Isabel Preysler, durante la presentación de My Cream
Isabel Preysler externaliza la gestión de su marca de cremas
En 2014, apostó por el mundo de la cosmética y fundó la marca 'My Cream' con una crema de día, un serum y un contorno de ojos
Que Isabel Presyler es mujer de muchos y diversos talentos es algo que nos ha demostrado sobradamente a lo largo de los años. Con la misma elegancia la podemos ver posando en los photocalls que lanzándose como otros famosos a la aventura de tener su propia serie. Aunque es una mujer exitosa, no siempre le han cuadrado los números en sus labores dentro del mundo empresarial.
Primero se lanzó al mundo de las telecomunicaciones en noviembre de 2000, con la creación de la empresa Tea Rose SL, que cerró su hoja registral en 2022 y donde la socialité figuraba como administradora desde el año 2001 hasta este 2023.
Años después, en 2014, se introdujo en el mundo de la cosmética y fundó Jacaranda Cosmética SL, junto a su hija Ana Boyer, que es la administradora única en el registro mercantil. Se trata de My Cream, una marca con productos de belleza diseñada para mujeres maduras y de la que la reina de corazones es imagen. Consta de tres productos que beben de propiedades antiedad. Isabel ofrecen en su web una crema de día, un serum y un contorno de ojos y otro de labios. Los precios son ajustados y van de los 44 a los 49 euros.
Ana Boyer
Pero desde su fichaje con Disney+, a partir de las pasadas Navidades, la socialité dio un giro radical a su cuenta de redes sociales lo que hacía presagiar que había tomado un nuevo rumbo. Pasó de estar centrada en su línea cosmética a aumentar la actividad de las internet de forma evidente, pero con contenido de índole personal, donde cuenta su día a día, hace promoción de sus apariciones en televisión o enseña con naturalidad que estilismo elegir para ir a cenar. Este curioso movimiento no le ha ido nada mal, pues tiene 107.000 seguidores y parece estar aflorando una nueva faceta como influencer.
Respecto a My Cream, lo cierto es que se tomaron una pausa y después intentaron reiniciar el proyecto en 2020, sin funcionar. La empresa acaba de actualizar sus estados financieros y reveló que se encuentra en mala situación financiera. Las socias se reunieron por última vez (Isabel Preysler posee el 80% de la empresa, mientras que su hija Ana Boyer tiene el 20% restante) en junio de 2023. Con ello se pretendía demostrar la mala situación financiera de la empresa. Los resultados no son positivos: pérdidas superiores a 100.000 euros y, según detallan, «en el año 2021 la sociedad solo logró facturar 690 euros». Ante el fracaso de estos datos, para encontrar una solución, según fuentes cercanas a Isabel, se ha externalizado la empresa contratando a un tercero especializado en esta actividad concreta.
Lo ha hecho por medio de una empresaria zaragozana, según reza el aviso legal de la página web de la marca (www.isabelpreysler.com): «La antedicha mercantil ha suscrito mandato mercantil de venta a favor de doña Consuelo Pablo Galindo, con domicilio en Calatayud (Zaragoza). En atención a dicho mandato, será la mandataria quien comercializará y concluirá, en su caso, las operaciones de venta que llegaran a acordarse».
Comentarios
