Doña Letizia heredó las ocho joyas de la Reina Sofía cuando Felipe VI fue proclamado Rey en junio de 2014
Casa Real
Las joyas de pasar: todas las piezas de Doña Sofía que heredó la Reina Letizia y lucirá la Princesa Leonor
La Reina Victoria Eugenia dejó en su testamento una colección privada convertida en legado de incalculable valor al pasar de Reina a Reina
El funeral de Constantino de Grecia estuvo marcado por el desfile de representantes de todas las Casas Reales europeas que quisieron mostrar sus respetos a la familia real griega. Entre ellos, no podían faltar los Reyes Felipe VI y Doña Letizia. Muestra una vez más de su incomparable elegancia, la monarca ha escogido un total look negro compuesto por un abrigo con talle a la cintura y falda de vuelo sobre el que destacaba el broche de La Peregrina, una de las ocho «joyas de pasar».
Este lote de joyas está compuesto por todas aquellas piezas que la Reina Victoria Eugenia recibió de la Infanta Isabel y su marido, el Rey Alfonso XVIII. Al final de su vida, se las legó a su hijo Juan, conde de Barcelona, con intención de que este, a su vez, se las dejase a Juan Carlos I y fueran utilizadas por todas las Reinas de España. Así lo estableció en su testamento:
«Las alhajas que recibí en usufructo del Rey Don Alfonso XIII y de la misma Infanta Isabel, que son: una diadema de brillantes con tres flores de lis, el collar de chatones más grande, el collar con treinta y siete perlas grandes, un broche de brillantes del cual cuelga una perla en forma de pera llamada La Peregrina, un par de pendientes con un brillante grueso y brillantes alrededor, dos pulseras iguales de brillantes, cuatro hilos de perlas grandes, un broche con una perla grande gris pálido rodeada de brillantes y del cual cuelga una perla en forma de pera, todas ellas, desearía, si es posible, se adjudicase a mi hijo Don Juan, rogando a este que las transmita a mi nieto Don Juan Carlos. El resto de mis alhajas, que se repartan entre mis dos hijas».
El legado de Ena, como se la conocía cariñosamente, pasó de la Reina Sofía a la Reina Letizia cuando esta ascendió al trono en junio de 2014 y está previsto que, como marca la tradición, ella se las legue a su hija, la Princesa Leonor, cuando sea proclamada Reina de España.
Diadema de diamantes con flores de lis
La Tiara Flor de Lis (o diadema de lises) es la más emblemática y significativa de la Casa Real, no solo porque esta flor es el emblema de la dinastía borbónica, sino porque refleja la tradición de la familia real española. Fue encargada a Ansorena por Alfonso XIII como regalo de boda a su mujer, la Reina Victoria Eugenia. Con 450 diamantes y diez perlas montadas en estructuras de platino que forman tres flores de lis rodeadas de enredaderas, está valorada en más de 50.000 €, lo que la convierte en una de las joyas más caras.
Curiosamente, Doña Sofía la lució por última vez el día de la despedida de Don Juan Carlos, momento en el que empezó la etapa de la Reina Letizia, quien como su suegra la ha llevado en actos muy señalados como la cena de gala en Buckingham en 2017 y la visita de Estado a Argentina.
La Reina Letizia en la cena ofrecida por el Presidente de Argentina con motivo de su visita de Estado
Collar de chatones
Este collar también fue un encargo a Ansorena de Alfonso XIII para entregárselo a la Reina Victoria Eugenia como regalo de bodas. Se formó a partir de 30 chatones –chatón significa en francés a la caja y es una forma en la que se engarza una piedra preciosa de forma que queda totalmente protegida a su alrededor– tallados en forma redonda, engastados a la rusa y montados en platino.
- Debe su origen a Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, en cuyo libro el Rey regalaba a su esposa todos los años dos brillantes similares a los del collar por el día de su cumpleaños y en alguna otra ocasión especial, como Navidad, para engarzarlos en este collar, que, poco a poco, adquiría enormes proporciones y permitieron lucirlo en un hilo que llegaba hasta la cintura, o también en dos largas vueltas. Con el cambio de modas, la propia Reina decidió dividir el collar en dos, uno más largo y otro más corto, al estilo gargantilla.
