La mejor amiga de Ismael Beiro lo denuncia por estafarle más de 100.000 euros

Se llama Alicia y era, en pasado, amiga íntima de Ismael Beiro. Lo fue durante años hasta que la realidad le cruzó la cara. Cuenta Alicia en la querella que le ha puesto que eran tan cercanos que compartían «viajes, amistades y relaciones familiares. Era tal el nivel de cercanía que Beiro incluso convenció a mi representada para que le acompañara en su proyecto político de presentarse como candidato a la Alcaldía de la ciudad de Cádiz, aceptando ir de 2 en las listas electorales del partido Cádiz Sí».

Aquello fue un sonado fracaso. Pero lo importante en este caso no fue que el pueblo de Cádiz rechazase a Beiro como político, sino que durante todos esos años de amistad, Alicia vio cómo Ismael Beiro «siempre hacía alarde de sus contactos desde su paso por la televisión. Mantenía reuniones con conocidos empresarios, emprendiendo importantes negocios (apertura de establecimientos de diversa índole, operaciones inmobiliarias, organización de festivales... ), acudía a eventos con otros famosos, tenía a su servicio un chófer personal, adquirió un yate de recreo, participó en campañas publicitarias, realizaba vuelos constantes desde Madrid a Cádiz para ver a su familiares, organizaba fiestas para conocidos y amigos, viajaba con frecuencia por ocio a Ibiza...».

Al describir estos hechos, ¿qué busca demostrar Alicia, la querellante? «Que el estilo de vida de Ismael Beiro jamás hizo dudar a Alicia de que el Sr. Beiro disfrutaba de una situación financiera más que solvente», explica la querella. Una vez dibujado el contexto de la relación, Alicia describe en la querella cuáles son los hechos que denuncia.

Dice así el documento al que El Debate ha tenido acceso: «En septiembre de 2022, Alicia había vendido su vivienda en Cádiz, para adquirir otra que se adaptara mejor a las necesidades de su hijo (familia monoparental), que por tener un trastorno del espectro autista (TEA), pensaba que se desenvolvería mejor en una zona residencial, más tranquila y alejada el ajetreo propio del centro de una ciudad. Beiro, conocedor de que Alicia tenía disponible el importe de la reciente venta, en tanto no tuviera que hacer frente a los pagos para la adquisición de la nueva, la convenció para que invirtiera en un negocio inmobiliario en el que él ya había entrado, pero en el que necesitaba una mayor aportación, y que él en ese momento no tenía liquidez suficiente. Se comprometió a que la cantidad invertida le sería devuelta en el plazo máximo de un mes, y con una rentabilidad aproximada de 3 .000 euros».

Alicia le creyó, aunque «le insistió en el hecho de que ese dinero ahorrado era para la compra de la vivienda, teniendo un calendario de pagos que cumplir con la promotora inmobiliaria que gestionaba la venta de la que sería el nuevo hogar para su hijo. Sin embargo, y dada la confianza plena que tenía depositada en el Sr. Beiro, accedió a entregarle la suma de 100.000 euros, sin la firma de documento alguno, mediante transferencia a la cuenta bancaria que éste le indicó, y que le dijo era de titularidad de la empresa de su socio Juan Rubén Cascajo».

¿Qué pasó cuando se cumplió el plazo? Según la querella: «Pasado el mes de noviembre de 2022, Alicia le insiste al Sr. Beiro en que necesitaba recuperar su dinero, a lo que éste le contesta que hace falta algo más de tiempo para recuperar la inversión, pero que no se preocupara y que obtendría mayor rentabilidad. Él y su socio Juan Rubén le devolverían el dinero antes del mes de diciembre de 2022, fecha en que Alicia tenía que hacer frente a los primeros pagos con la promotora».

Solo le ha devuelto 14.600 €

Al final, y tras muchas otras vicisitudes, el dinero nunca le fue devuelto. «Alicia no ha cesado de 11amar insistentemente a ambos denunciados durante todo este tiempo, suplicándoles la devolución de las sumas entregadas, y tan sólo consiguió del Sr. Beiro que le hiciera algunos reintegros de diferentes importes por importe total de 5.200 euros. Y ha sido, tras la remisión de un correo anunciando el ejercicio de acciones judiciales, cuando le ha devuelto, mediante transferencias bancarias, unos 14.600 euros aproximadamente».

La jueza del juzgado de instrucción 3 de Cádiz ha admitido a trámite la querella contra Ismael Beiro y su socio. Alicia tiene la esperanza de que se haga justicia. Ismael, por su parte, lo niega todo. Asegura que el tal Rubén no era socio suyo, que solo les presentó, que él no le pidió dinero y que Alicia miente cuando afirma algo semejante. Su abogado ha solicitado el archivo de la causa, pero todavía no hay respuesta de la justicia.