Román, Ana Isabel Peña, a su llegada a las dependencias judiciales del Alto Tribunal madrileño.
La abogada de César Román a su llegada al TSJM

La abogada de César Román a su llegada al TSJMEuropa Press

Román ha seguido la vista a través de videoconferencia desde la prisión de Soto del Real. Su presencia no es física dado que las dependencias judiciales del TSJM, ubicado en la calle General Castaños de la capital, no tienen calabozos.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid consideraron que los hechos juzgados constituían un delito de homicidio al haberse ocasionado con forma intencionada la muerte de la joven, a quien mató la madrugada del 5 de agosto de 2018 en el piso que había alquilado poco antes en la calle López Grass del distrito de Vallecas.
La Sala se sustentó en el testimonio que ofrecieron los investigadores del Grupo VI de Homicidios en el juicio, especialmente aquellos que relataron que el móvil de la víctima se halló en la vivienda en la que alquiló una habitación el condenado tras huir a Zaragoza, donde fue detenido dos meses después del crimen.
La sentencia señalaba que el descuartizamiento se produjo para encubrir su propia conducta homicida, por lo que el delito de homicidio lo absorbe y lo tiene como agravante para la pena en su grado máximo.
El torso de Heidi Paz se halló en el interior de una maleta que se localizó el 13 de agosto de 2018 en la nave que César alquiló poco antes para ubicar su sexta sidrería. La principal prueba de cargo en el juicio fueron las huellas con ADN del empresario localizadas en la maleta y en los botes de sosa cáustica empleados para rociar el cadáver.
Al final de la vista, Román ha querido explayarse de nuevo en su explicación, como ya hizo en el juicio durante más de una hora, indicando que se está formando desde prisión porque está estudiando la carrera de Derecho.
No ha tardado en frenarle el magistrado Celso Rodríguez al no tratar su derecho a la última palabra de «repasar de nuevo las pruebas». Tras ello, César Román ha criticado que el jurado se base en un informe de ADN «contra-ley» porque los forenses que lo realizaron no tenían la certificación para emitirlo.
«Se me acusa de un delito de homicidio pero no sabemos la causa de su muerte. Seis peritos no identificaron patologías de la muerte, por lo que no se establece la causa de etiología natural o violenta. Y si no lo sabemos, nos sabemos si existe un homicidio, una muerte natural o accidental. Hay una absoluta ausencia de pruebas que enerven mi presunción de inocencia», ha recalcado.

«Hay una absoluta ausencia de pruebas que enerven mi presunción de inocencia»

El acusado defendió en la vista oral que la que fuera su pareja bien estaba viva en Honduras o bien habría acabado con ella una supuesta banda organizada de 'vuelcos' de drogas, una tesis negada por los investigadores del Grupo VI de Homicidios.
La sentencia consideró probado que el crimen se cometió en la madrugada del 5 de agosto de 2018 después de que la chica acudiera al piso de César en Vallecas tras celebrar un cumpleaños con unos amigos.

