El príncipe Andrés, durante el acto en memoria del duque de Edimburgo el 29 de marzo de 2022
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El destierro definitivo al Príncipe Andrés: adiós a la habitación de Buckingham donde se reunía con sus amantes
En la suite del duque de York, conocida como Chamber Floor, también guardaba su colección de muñecos y osos de peluche
Al Príncipe Andrés ya no quieren verle en el Palacio de Buckingham ni en pintura. Repudiado, invisibilizado cada vez más y sin tareas de representación, el hermano de Carlos III vive a la sombra del resto de la familia real británica. Especialmente desde que hace un año la Reina Isabel II decidiese despojarle de todos sus títulos militares, su dignidad de Alteza Real y sus patrocinios reales tras hacerse pública su conexión con el caso de Jeffrey Epstein.
Ahora la Casa Real inglesa comunica públicamente que ya no se le permite hospedarse en la emblemática residencia oficial de Buckingham cuando se visite Londres. «Buckingham termina aquí» para Andrés. Así titula The Sun su artículo junto a una foto de la famosa verja y la puerta principal que da acceso al palacio. Tal y como recoge este mismo periódico, dados sus escándalos personales, tendrá que buscarse alternativas para pernoctar, siendo una de las opciones que más se barajan la del Palacio de Saint James.
Ubicado también en el centro de la capital inglesa, fue el lugar de residencia de Diana y Carlos hasta su divorcio en 1995 y por consiguiente la de Guillermo y Harry. Sin embargo, si por algo es conocido es por ser el lugar donde se proclaman los soberanos a Rey, por lo que sería un auténtico dardo envenenado de la Familia Real con uno de sus miembros más polémicos.
El hermano del actual monarca vive desde 2004 en The Royal Lodge, en Windsor Great Park, una gran mansión de campo con capilla privada ubicada a una hora en coche en Buckingham. Aunque es él quien la habita, en realidad sigue perteneciendo a la Corona. Llegó a un acuerdo de alquiler por 75 años por el que pagó en total un millón de libras.
También se hizo cargo con su dinero de las reformas necesarias puesto que la propiedad, en la que había vivido su abuela durante 70 años, no estaba en condiciones del todo habitables. Las obras, que costaron alrededor de 7,5 millones de libras, le permitirían recibir de nuevo el dinero en caso de que renunciase antes de tiempo a seguir viviendo allí.
Previamente, ya había tenido que mudar sus oficinas, en el marco de las renovaciones que se están realizando en Buckingham. Ahora que ni siquiera tiene cargos reales, parece que su carrera en la Corona está prácticamente acabada. «No es un miembro oficial de la familia real, el Rey lo ha dejado claro. Va por libre. El Rey ha dejado claro que el palacio de Buckingham no es lugar para el príncipe Andrés. Primero cerró su despacho el año pasado y ahora su dormitorio».
La suite de Andrés, conocida como Chamber Floor, no se trataba solo de un lugar para dormir. «A Andrés le encantaba tener una suite en el Palacio de Buckingham, donde no solo se instaló para su vida marital con Sarah Ferguson, sino que la utilizó como piso de soltero tras su divorcio para llevar a sus amantes. Era también el lugar en el que, después, depositó su colección de peluches y muñecos».
Un documental de la ITV desveló que el Príncipe Andrés exigía al personal de servicio del Palacio de Buckhigham que alineasen sus ositos de peluche en su cama de manera específica y los sermoneaba en caso de que encontrase alguno de sus juguetes en una posición distinta a la que él había exigido.
Esta supone ya la medida definitiva para borrarle, por completo, de la Familia Real. El pasado mes de noviembre se notificó que también iba a perder su protección policial. Tal y como informa The Sun, los guardaespaldas que trabajaban para él las 24 horas del día dejaron de hacerlo a mediados de diciembre, dejando al Príncipe desprotegido. Una medida drástica tomada desde Buckingham con la que Carlos III pretende ahorrar tres millones de libras (tres millones y medio de euros) a los contribuyentes.
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