Fundado en 1910

26 de abril de 2024

Hugo Ferdinand Bos

Hugo Ferdinand BosCreative Commons

Hugo Boss, el sastre de la guerra

La marca llegó a elaborar más de tres millones y medio de uniformes para las SS y para las juventudes hitlerianas

En la Alemania de antes de la Segunda Guerra Mundial gran parte de la sastrería y la costura estaba en manos de los judíos, al igual que fue así en París. Pero el joven Hugo Ferdinand Boss, que nació en Metzingen, parte del antiguo reino de Würtemberg en 1885, fundó su propia empresa textil para ayudar a su familia. Más tarde se convertiría, para bien y para mal, en el sastre oficial del Reich.
Tras practicar en cabeza ajena durante unos años, Hugo Boss creó su empresa de costura en Metzingen en 1923, para lo que necesitó asociarse a varias familias judías, especialistas en el gremio. Con un taller de más de 20 empleados, comenzó a elaborar ropa de trabajo para distintos gremios: correos, fábricas, ropa deportiva y uniformes de la policía.
Un hecho cambio radicalmente su suerte: en 1931 se afilió oficialmente al nacionalsocialismo, algo que tras la Gran Depresión en los años 30, salvó su negocio. Muchos talleres de judíos fueron sucesivamente desalojados y para 1943 ya se había convertido en el sastre favorito del Reich.
Infantería alemana durante la II Guerra Mundial con uniformes de Hugo Boss

Infantería alemana durante la II Guerra Mundial con uniformes de Hugo Bossagencias

Entonces comenzó a contratar a cientos de trabajadores forzados, en muchos casos mujeres judías de nacionalidad polaca o francesa que malvivían en condiciones infrahumanas pero sacaban adelante el trabajo impecablemente. Llegó Hugo Boss a elaborar más de tres millones y medio de uniformes para las SS y para las juventudes hitlerianas, ya que cada soldado contaba con varios atuendos.
Tras la guerra su empresa se hundió al quedar marcada por el sambenito del nazismo, pero continuaron su hijo y su yerno a operar con pocas personas en su entorno. Los nietos de Hugo Boss revitalizaron la marca a finales de los años 60, presentándola como una impecable sastrería perfecta para el hombre de negocios serio y moderno en Alemania. Y así, con sus perfumes y accesorios, crearon un pequeño imperio.
En los años 90 y 2000 sus colecciones se asemejaban peligrosamente a las de Gucci, pero a menor precio: prendas negras de buen corte que recordaban mucho a las de Tom Ford en la época.
Años después, comenzó a formar parte del Valentino Fashion Group, de la familia Marzotto, que vendió hace diez años el conglomerado al grupo inversor catarí Mayhoola. Curiosas historias de la moda.

Temas

Comentarios
tracking