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Una madre en silla de ruedas es atendida por una voluntaria de la fundación MadrinaMadrina

3 de diciembre, Día Mundial de la Discapacidad

¿Puede ser madre una mujer con discapacidad? El «desafío inmenso» de las mujeres «invisibles» para el Estado

La falta de políticas de apoyo a la maternidad son especialmente discriminatorias para las mujeres con discapacidad, según denuncia la Fundación Madrina

En España viven casi 4,3 millones de personas con discapacidad, de las cuales más de 2,5 son mujeres. Las situaciones a las que se enfrentan para superar las barreras físicas sociales y emocionales con que se topan son tantas como personas afectadas por esta situación.

Sin embargo, hay un colectivo que resulta especialmente perjudicado por la falta de conciencia social –y administrativa–: las madres con discapacidad.

Aunque son numerosos los informes realizados por entidades públicas o privadas sobre maternidad y discapacidad, «la mitad de las mujeres encuestadas desconocía que tenía derecho a ser madre, y muchas, especialmente aquellas con discapacidad intelectual o del desarrollo, sufren presiones sociales que cuestionan su capacidad para criar, y carecen de información accesible sobre salud sexual, formación reproductiva y recursos de apoyo».

Es la denuncia que lanza la Fundación Madrina, especializada en atención a la maternidad vulnerable, con ocasión del Día internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra este 3 de diciembre.

Esta entidad, referente en la ayuda a las madres en riesgo de exclusión, denuncia que «decenas o incluso cientos de miles de mujeres con discapacidad en edad fértil, muchas de ellas madres o con deseo de serlo» son «invisibles» para la Administración y quedan fuera de los planes públicos de ayuda a la maternidad.

«Dicen que deberían quitarme a mis hijos»

«Las estadísticas oficiales apenas reflejan cuántas tienen hijos a cargo o requieren apoyos específicos para ejercer su maternidad en condiciones dignas, lo que evidencia una brecha de información que dificulta la creación de políticas públicas adecuadas», apuntan.

Desde la propia entidad, que atiende a diario a cientos de familias y de mujeres embarazadas o con hijos, se hacen eco del lamento de una madre con discapacidad a la que atendían en sus instalaciones: «Una madre con discapacidad nos decía: 'La gente dice que deberían quitarme a mis hijos, que no sé criarlos'. Es algo que refleja el profundo estigma que pesa sobre estas mujeres».

De hecho, una de las barreras más graves que, según Madrina, se encuentran las madres que tienen algún tipo de discapacidad o minusvalía, es la de «los estigmas y prejuicios sociales, que continúan cuestionando su derecho a la maternidad».

Sin viviendas accesibles ni recursos

Junto a esta dificultad añadida, destaca también «la falta de vivienda accesible, lo que hace casi imposible una convivencia digna y autónoma con sus hijos cuando existen dificultades de movilidad».

Dos escollos a los que se suma «la escasez de recursos de acogida que permitan la pernocta conjunta de madres e hijos, obligando en ocasiones a separaciones dolorosas por la ausencia de espacios adaptados».

«También existe una insuficiencia de apoyos técnicos y personales continuados, imprescindibles para tareas de cuidado, higiene o movilidad, y una desigualdad laboral y económica estructural que limita seriamente su acceso a vivienda, recursos y autonomía personal».

De hecho, desde Fundación Madrina señalan que «los datos más recientes muestran que el 44 % de las personas con discapacidad en edad laboral son mujeres, aunque sólo una parte muy reducida accede a empleo o ingresos estables, con una tasa de ocupación que apenas alcanza el 30 %, muy inferior a la media general».

Como concluye el presidente de la Fundación Madrina, Conrado Jiménez, «con todas estas barreras, sigue siendo un desafío inmenso para muchas madres con discapacidad ejercer la maternidad de manera digna, estable y sostenible».