La Reina Letizia lo llevó en la cena de gala ofrecida al Presidente de Italia en 2021
Collar con treinta y siete perlas
Equiparable al collar de chatones por su simetría, el collar fue adquirido por Alfonso XII en San Petersburgo en 1877. Por aquel entonces, tenía 41 perlas, cuatro más de las que tiene ahora, ya que la Reina Victoria decidió prescindir de ella. Lo más destacado es que cierre está realizado con un broche compuesto por un diamante de talla esmeralda. Doña Letizia lo estrenó el 24 de octubre de 2018 para recibir en el palacio de Oriente al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, mientras que la Reina Sofía decidió llevarlo para la boda de su hija, la Infanta Elena.
Letizia en la recepción al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier
Broche de brillantes con La Peregrina
Está formada por dos perlas, una circular, orlada por doce brillantes, y otra con forma de pera, unidas por un diamante talla almohadilla. La Reina Letizia lo llevó por primera vez en la Fiesta Nacional del 12 de octubre del 2017. La perla de 55,95 quilates fue descubierta hace 500 años en el Caribe y se convirtió en el regalo que Felipe II le hizo a María Tudor, Reina consorte de España y Reina de Inglaterra e Irlanda. Después, pasó por las manos la Reina Victoria Eugenia, María de Borbón, la Reina Sofía hasta llegar a Doña Letizia, que al terminar su reinado se lo legará a su hija, la Princesa Leonor. Incluso, Liz Taylor hizo uso de ella cuando Richard Burton
La Reina Letizia lo ha llevado durante el funeral de Constantino de Grecia
Dos pulseras de brillantes
Las conocidas como pulseras gemelas son dos brazaletes idénticos que la Reina Victoria Eugenia encargó a Cartier a partir de una pequeña corona que, por cuestión del cambio en los gustos estéticos, encontró difícil de amoldar a sus peinados.
Inicialmente, contaba con una base hecha de esmeraldas, rubíes y diamantes. Solicitó que la desmontaran y fabricara dos pulseras idénticas de estilo art decó que se han convertido en una pieza atemporal y predilecta tanto de Doña Sofía como Doña Letizia encontró algo pasada de moda.
Doña Letizia las lleva juntas o por separado indistintamente
Pendientes con un brillante grueso
Estos pendientes formaban parte del collar de chatones citado que se iba agrandando con cada festejo. Cuando la Reina Victoria Eugenia decidió dividirlo en dos apartó dos chatones para convertirlos en los pendientes que lució la Infanta Cristina cuando se casó con Iñaki Urdangarin. Con un brillante grueso en el centro y brillantes alrededor, son utilizados a menudo por Doña Letizia en eventos formales acompañados de tiaras como en otros menos importantes.
Aunque suele decantarse por modelos sencillos, siempre que puede escoge estos pendientes
Broche con una perla grande gris pálido rodeada de brillantes
Se trata de un alfiler circular de perfil alveolado de oro con engaste de diamantes y una gran perla en el centro y otra perilla que perteneció a la infanta Isabel. Dado su diseño y fisonomía, a menudo, es confundido con La Peregrina. Podría haber sido parte de un alfiler de brillantes con dos perlas gruesas que perteneció a la hija de Isabel II de España y que, una vez estuvo en manos de la consorte de Alfonso XIII, sería modificado para darle la forma que todavía conserva.
Cuatro hilos de perlas grandes
Estas perlas de cuatro hilos podrían haber pertenecido a la Infanta Isabel, La Chata, primogénita de Isabel II. La condesa de Barcelona cuenta en sus memorias que repartió los cuatro hilos entre las mujeres de la familia, por lo que se conoce con exactitud cuáles son. Al describir esta pieza como «cuatro hilos de perlas grandes» y no como un único collar de cuatro filas bien podría referirse a cuatro collares independientes de un hilo, de un par doble, uno de tres filas y otro de una.
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