El nuevo hotel de lujo que cuesta, como mínimo, once mil euros a la semana

Huerto propio y cabina con nieve artificial, son dos de los planes que el cliente que aterrice en este nuevo enclave de ensueño puede disfrutar. Es un lugar de auténtico lujo, sin duda. No sólo por su precio, que también; sino por lo que ofrece. «No hay otro concepto similar en España», explica Tatiana Geue, la dircom del hotel que acaba de inaugurarse en Altea. En total, 40.000 metros cuadrados de superficie con vistas al mar. Un paraíso llamado ZEM Wellness Clinic Altea.

«Un lugar donde además de alojarse hay que recibir algún tipo de tratamiento sanador para alcanzar los 120 años de vida en plenitud, gracias a la cultura mediterránea», revela. Esa es la idea.

El recién inaugurado Zem Altea es un hotel, pero también es una clínica y un spa, un lugar preparado para quien desee -y pueda pagarlo- recibir los mejores tratamientos de bienestar posibles. Es, en realidad, un tres en uno de gran lujo ,con clientes muy vips llegados desde todo el mundo.

La discreción reina en el ambiente de este exclusivo universo de salud y bienestar, donde se combina la ciencia médica, con la sabiduría ancestral y tecnología más avanzada. Una alojamiento donde tratan de ayudar a los clientes para que aprendan a vivir más y mejor. «A llegar a los 120 años, dicen, en plenitud».

No sólo sus amplias y confortables 95 suites, también los alimentos cultivados en su propio huerto, forman parte de la experiencia de este nuevo espacio abierto a los huéspedes más afortunados que busquen un retiro para cargar pilas en un ambiente gran lujo. Lujo silencioso.

Planes

Frutas, verduras y hortalizas crecen añ sol mediterráneo en una extensión de más de siete hectáreas de agricultura ecológica. Una huerta que es la gran despensa que nutre a las cocinas. El cliente puede recolectar y puede también cocinar porque se organizan talleres de cocina privadas donde se aprende a mejorar los hábitos alimentarios. Los menús del chef son todos inspirados en la dieta Mediterránea y con ingredientes de temporada de la propia huerta de la Finca Althaya.

«La estancia aquí supone un enfoque holístico que integra la evidencia científica, la sabiduría milenaria, la dieta mediterránea y el conocimiento humano», señala Tatiana Geue.

Una de las experiencias que ofrecen al cliente, por ejemplo, es pasar frío dentro la cabina de nieve que está diseñada para sentir un contraste térmico inmediato después de tomar varias sesiones de calor en la sauna y mejorar la circulación de la sangre.

Es un espacio pensado, sobre todo, para combatir y eliminar el estrés y para alcanzar así una vida mejor y más longeva. Se trata de que los huéspedes puedan aprender a envejecer mejor. Una utopía sólo al alcance de los bolsillos más llenos.