Estatuas de Francisco Franco y Largo Caballero en Madrid

Estatuas de Francisco Franco y Largo Caballero en MadridEl Debate

Nuevos Ministerios, testigo de la retirada de la estatua de Franco y el 'homenaje' a Largo Caballero

Esta semana el Supremo anulaba la retirada de los nombres de Largo Caballero y Prieto de las calles de Madrid

El baile de nombres de calles y vías en Madrid se ha convertido en un tema polémico desde que a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, se le ocurriese esta iniciativa durante su mandato. Las peticiones ante la justicia para retirar nombre tanto franquistas como republicanas/comunistas han sido recíprocos, al igual que con las estatuas repartidas por la ciudad.

Este martes el Tribunal Supremo ha confirmado la nulidad del acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Madrid por el que se retiraba los nombres de la avenida Francisco Largo Caballero y del bulevar de Indalecio Prieto; además de las estatuas erigidas en Nuevos Ministerios en su memoria.

Este lugar de Madrid ha sido testigo un peculiar baile de estatuas y un relevo entre dos ideologías. Durante casi medio siglo la plaza de San Juan de la Cruz acogió una estatua ecuestre de Francisco Franco.

Su presencia se mantuvo intacta durante décadas de democracia, entre controversias, manifestaciones y silencio institucional. Pero en la madrugada del 17 de marzo de 2005, en una operación discreta y fuertemente vigilada, la estatua fue retirada.

La orden la dio el Ministerio de Fomento, entonces bajo la dirección de Magdalena Álvarez y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

En la actualidad, la estatua de Franco permanece en las dependencias de la Oficialía Mayor de ese Ministerio (ahora Transporte), tal y como ha podido saber El Debate. En cuanto a su estado de conservación, no se ha realizado ningún diagnóstico profesional por lo que su situación física es una incógnita.

Estatua ecuestre de Franco Franco en Nuevo Ministerios

Estatua ecuestre de Franco Franco en Nuevo Ministerios

La figura fue encargada al escultor valenciano José Capuz, uno de los artistas más destacados del franquismo. Fundida en bronce en 1956, la obra fue concebida inicialmente para coronar el Arco de la Victoria, en Moncloa.

Sin embargo, el propio Franco rechazó esa ubicación. Como alternativa, la Universidad Complutense de Madrid la cedió en 1959 al Ministerio de Vivienda, que la instaló en un pedestal frente al entonces Ministerio de Medio Ambiente, en la actual plaza de San Juan de la Cruz.

En este mismo enclave está la estatua de Largo Caballero. Esta se colocó en 1985, durante el periodo de Gobierno de Felipe González. Fue obra del escultor Pepe Noja. En 2020 la estatua del que fuera presidente del Gobierno en la República aparecía con pintadas de «Asesino» y «Rojos no».

Largo Caballero fue apodado el «Lenin español» por su perfil radical revolucionario hasta el propio Stalin tuvo que pedirle por carta «moderación» a Largo Caballero sugiriéndole la vía parlamentaria.

Además, en 1933 largo caballero afirmaba que: «si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución, tendremos que conquistarlo de otra manera». Su escultura permanece en Nuevos Ministerios y continuará.

La estatua del que fuera presidente del Gobierno en la República, el socialista Francisco Largo Caballero, ubicada en Nuevos Ministerios, vandalizada, en 2020

La estatua del que fuera presidente del Gobierno en la República, el socialista Francisco Largo CaballeroEuropa Press

Así lo ha dictado el Supremo después de que la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces y Vox presentaran varios recursos para retirar los nombres de la avenida Largo Caballero y del bulevar de Indalecio Prieto, así como la placa situada en la Plaza de Chamberí dedicada a Francisco Largo Caballero.

También se acordaba instar a la retirada de las estatuas erigidas en Nuevos Ministerios en su memoria, en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 15 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, de Memoria Histórica.

El Supremo ha anulado estos recursos y se mantendrán en las vías de la capital. En su argumentación, los magistrados señalan que la sentencia impugnada «se limita a decir que no advierte que relacionen la actuación de Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto Tuero con la exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil o de la represión de la Dictadura».

Los recurrentes aludían a la Ley de Memoria Histórica, concretamente al artículo 15, que hace mención a la exaltación de la sublevación militar de 1936, la Guerra Civil española o la posterior represión de la Dictadura.

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