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26 de abril de 2024

Dos vehículos de la Ertzaintza.

Dos vehículos de la Ertzaintza.Ertzaintza

País Vasco

La Ertzaintza no investigó la estafa del senegalés que cobró un millón en ayudas en el País Vasco a pesar de tener indicios

El ciudadano de origen senegalés usó 62 identidades falsas para lograr cobrar ayudas en nombre de personas que ni siquiera residían en el País Vasco

La Ertzaintza podía haber detenido la estafa del senegalés de 41 años que cobro ayudas por valor de un millón de euros haciendo uso de múltiples identidades. Un comisario de la policía autonómica descartó en diciembre poner en conocimiento de la Policía Nacional la falsificación de pasaportes mediante la cual se beneficiaba el estafador.
La noticia, adelantada por El Mundo, señalaba a un ciudadano senegalés acusado de cobrar una cuantiosa cantidad de ayudas a través de 62 identidades falsas y 22 pasaportes. Dichas identidades provenían de personas que no vivían en el País Vasco.
Ahora, el comisario de la Ertzaintza se perfila como una de las personas que podían haber impedido que el fraude continuase. Su función es ser el enlace entre la policía y el servicio vasco de empleo. En este sentido, recoge entre sus tareas la de detectar irregularidades en las oficinas de empleo.
El dato llama la atención, especialmente, después de que la vicelendakari, Idoia Mendia, asegurase que la responsabilidad recaía sobre la Policía Nacional por ser esta la encargada de los pasaportes. Sin embargo, parecía desconocer que el comisario de la Ertzaintza ordenó a mediados de diciembre a técnicos de Empleo que acudieran a una comisaría de Policía Nacional a denunciar que habían detectado tres pasaportes falsos, los documentos que usó el senegalés para lucrarse ilegalmente.

Documentos con erratas

El Servicio Vasco de Salud pidió al hombre senegalés que acudiese a una cita a la que no asistió. En realidad, la petición se realizó a una de las identidades con las que estafaba. Para justificar su ausencia presentó un documento por un presunto ingreso en un hospital de Bilbao. El escrito recogía fallos en la propia cabecera en la que se podía leer «Ungencia» en lugar de «Urgencias». Además, el documento no presentaba una fecha de salida de urgencias y únicamente reflejaba la de entrada.
El senegalés que ha sido puesto en libertad provisional llegó a utilizar 22 pasaportes y realizó empadronamientos ficticios en cuatro municipios de Vizcaya diferentes. La Policía le detuvo cuando volvía de Senegal y tras catorce años cobrando ayudas de manera fraudulenta.
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