El príncipe Guillermo y la princesa Máxima a su llegada en la Carroza Dorada en 2009.
Casas reales
El motivo por el que la Casa Real de Holanda ha dejado de utilizar una de sus icónicas carrozas
Guillermo de Orange ha renunciado, por ahora, a la berlina hasta que todo el país camine unido: «Podemos tratar de llegar a un acuerdo juntos»
El rey Guillermo de Orange ha anunciado que no volverá a usar la Carroza Dorada, 'Gouden Koets' en neerlandés y uno de los símbolos de la monarquía, hasta que «tomemos juntos este camino a la reconciliación». Tras un largo debate de si debía o no continuar circulando por las calles, el monarca ha dado el comunicado a todos sus compatriotas a través de un vídeo en Twitter. Este emblemático carruaje data de 1898 y fue un regalo que los vecinos de Ámsterdam realizaron a la reina Guillermina de los Países Bajos, con motivo de su investidura a sus 18 años -aunque hasta su boda en 1901 no la estrenó-. Desde entonces, los reyes holandeses han utilizado este transporte para acudir a eventos públicos, convirtiéndose en uno de los iconos de la Casa Real de Holanda.
La Carroza Dorada ensalzaba el pasado colonial del país. De hecho, en uno de los laterales de la misma se encuentran unas pinturas tituladas Tributo de las Colonias, en la que se muestran a personas negras y asiáticas arrodilladas frente a una joven blanca sentada en un trono -simbolizando la nación y haciendo alusión a la esclavitud de entonces-. Unas imágenes que han llevado a debate sobre qué hacer con el carruaje, por lo que el rey Guillermo ha destacado que no volverá a usarla hasta que se haya hecho «un profundo ejercicio colectivo que permita a todos los ciudadanos sentirse iguales, incluidos los descendientes de los que no fueron libres».
La reina Beatriz saliendo de la Carroza Dorada en el nuevo año Parlamentario 2011.
«Nuestra historia contiene mucho de lo que estar orgullosos. Al mismo tiempo, también proporciona materiales de aprendizaje para reconocer errores y evitarlos en el futuro», ha explicado el rey. Por el momento, este símbolo holandés dejará de lado la tradición de transportar a los monarcas en la inauguración del Parlamento cada año. «No podemos reescribir el pasado. Podemos tratar de llegar a un acuerdo juntos. Esto también se aplica al pasado colonial», ha dicho el rey Guillermo, asegurando que, si al final caminaban unidos en la senda de la «reconciliación», «el Carruaje Dorado podrá volver a viajar en el Día del Príncipe, en el que celebramos nuestra democracia y nuestro compromiso holandés».
Realizada en madera de teca y con un revestimiento en oro, la última vez que se usó fue en septiembre de 2015. En aquel entonces, fueron los reyes los que la utilizaron desfilando por el Prinjesdag, hasta que se retiró en ese mismo año para su restauración. A día de hoy, y una vez terminados los trabajos de remodelación -que han durado más años que su construcción-, el transporte se encuentra exhibiéndose en el Museo de Ámsterdam, a la espera de que este sea retirado el próximo mes de febrero. Ha sido este inminente fin de la exposición de la Carroza Dorada el que ha llevado al rey Guillermo a tomar una rápida decisión.
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