La heredera en los Premios Princesa de Asturias
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Pistas sobre el posible menú que se servirá en la fiesta de cumpleaños de la Princesa Leonor
Tras la jura de la Constitución, el Palacio de El Pardo será escenario de una cena privada para amigos y familiares
Siga la jura de la Constitución de la Princesa Leonor
Seguro que el Rey Felipe recuerda las cremas, los huevos encapotados, las natillas caseras y la mousse de chocolate que se comía en casa de sus abuelos los Condes de Barcelona. Eran los platos top de villa Giralda para las celebraciones. Ahora esas exquisiteces se han desprendido del azúcar, han prescindido de las natas y las grasas han mutado en aras de la sostenibilidad alimentaria.
Todos los españoles, cuando tenemos que celebrar fechas importantes y la mayoría de edad de la Heredera lo es, lo celebramos con ricas viandas. A la actual Familia Real les gustan las cosas muy sanas con poca grasa y que se pueda comer rápido y fácilmente. Y si hay que elegir son más de pescado que de carne.
Por ejemplo, en la cena que dieron en El Pardo, el día antes de la boda, sirvieron crema de espárragos blancos, rape con raviolis de menta y pato en escabeche con verduritas. Paco Roncero recuerda «que les ofrecimos cordero, pero lo cambiaron por pato» y es que el cordero, ya me lo dijo Doña Letizia en una ocasión, es una carne que no le hace gracia. Como la Reina Letizia es muy dada a las referencias, lo hace con la ropa y las joyas, sería bonito que ahora hiciera un guiño a ese primer menú con el que se inició la familia Borbón-Ortiz. Y por cierto, ese almuerzo oficial en el palacio de Oriente, con motivo de la mayoría de edad de la Heredera y su jura de la Constitución, será el primero al que asistan Leonor y Sofía.
Traje de cóctel y oscuro para El Pardo
Horas después de los actos oficiales y con menos protocolo, recibirán a la familia y a los amigos en la fiesta privada en el palacio de El Pardo. Allí no habrá cena formal, será un cóctel, el típico pica pica con música y muchos corrillos. A los invitados se les ha pedido que vistan traje de cóctel las damas y traje oscuro los caballeros. Y debe de ser una celebración de etiqueta sencilla porque tanto Lorenzo Caprile como Teresa Helbig, dos habituales de los mejores roperos de las damas de este país, me han adelantado que nadie les ha pedido que les diseñe un traje para esa fiesta privada en El Pardo y también he podido saber que a estas alturas algunos miembros de la familia no saben qué regalarle a la homenajeada.
A eso de las once de la noche, como haría la Cenicienta canaria, el abuelo de la Heredera, Don Juan Carlos pondrá rumbo a Inglaterra. Esa noche al menos no dormirá en suelo español y eso que los fotógrafos llevan una semana haciendo guardia en la casa de la Infanta Margarita, con la esperanza de que el Rey Juan Carlos aparezca por allí, pero eso parece ser que no ocurrirá.
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