Nuevo informe de ADN

Al inicio de la vista, la abogada ha tratado de aportar nueva documentación y pruebas, un intento al que se ha opuesto la fiscal y el tribunal presidido por el magistrado Celso Rodríguez, presidente del TSJM. Entre la documentación, quería incorporar lo que considera falso testimonio de nueve testigos en el juicio que pudieron estar influidos por la presión mediática que generó este caso.
La abogada ha solicitado la nulidad del juicio y de las actuaciones por vulneración de derechos de su cliente. Considera que las actuaciones deberían retrotraerse hasta el momento en que se realizó el informe de ADN a la víctima, ya que sigue manteniendo que el torso no era el de su pareja.
«Uno de los hechos del objeto del veredicto era si la víctima era Heidi Paz. En el juicio se planteó como dogma que ese cadáver era el de ella. No se debe admitir ni siquiera como indicio», ha aseverado la letrada recordando que en la vista varios testigos afirmaron que tenían las llaves de la nave en la que el 13 de agosto de 2018 se halló el torso de la chica.
También ha criticado que la Policía Científica no realizara un análisis de ADN correcto de una arandela de seguridad de uno de los botes de sosa cáustica usados en el crimen y que se halló en el interior del torso. Las huellas localizadas coincidían con el perfil genético de Román.
«Ninguna de las acusaciones tiene a día de hoy el dónde y cómo, el por qué y cuándo. Estamos como al principio. Todo se basa en que César pidió un taxi para llevar unos documentos y el día no tienen nada que ver con el golpe a esa persona. Hay una ausencia total de motivación en el relato de los hechos del jurado», ha censurado.
En su intervención, la fiscal ha subrayado que le sorprende que la letrada defensora haya «cuestionado todo», desde el inicio del procedimiento hasta el veredicto del jurado popular que llevó a la sentencia.
«Todo ha sido cuestionado. No se ha aportado documentación para complementar sus afirmaciones. La sentencia era clara y estaba bien motivada», ha aseverado. En esta línea, ha recalcado que pese a que «no hay prueba directa» contra el acusado sí hay «mucha incriminatoria».

«No hay duda de su culpabilidad»

Alexis Socias, abogado de la familia de la víctima, se ha adherido a lo manifestado por la fiscal y ha querido zanjar algunas cuestiones. Por ejemplo, ha dicho que no hay duda de que el ADN de César Román estaba en la maleta en la que se halló el torso de la joven hondureña, uno de los aspectos puestos en duda por Ana Isabel Peña.
«Y si no fue él, por qué cambió su imagen», ha recordado el abogado en alusión a la extensa barba que se dejó tras huir de Madrid y buscar refugio en Zaragoza, donde fue detenido dos meses después al ser reconocido por la dueña del restaurante donde trabajaba.
«César Román es culpable y así lo establecen las pruebas», ha finalizado. Tras ello, ha rogado a la Sala que entregue el cuerpo de la joven a su familia para que se le dé sepultura.

Vulneración de derechos

En su recurso, Román impugnó la sentencia por la presunta vulneración de los derechos fundamentales de presunción de inocencia, igualdad de armas y derecho de defensa, entre otros.
Criticaba su abogada que, tras el hallazgo de diversa documentación, que bien pudiera revelar datos sobre los movimientos de Heidi, «no se realizó ningún tipo de averiguación por parte de policía o por parte del juzgado instructor».
«Si se hubiera hecho alguna averiguación, quizás existiría la hipótesis de que Heidi viajó con ese pasaporte, o que utilizara la tarjeta VISA o el DNI de dos mujeres distintas. E incluso, se podrían haber analizado los movimientos realizados con las tarjetas de transporte encontradas», sostiene en el escrito de impugnación.
La letrada considera que este hecho vulnera los derechos fundamentales de su cliente, sino que «además denota claramente que la investigación tan sólo se dirigía a culpabilizar al mismo, y no a averiguar lo que había sucedido».
Respecto a Heidi, insistía en la idea de que la chica apareciera en unas fotografías junto a un arma «es indicativo de su presunta involucración en actividades delictivas, ya que nadie que no esté en este tipo de actividades ilícitas y que carezca de documentación legal en nuestro país, la tiene para recoger donativos de la Cruz Roza».
En el juicio, Román relaciona la que fuera su pareja con maras hondureñas y con una banda criminal de vuelcos de drogas, una tesis que negaron los investigadores y el propio tribunal en su resolución al no existir ni un dato sobre esta hipótesis.
Se quejaba igualmente de que las testificales aportadas en el juicio no fueron tomadas en cuenta, como la de un perito que insinuó que una de las huellas se podría haber manipulado por parte de la Policía, y denuncia que «el veredicto fue una reproducción exacta del escrito de conclusiones del ministerio fiscal».
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