Siempre seremos familia
La familia construyó el pasado, une el presente y será el centro del futuro; porque unida es invencible. Es el último reducto de libertad que nos queda
Esta ley de familias o de Diversidad Familiar es un regalo envenenado y planeado desde que Podemos llegó al poder en 2019. La mandó fabricar al organismo de la Unión Europea de Reformas Estructurales. Y lo hicieron fuera de España, a través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para darle prestigio europeo.
Y mientras tanto, en España iniciaron los pasos para evaluar la reacción social y política a la hora de «redefinir la familia».
Primero fue con el complemento por hijos en la pensión, que se logró aprobar porque tienen mayoría para hacerlo en el Congreso, en febrero de 2020. El primer ataque fue que a medida que aumenta el número de hijos, decrece el complemento por hijos en la pensión.
El segundo fue en 2022 con la derogación de uno de los artículos de la ley que protege a las familias numerosas. En concreto el artículo 9 donde teníamos una bonificación por contratar ayuda en casa. Con la excusa de mejorar las condiciones laborales de las empleadas de hogar, nos eliminan la bonificación y borran de un plumazo, de forma gratuita e injusta, dicho artículo. La indefensión es muy grave. ¿Qué seguridad tiene una ley de la que se pueden derogar partes sin consultar ni debatir ni tramitar legalmente? ¿Cómo se puede garantizar seguridad jurídica y legal cuando con un decretazo unilateral se eliminan leyes y normas?
Como ven, el precio por atacar a la familia numerosa ha sido bastante rentable, inician la tercera estocada, ya de muerte. La desaparición de la familia numerosa: el nombre, el concepto y la acreditación de lo que somos.
Pero el Estado solo puede proteger, promover y defender a la familia, y en este caso a la familia numerosa. Sin embargo, no tiene ninguna licencia para redefinir, deconstruir, trocear a la familia. ¡Y en nada menos que en 16 tipos de familia! No eliminar la esencia de las familias numerosas, borrándonos del mapa social y administrativo. Destruyendo la ley que nos protege y redefiniendo nuestra esencia con esta denominación: «Familias con especial dificultad o necesidad en la crianza de sus hijos».
Somos anteriores al Estado. Somos las células que conformamos la sociedad. No es el Estado el que conforma la sociedad. Así que, si este anteproyecto de ley sale adelante, tendremos que desobedecerla por ser una ley injusta, que vulnera la esencia de las familias numerosas y que de forma gratuita, abusiva y absurda nos elimina como si fueran el César levantando o bajando el pulgar.
Para enfrentarnos a esta ley hemos formado esta plataforma que presentamos: «Siempre seremos Familia».
El porqué de este nombre es para enfatizar que la familia es de siempre, de ayer y de hoy. Y que el paso del tiempo no cambia su esencia, su naturaleza. El concepto no varía. Si no, sería algo cambiante, mutable. Y la familia permanece.
La familia construyó el pasado, une el presente y será el centro del futuro; porque unida es invencible. Es el último reducto de libertad que nos queda.
Es el hábitat de las personas, el lugar ideal para nacer, crecer, desarrollarse. Y los hábitats no cambian. Sería algo forzado, artificial. Sin recorrido a largo plazo. En algún momento se torcerá. La naturaleza es muy cabezota.
Hemos llegado a un punto en el que ya no valen excusas para no defender el hogar familiar. Con esta ley de familias el Estado se arroga el derecho de intervenir en la familia desde dentro, trastocando su esencia, su naturaleza. Y eso es una intromisión en los hogares, en la familia, que no vamos a aceptar.
Y en concreto, con las familias numerosas, borrándonos de un plumazo como una realidad particular, una realidad que describe tener numerosos hijos. Dicho número garantiza el relevo generacional y más en estos tiempos de declive de la natalidad.
El principio de igualdad material que establece nuestra Constitución en el artículo 9, punto 2, introduce que el legislador cumpla con este artículo, legislando medidas correctoras para considerar y tratar de forma justa a las familias numerosas y no verse discriminadas frente a otras familias con menos hijos.
Para no cumplir con esto, se elimina el concepto de familia numerosa, según ellos arcaico y no conectado con los nuevos tiempos. Y lo más injusto, se amplía este principio de igualdad material a las familias creadas artificialmente en esta ley de familias. Y para que no quede en contradicción, nos suprimen.
Mejorar a unos despreciando a otros es absurdo o perverso. Podemos elegir y opinar sobre esto. En cualquier caso, es injusto y con claros síntomas de desprecio.
Por todo ello, nos reafirmamos en que, si esta ley sale adelante, tendremos que desobedecerla.
- María Menéndez de Zubillaga es presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid.
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