Castillo medieval de Alarcón sobre un meandro del río Júcar.

Castillo medieval de Alarcón sobre un meandro del río Júcar.Paradores

El Parador más pequeño de España que ocupa un increíble castillo medieval con más de trece siglos de historia

En lo alto de un meandro del río Júcar, a poco más de dos horas de Madrid, se levanta el castillo de Alarcón, una fortaleza milenaria convertida en el Parador más pequeño de España

No todos los Paradores son iguales. Algunos impresionan por su tamaño o por sus vistas al mar; otros, como el de Alarcón, por su historia y su atmósfera. En este rincón de Cuenca, apenas a 180 kilómetros de Madrid, el viajero puede dormir entre murallas que suman más de trece siglos de historia, en un castillo que fue árabe, después cristiano y hoy acoge uno de los alojamientos más singulares y exclusivos de la red.

El castillo de Alarcón se remonta al siglo VIII, cuando los musulmanes construyeron esta fortaleza

El castillo de Alarcón se asoma al río Júcar desde lo alto de una de sus hoces, el Pico de los Hidalgos, un promontorio rocoso que forma un profundo meandro a sus pies. Su origen se remonta al siglo VIII, cuando los musulmanes construyeron una fortaleza para controlar el paso natural hacia el interior de la Meseta. Reconquistado por Alfonso VIII en 1184, fue residencia de Don Juan Manuel, sobrino del rey y autor de El Conde Lucanor, quien dejó su huella en estas tierras.

Bien conservado

Castillo y ciudad fortificada de Alarcón.

Castillo y villa fortificada de Alarcón.Getty Images

El exterior del castillo, considerado como el mejor conservado de la provincia de Cuenca, está rodeado por sus tres líneas de muralla originales, que lo unen al resto de fortificaciones de la villa de Alarcón, y conserva el antiguo patio de armas, externo y amurallado, que hoy son los jardines y el aparcamiento del Parador. Hoy el castillo luce como un edificio gótico, salvo por su renacentista Torre del Homenaje, y está estructurado en torno a un pequeño patio interior con aljibe.

El Parador sólo tiene 14 habitaciones, la cifra más reducida de toda la red, que lo convierte en el más íntimo y tranquilo de España

Torre del Homenaje del castillo.

Torre del Homenaje del castillo.Getty Images

Entre los gruesos muros de piedra de este singular y milenario castillo el viajero descubre un coqueto Parador de solo 14 habitaciones (la cifra más reducida de toda la red), lo que lo convierte en el más íntimo y tranquilo de España. Inaugurado en 1966 por el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, sus estancias conservan el aire de sobriedad medieval, con arcos apuntados, artesonados de madera y tapices, pero sin renunciar al confort actual. Desde algunas ventanas se domina el valle del Júcar en una panorámica de las que no se olvidan fácilmente.

Pocos establecimientos pueden trasladar tanto al visitante a la época medieval como este

Pocos establecimientos pueden trasladar tanto al visitante a la época medieval como este. Todas sus dependencias internas han sido reconstruidas para adaptarlas a las necesidades del Parador, con una unión de estilos moderno y clásico en la que sus paredes, sus techos de piedra en las habitaciones, sus textiles y su decoración acentúan el carácter medieval.

La habitación 106

La habitación 106, la de Don Juan Manuel.

La habitación 106, la de Don Juan Manuel.Paradores

En la cima de la Torre del Homenaje del castillo se encuentra la habitación más especial de este Parador, la 106, dedicada al Infante Don Juan Manuel. La estancia destaca por su techo y su bóveda de medio punto que se eleva desde el suelo y que dota a la habitación de un ambiente mágico de fortaleza medieval. Su característica más personal, y que hace de ella una habitación única, es el acceso privado a la antigua almena vigía inferior de la Torre, desde la cual se puede disfrutar de las inmejorables vistas que este Parador obsequia a quien en ella se aloja.

La leyenda

Puerta de entrada al Parador

Puerta de entrada al Parador.Getty Images

Como buen castillo que se precie, el de Alarcón también tiene su leyenda referente a unas manchas rojas que se ven en algunas partes de la fortaleza. La leyenda dice que la hija del señor del castillo estaba enamorada de un joven de un pueblo cercano, pero el padre de la joven tenía otros planes para ella y les prohibió el matrimonio.

Las manchas rojas en las paredes del castillo se atribuyen a un origen sangriento

El joven, despechado, juró matar al padre y entró al castillo disfrazado para llevar a cabo su plan, pero fue descubierto justo antes de lograrlo y como castigo lo mataron. Luego mezclaron su sangre con la argamasa que se usaba para reparar las paredes del castillo y las manchas rojas que hoy se ven en algunas piedras de la Torre del Homenaje y otras partes de la fortaleza son los restos de la sangre del joven.

El restaurante

Restaurante del Parador de Alarcón.

Restaurante del Parador de Alarcón.Paradores

El restaurante del Parador rinde homenaje a la cocina manchega, con platos como el ajoarriero, el morteruelo o el cordero asado, servidos en un comedor que fue, siglos atrás, Sala de Armas. De día, merece la pena recorrer las callejuelas empedradas de Alarcón, declarado conjunto histórico-artístico, con iglesias románicas y murallas perfectamente conservadas. Y al atardecer, asomarse al mirador sobre la hoz del río, cuando el sol tiñe de oro las almenas del castillo.

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