Lara Alvarez, en la presentación de la nueva colección de Carmela
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Lara Álvarez, sobre su futuro: «Soy mi propia empresa, ahora decido yo»
Después de diez años en Mediaset, Lara Álvarez es libre para trazar un destino que pronto nos sorprenderá
Lara es asturiana, como la Reina Letizia «pero yo soy del 86 y de Gijón». Es una belleza al natural y no para de sonreír. Su voz es envolvente y pausada. Se nota que es feliz y su ilusión, cuando nos habla del futuro, de su familia y de sus valores, envuelve el salón en el que estamos.
La buena empatía de la periodista asturiana, ha sabido recogerla la marca murciana de zapatos y bolsos, Carmela, para lanzar su nueva colección y de paso romper su silencio desde el fin del contrato que la unía a Telecinco.
–¿Cuándo regresará?
–No tengo prisa porque tengo varias propuestas emocionantes para elegir. Además de la televisión, me estoy sorprendiendo porque tengo propuestas que no podría ni imaginar, como crear un concepto nuevo para mi y eso es emocionante. Poder elegir es un privilegio
–¿Ahora decide usted?
–Ahora soy yo la que decido qué hacer y dónde hacerlo. Y no tengo plazo, ni prisa. Me siento muy libre, que es una sensación maravillosa. Reapareceré cuando esté convencida porque se trata de una decisión muy importante en mi vida. No estoy atada a ninguna exclusividad, así que puedo compaginar varias. Tampoco soy un busto parlante, soy periodista de carrera y quiero dejar mi semilla en el camino.
–¿Ha nacido Lara Álvarez Sociedad Limitada, como la Cindy Crawford Inc o Isabel Preysler S.A?
–Sí, es algo que he ido construyendo con el tiempo. Ahora estoy apostando por mi propia empresa, que soy yo misma. Yo soy mi propia empresa, con mis valores propios. Soy Lara Álvarez S.L.
–¿Y las expectativas personales?
–Hay una satisfacción personal nueva, que llevo con mucha serenidad. Tengo una sensación nueva de éxito por apostar por mi misma. Ahora no tengo pareja, estoy muy tranquila así.
–¿Con 37 años está en el momento de formar su familia?
–Yo vengo de una familia muy unida, donde el amor es muy real y se construye a diario. Tenemos una base familiar muy potente; por eso no tengo prisa, no es cuestión de cantidad, sino de que llegue la persona y aún no ha llegado.
–¿Hay que besar mucho sapo hasta que llega el príncipe?
–No, no, no. He tenido mucha suerte con la gente maravillosa con la que he compartido mi vida. Simplemente cuando vas caminando, a veces el camino no es el mismo para los dos y hay que decirse adiós, pero todos me han dejado una lección importante en mi vida.
Yo vengo de una estructura familiar muy sólida y mi padre juega un papel tan importante en mi vida, que yo no tiro la toalla para que aparezca esa persona y así tener ese núcleo familiar del que yo vengo. Pero sino fuera así, sí tomaría la decisión de ser madre en solitario y cuando vea que puedo ser la mejor madre, con todas las condiciones que eso requiere.
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