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28 de marzo de 2024

Fortaleza de Concurbión

Fortaleza de Concubión en Coruña

Viajes

Ser el gobernador de tu propia fortaleza, otra forma de vida

Vivir como un rey, o mejor, vivir como un rey de la Edad Media, no es tan difícil

Comprar un castillo es algo relativamente caro visto los precios que tienen las viviendas en España. Con la enorme cantidad de castillos existentes en nuestro país –unos 20.000 en origen de los que quedan cerca de 10.200–, resulta relativamente fácil tener tu propio castillo. No es algo imposible. Los hay de casi todos los tamaños y precios.
Recientemente, una familia se ha hecho con la propiedad de un castillo de origen carlista en las afueras de Santander por cero euros. Esto es una anomalía, pero cierta.
Castillo santander

Castillo en Santander comprado por cero euros

Un millonario ruso ha comprado por 4 millones de euros el castillo de la familia Butron en Vizcaya en perfecto estado de conservación y uso.
Un castillo del siglo XIII de 1.050 m², con dos plantas y cuatro torres, situado en Gerona, se puede adquirir por 1,4 millones de euros. Y un castillo morisco del siglo XV con casi 970 m², con 9 dormitorios y 11 baños por 3,49 millones de euros. El castillo más caro en venta en España es el ofertado por los herederos del falangista José Garate que venden el castillo segoviano de Castilnovo por 15 millones de euros.
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Castillo Butron en Vizcaya

Si no se aspira a vivir como un rey siempre se puede encontrar una torre señorial que permite soñar con ser duque o marqués por cantidades incluso inferiores a los cincuenta mil euros. En el precio no van incluido los derechos de caza ni los de pernada. Charlton Heston, en El señor de la guerra, lo ejerció y estuvo a punto de costarle la vida y hacienda. Pero si lo que queremos es ser gobernadores de una fortaleza, las cosas cambian. El grupo de propietarios de fortalezas en España es un club extraordinariamente más reducido.
La mayoría de las grandes fortificaciones existentes en España se levantaron para proteger ciudades durante la Edad Moderna frente a los ataques de asaltantes dotados ya de importante artillería. Sus murallas no son tan altas como las medievales, no tienen torres sino baluartes y revellines, y el grosor de sus muros es mucho mayor que el de los castillos. La mayor parte de estas fortalezas estilo Vauban, o mejor llamarlas de Traza Española, son propiedad de ayuntamientos, del Ejército y la Armada y, en raras ocasiones, pertenecen al patrimonio de Estado.
En España solo existen cuatro fortalezas en manos de particulares. Tres ellas, de relativamente pequeño tamaño y levantadas en la costa para impedir los ataques de piratas y corsarios. Las tres, además, están en venta en la actualidad.
En el de Cabo de Higuer, encima de un roquero, a la entrada de la bahía de Fuenterrabía, mirando las playas de Hendaya, nos encontramos la primera. Fue mandada construir por Felipe II en 1598 con la misión de defender el puerto y plaza de Fuenterrabía. En 1755 el fuerte se reformó para convertirse en polvorín. En el siglo XIX perdió su uso militar pasando a ser una vivienda particular. Su estructura actual es la que se le dio en el siglo XVIII: muro perimetral, torres de vigilancia y dos naves en ángulo recto para delimitar su patio de armamento. El resto de sus elementos –torre, puertas de entrada y escudo, almenas y estancias subterráneas– no han cambiado desde siglo XVI. Por sus 536 m² construidos y 23.055 m² de terreno piden 5.500.000 euros.
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El playazo de Rodalquilar

La segunda fortaleza costera está situada en la ría de Concubión. Fue construida en 1714 bajo el reinado de Felipe V, el primer Borbón. El fuerte del Cardenal fue levantado para prevenir los ataques ingleses, perdiendo su importancia militar y cayendo en el abandono. En 1956 fue comprado por el padre de los actuales propietarios, un militar, que restauró el fuerte para devolverle su belleza y carácter militar. Con 700 m² habitables en una enorme parcela al borde del mar se puede comprar por 3.000.000 euros.
En el playazo de Rodalquilar, en Almería, hay una batería para cuatro cañones que vigila la costa entre Cerrico Romero y Cala San Pedro. Construida en 1764 por orden de Carlos III y diseñada por el ingeniero militar José Crame, costó en su día 200.000 reales de vellón. Su objetivo era proteger el pequeño puerto cercano al mirador de Los Alumbres próximo a unas minas de plomo y oro. La batería de San Ramón fue muy dañada durante la guerra de Independencia para luego ser ocupada, alternativamente, por personas sin refugio y por carabineros para la vigilancia de la costa, hasta que en 1875 fue vendida por el Estado por 1500 pesetas. Desde entonces hasta hoy está en manos particulares. Con una superficie de 740 m² se puede comprar por 3.300.000 euros.
La cuarta fortaleza, el Real Fuerte de la Concepción, que está en manos de particulares, nada tiene que ver con las anteriores. Es un enorme conjunto militar compuesto por ocho grandes edificios. Se construyó para albergar a un ejército en su interior con la misión de proteger la frontera española y amenazar a nuestros vecinos portugueses.
Real Fuente de la Concepción

Real Fuente de la Concepción

Entre 1730 y 1735, José Patiño, ministro de Felipe V, ordenó construir una línea de fortificaciones que contrarrestasen las plazas fuertes portuguesas de Olivenza, Elvas, Valença do Miño y, sobre todo, Almeida. El edificio más emblemático de este enorme proyecto era el Fuerte de la Concepción.
El 30 de noviembre de 1735 se encomienda al ingeniero militar Pedro Moreau el proyecto del que habrá de ser el Fuerte de la Concepción. Los trabajos comenzaron el 1 de mayo de 1736 para concluirse en 1758. A partir de 1737 también participó en la construcción del Fuerte Manuel de Lara Churriguera, será el autor de la decoración de la puerta principal, aunque el escudo se atribuye a su hermano José.
Esta gran fortaleza, erigida en medio del campo, en la frontera salmantina con Portugal, está en la actualidad restaurada, en manos particulares, y convertida en hotel. Si usted no quiere comprarse un exclusivo fuerte pero quiere sentirse, al menos por un rato, como su gobernador siempre le queda la opción de visitar y alojarse en el Fuerte de la Concepción. Está propuesto por la UNESCO para ser considerado Patrimonio de la Humanidad.
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