Vista de Llerena (Badajoz) y su iglesia de Nuestra Señora de la Granada.

Vista de Llerena (Badajoz) y su iglesia de Nuestra Señora de la Granada.Turismo de Llerena

La «pequeña Atenas de Extremadura», el encanto de un pueblo que brilló en el Siglo de Oro

Esta poco conocida villa de la provincia de Badajoz fue un epicentro del saber, la cultura y el arte del Renacimiento español

En la provincia de Badajoz, alejada de las rutas turísticas más transitadas, se esconde una de las joyas más desconocidas de España, una localidad que es conocida como «la pequeña Atenas de Extremadura». Este apodo hace referencia a Llerena, y no es debido a que su esplendor coincidiera en el tiempo con la capital de Grecia, cuna de la democracia y la civilización, sino que este apodo se lo ha ganado por su rica historia, su gran patrimonio arquitectónico y el florecimiento cultural y artístico que experimentó durante los siglos XV al XVII, cuando fue sede del Tribunal de la Inquisición y atrajo a numerosos artistas y pensadores.

El florecimiento cultural y artístico que experimentó Llerena durante los siglos XV al XVII le ha valido el sobrenombre de «la pequeña Atenas de Extremadura»

Llerena es un destino más de España a descubrir que combina patrimonio, cultura e historia en perfecta armonía. Sus murallas medievales, sus iglesias de imponente arquitectura, como la de Nuestra Señora de la Granada, y su Plaza Mayor porticada son testigos de un luminoso pasado donde convivieron diferentes culturas.

Hogar de Francisco de Zurbarán

Monumento en Llerena al pintor barroco Francisco de Zurbarán.

Monumento en Llerena al pintor barroco Francisco de Zurbarán.Getty Images

Ubicada a tan solo una hora y media de Sevilla y poco más de una hora de Badajoz, Llerena alcanzó su máximo esplendor tras convertirse en sede de la Orden de Santiago, lo que atrajo a juristas, teólogos, literatos y artistas de todo el país. Su pujanza intelectual coincidió con la creación de escuelas de pensamiento y la instalación en la villa de instituciones clave, como el Tribunal de la Inquisición, que la situaron en el mapa político y cultural de la civilización hispánica.

Aquí vivió y trabajó durante más de una década Francisco de Zurbarán, maestro del Barroco español

Ese tiempo de efervescencia intelectual que vivió Llerena también fue propicio para el arte. Aquí vivió y trabajó durante más de una década Francisco de Zurbarán, maestro del Barroco español, que se instaló en Llerena tras completar su formación en Sevilla. Su estancia dejó una huella profunda en la vida cultural y religiosa de la localidad, que llegó a albergar algunos de sus encargos más notables.

Patrimonio y rincones con historia

Plaza Mayor y torre de la iglesia de Nuestra Señora de Granada en Llerena

Plaza Mayor y torre de la iglesia de Nuestra Señora de Granada en Llerena.Getty Images

Quien recorra hoy las calles de Llerena comprobará que conserva gran parte del esplendor de aquellos siglos dorados. El punto de partida ideal es la Plaza Mayor porticada, una de las más bellas de Extremadura, con sus soportales de ladrillo y el antiguo edificio del Cabildo presidiendo el conjunto. Muy cerca se alza la imponente Iglesia Mayor de Santiago, un templo de estilo gótico tardío hispano-flamenco que alberga frescos de principios del siglo XVI de gran calidad.

La iglesia de Nuestra Señora de la Granada combina los estilos mudéjar, gótico, renacentista, barroco y rococó

Otros espacios imprescindibles son la iglesia de Nuestra Señora de la Granada y el Convento de Santa Clara. La primera fue fundada por el maestre de la Orden de Santiago Garcí Fernández de Villagarcía entre 1385 y 1387 y este templo se define por la combinación de estilos mudéjar, gótico, renacentista, barroco y rococó. El convento, por su parte, acoge el Museo Histórico y Etnográfico, con piezas arqueológicas, artesanales y religiosas que ayudan a entender la evolución de la villa.

Vista cenital del Convento de Santa Clara.

Vista cenital del Convento de Santa Clara.llerena.org

También merece la pena acercarse al edificio que fue sede del Tribunal de la Inquisición, así como recorrer los restos de la antigua judería, testimonio de la importante comunidad sefardí que habitó Llerena antes de la expulsión. El paseo por las calles de Llerena es un continuo descubrimiento de patrimonio, sus calles revelan casas solariegas, escudos nobiliarios y portadas renacentistas que hablan de su pasado ilustre. Tampoco faltan vestigios medievales, como las murallas o el Hospital de San Juan de Dios, que recuerdan la importancia estratégica de la localidad también en esa época.

Rutas temáticas

Vista de Llerena desde la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada.

Vista de Llerena desde la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada.Turismo de Llerena

Además de su patrimonio monumental, Llerena ofrece al visitante rutas guiadas temáticas (incluida una sobre la Inquisición), visitas teatralizadas y recorridos nocturnos para descubrir sus rincones más secretos. La gastronomía es otro de sus atractivos: no hay que dejar pasar la oportunidad de probar las migas extremeñas, la caldereta de cordero o los vinos de la Campiña Sur extremeña. La villa también acoge eventos culturales y festivales a lo largo del año, entre ellos la Semana del Patrimonio o las jornadas dedicadas al Siglo de Oro.

Información práctica

Recinto amurallado de Llerena iluminado.

Recinto amurallado de Llerena iluminado.Turismo de Llerena

Llerena se encuentra a unos 115 km de Badajoz y a 130 km de Sevilla. Se puede llegar fácilmente en coche por la A-66 y la N-432, o en tren desde ambas ciudades con paradas diarias en la estación local. La oferta de alojamiento incluye pequeños hoteles con encanto, casas rurales y alojamientos tradicionales en el centro histórico. Destacan el Hotel Isur Llerena, la Hospedería Mirador de Llerena (en un palacio modernista) o el Hotel La Posada Llerena, todos a pocos pasos de la plaza. La primavera y el otoño son las mejores épocas para visitar Llerena, con temperaturas suaves y numerosas actividades culturales.

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