Modelos de la firma Gucci
Las siete claves del épico momento de Gucci por Tom Ford
Ahora que Demna Gvasalia parece verse obligado a retomar la época del creador texano en la marca italiana, a buen seguro que recurrirá a alguna de estas estrategias
La era del Gucci de Tom Ford se suele considerar no solo la mejor época de la marca en su historia sino también un momento importante de cambio guiado por él en las grandes casas de moda. Ahora que Demna Gvasalia se enfrenta a la difícil tarea de revitalizar a Gucci, que pasa por un momento bajo, ha declarado claramente que su fuente de inspiración va a ser la era Ford.
Gwyneth Paltrow, vestida de Gucci
1. Encanto personal.
Después del Gucci de Tom Ford, ¿puede haber un Gucci? Eso nos preguntábamos los miembros del equipo ejecutivo de la casa florentina, viendo que le habían dado pasaporte a Tom y - casi peor aún- a Domenico De Sole, el presidente de grandioso y famoso Grupo Gucci, que insufló vida en viejas glorias de la moda. Sabiendo como sabíamos que Ford jamás se confundía, que tenía un gran olfato comercial y que, además, su atractivo personal le había convertido en el líder de la moda global entre estilistas, editoras de moda, vips y clientes, fue una puñalada al corazón quitarnos al «querido líder», como dirían en Corea del Norte. Demna Gvasalia no cuenta con ninguno de estos elementos o ventajas, o eso nos parece.
Tom Ford, diseñador
2. Revitalizar la marca. Cuando Domenico De Sole contrató a Tom Ford, comprador de ropa de mujer para Gucci USA, como director creativo de la marca globalmente, consiguieron que una empresa en bancarrota se convirtiera en una fuerza de la naturaleza, incluso en la marca más deseada del mundo, por encima de coches y bebidas refrescantes. Una hazaña nunca después repetida.
3. Estética potente: Minimalismo con una vuelta de tuerca sensual. Los diseños de Tom Ford -que ni dibuja, ni corta, ni cose, ni sabe de modisteo, como tampoco saben Ralph Lauren o Calvin Klein, entre muchos otros- llegaron con una fuerza inusitada. Sabía decidir siluetas y materiales, mezcla de colores y texturas, con gran aura y resultados. Sus colecciones, minimalistas con un toque sensual y a menudo, con un giro bohemio, reinaron en las pasarelas, las revistas y las calles en los años 90 y 2000.
Modelos de la firma Gucci
4. Calidad extrema. El mejor cashmere, la mejor sedería para los pañuelos, los mejores zapateros e incluso para hombre, Ermenegildo Zegna como fabricante de los trajes de chaqueta. Todo para no fallar en nada. Desde las bolsas de empaquetado a los cofrets de joyería, los zapatos de plataforma o las corbatas, todo impecable. Los muebles de las tiendas, diseñados ad hoc. Los jarrones y las flores, de inspiración exquisita, si bien breve y masculina. Top.
5. Actrices y cantantes en la alfombra roja. Desde Madonna a Jennifer López, de Charlize Theron a Gwyneth Paltrow, de Helena Christensen a Kate Moss, del esmoquin ajustado femenino a los juegos de camisas azules combinadas con el cabello rojizo, de las rigurosas y opulentas faldas de tubo de terciopelo a los vestidos con capa de la alfombra roja, todo el universo giraba entorno a Ford y se ofrecía para llevar su ropa sin cobrar.
6. Campañas provocativas. Tom coordinaba las campañas con Carine Roitfeld, muchos años directora de Vogue Francia y alma creativa tras el CR Fashion Book, una mujer creativa con fuerza y con un estilo relativamente parecido al de Gucci de Ford o al del Saint Laurent de Ford. Imágenes atrevidas, atuendos impecables, negro y blanco, siluetas bien delineadas. Y de vez en cuando, alguna salida de tono.
7. Creación de un verdadero legado histórico. Con un estilo entre conservador/clásico/minimalista y rompedor/revelador, Tom Ford supo aportar elegancia y poder sensual al guardarropa femenino en los 90 y los 2000, despejando las antiguas tradiciones de vestir cual gallina clueca en el despacho o para ir a cenar. Sencillez y sofisticación a la vez, el uso del negro y del marrón chocolate, la sastrería y los accesorios crearon un momento de cambio que duró más de una docena de años y transformó la moda femenina para siempre.
Ojalá Demna Gvasalia trate a la casa florentina con al menos la mitad del rigor y la elegancia que Ford, con una buena dosis de creatividad y respeto por el pasado.