La discreta vida del nieto más desconocido de Aznar y Ana Botella

Fue hace más de dos décadas cuando Ana Aznar, hija de José María Aznar y Ana Botella, se dio el «sí, quiero» con el empresario español Alejandro Agag. Lo hizo en una ceremonia en El Escorial a la que acudieron importantes rostros conocidos de diferentes ámbitos del país. La pareja no se ha separado desde entonces y han formado una familia numerosa de cuatro hijos que, a pesar de pertenecer a una conocida estirpe, siempre han preferido mantenerse en un discreto segundo plano. Hasta ahora, que el primogénito del matrimonio, Alejandro Agag Jr. ha debutado en sociedad de la mano de su abuela, Ana Botella.

Todo ocurrió el pasado 14 de mayo, cuando el joven acompañó a su abuela materna al Teatro Real de Madrid para disfrutar del estreno de la ópera Attila, una representación de la obra de Verdi en la que participan grandes rostros de la interpretación como Sondra Radvanovsky. Como no podía ser de otra manera, la reaparición de Alejandro Jr. ante los focos ha despertado un gran interés y expectación, ya que la última vez que apareció públicamente fue junto a su familia, llegando a la celebración del 70º cumpleaños de su abuelo, el ex presidente del Gobierno de España José María Aznar.

Alejandro nació el 4 de junio de 2004 en la Clínica del Rosario de Madrid, tan solo dos años después de que sus padres se casaran. Posteriormente, lo bautizaron en la Capilla de Nuestra Señora de Prado Largo, ubicada en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, aunque lo cierto es que buena parte de su infancia la pasó en Londres, donde Agag trabajaba como asesor de la presidencia del Banco Portugués de Negocios y su esposa terminaba sus estudios de Psicología. Cuando nacieron sus tres hermanos pequeños (Rodrigo, Pelayo y Alonso), regresaron a España, se instalaron en la exclusiva zona de El Viso y terminaron sus estudios en el Colegio Británico de la capital, ubicado en el complejo urbanístico de Somosaguas.

Por aquel entonces, su vida y la de sus padres parecía estar completamente asentada en Madrid, pero nada más lejos de la realidad. En 2022 decidieron dar un giro que cambiaría su rumbo por completo y se mudaron a Roma debido a una oportunidad laboral que le surgió a su madre. Y es que le ofrecieron un puesto, que no pudo rechazar, como profesora de Psicología en la John Cabot University, ubicada en el corazón de la Ciudad Eterna, donde han fijado su residencia y viven alejados del foco mediático desde entonces.

En cuanto a la vida personal de Alejandro, son escasos los datos que se conocen. A pesar de que ya ha cumplido la mayoría de edad (tiene 20 años), en las redes sociales mantiene sus perfiles en modo privado. De hecho, en Instagram se puede ver que su cuenta tan solo acumula 1.238 seguidores y que no tiene ninguna publicación.

La pequeña imagen de perfil es en blanco y negro y, en ella, aparece de espaldas subido a un camello con un gorro cuya sombra tapa buena parte de su rostro. Por otro lado, tampoco se sabe la trayectoria profesional por la que ha optado, ya que no se tiene constancia de si está estudiando una carrera universitaria y de cuál se trataría, de ser así.