Imagen de la detención de Rafael Amargo, Alicante
Rafael Amargo se defiende: «Se podían haber ahorrado la detención, ¿por qué tanta maldad?»
El bailarín se pronuncia tras su detención en Alicante a las puertas de AVE en un audio que puedes escuchar
Rafael Amargo está fastidiado. Se le nota en la nota de voz que me manda tras ver publicado el video de su detención. «Estoy dolorido», dice, «compungido con todo esto. Si tenías alguna duda después de dos años de una conducta impecable y haciendo una vida ínfima para poder subsistir y trabajar en lo mío, como lo estoy haciendo en restaurantes y sitios pequeñísimos para poder comer y estar mantenido por mis padres por el piso que vendí, pues que a tres meses me hagan esto».
Se refiere a la detención de Alicante: a la puertas del Ave. Se produjo el jueves, tres meses antes de que comience en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio en el que se sentará en el banquillo, acusado de un delito contra la salud pública (trafico de drogas) por el que el fiscal le pide nueve años de prisión.
En el momento de la detención «yo estaba ronco», continúa el artista, «no podía ni gritar. Otra vez como siempre (me detienen) antes de que empezara el espectáculo. Hombre, ¡qué casualidad! En Madrid también (le detuvieron) con Yerma para que se enterara más público (justo antes del estreno). Y aquí lo mismo. Antes de salir al escenario para que se quedara todo el mundo esperándome y que quedara yo otra vez como el imprudente, el malqueda».
«No tengo ni para comer»
El artista está preocupado por su imagen pública. «Esta detención que se podría haber ahorrado de esta manera y que no hacía falta ninguna esta detención. Porque yo estoy todos los días del 1 al 19 yendo a firmar donde se me dice». Lo cierto es que en su primera detención el juez de instrucción le impuso medidas cautelares: retirada de pasaporte para que no pudiera salir de España y firmar cada quince días en el juzgado.
«Yo estoy en casa de mis padres, localizable. Yo no estoy huyendo ni dándome a la fuga. De mi tienen, que ahora voy a denunciar, en mi GPS de mi teléfono me tienen haciendo seguimiento que saben en cualquier momento donde estoy que eso es ilícito. Eso es denunciable», denuncia. «¿Qué quieren? ¿Cargarse a mi padre? ¿A mi madre? Por qué tanta maldad? Si no van a encontrar nada. Nada más que una persona que esta tratando de sobrevivir y que consumo cuando puedo porque ahora no tengo ni para comer.».
«Necesito que me pongan escolta»
Rafael Amargo cree que tras esta nueva detención hay una mano negra. «A parte la detención en la que se basan es sobre una denuncia falsa. Esto es del apartamento que yo compré cuando vendí mi casa, que era alquiler con opción a compra. Cuando pasaron los seis meses de alquiler con opción a compra y tenía que dar la primera entrega grande como no la tenía y no me lo pude quedar, le dije que me lo quedaba solo en alquiler hasta que tuviera dinero para poderlo comprar. Y el tío ya me dijo que necesitaba el dinero y que me fuera. Como no me iba, pues como la gente es así de mísera, se basa en la miseria. Decía: "Si tú no te vas, ya verás que rápido voy a decir yo que te vas a salir de ahí. Voy a decir que estas vendiendo droga« Porque cuando uno tiene un problema, la gente te pincha y es así de mísera. Y así ha sido», explica.
El artista tiene miedo de que le vuelvan a detener: «A tres meses de un juicio (por tráfico de drogas), lo que necesito es alguien que me de un escolta, que alguien que esté a mi lado porque me la van a liar y ya me lo han dicho. Que tenga cuidado, que me están buscando. Ellos mismos porque tienen una obsesión. Porque ya es la segunda vez que me dejan libre sin cargos sin fianza y eso es lo que ellos no pueden permitir. Ellos quieren guerra y quieren verme pisoteado y salir por la puerta grande». Lo cierto es que Rafael Amargo sí tiene cargos en ambas causas, aunque habrá que esperar al juicio para ver si se concretan en condena o absolución. En la primera detención por tráfico de drogas y en la segunda por ese delito y por atentado contra la autoridad, aunque él asegura que el magullado, es él.
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