La excelente relación entre Isabel Díaz Ayuso y Teresa Urquijo, más allá del protocolo

En la vida de José Luis Martínez-Almeida siempre han brillado las mujeres. Desde la figura irreemplazable de su madre, Ángela de Navasqüés —fallecida en 2019 y cuya memoria sigue marcando su vida personal—, hasta el apoyo constante de sus hermanas: Casilda, la mayor, que fue también madrina de su boda, y Ángela y Magdalena, presentes en los momentos clave del alcalde de Madrid. La reciente boda con Teresa Urquijo no solo consolidó un proyecto familiar, sino que añadió al círculo íntimo otra mujer de carácter, discreción y linaje. Pero si hay una figura femenina cuya presencia atraviesa con naturalidad tanto lo institucional como lo personal, esa es Isabel Díaz Ayuso.

Presidenta de la Comunidad de Madrid y con una agenda siempre intensa, Ayuso mantiene con Almeida una relación cercana, marcada por el afecto y la complicidad. Durante años compartieron la etiqueta de «solteros de oro» del PP madrileño. Se entendían bien, compartían actos y eran inseparables en lo público, generando rumores y sonrisas. Hoy, con Almeida a punto de convertirse en padre junto a Teresa Urquijo, la relación entre las dos mujeres más importantes en su vida no ha hecho más que reforzarse.

Una de las escenas más comentadas del fin de semana tuvo lugar en Las Ventas, durante una tarde de toros con Roca Rey como protagonista. Teresa Urquijo, embarazada de su primer hijo —un niño que se llamará Lucas y que nacerá en junio— coincidió en el tendido con Isabel Díaz Ayuso. Lo que podría haber sido un simple saludo de cortesía se convirtió en una imagen reveladora: se miraron, se sonrieron y se dieron un apretón de manos cargado de respeto y complicidad.

El momento culminó con un gesto lleno de simbolismo: Roca Rey brindó el toro a la presidenta madrileña con palabras que resonaron tanto en la plaza como en los titulares. «Te lo brindo por tu valentía como persona, pero también como mujer», dijo el diestro, en un reconocimiento que trascendía lo taurino.

La relación entre Teresa e Isabel se ha hecho visible en múltiples ocasiones. No solo en esta cita taurina, sino también en actos institucionales como la entrega de Medallas de la Ciudad, el Mutua Madrid Open o los premios Laureus, donde a menudo se las ve junto al alcalde, compartiendo conversación y sonrisas. Una cercanía que refleja el equilibrio entre lo privado y lo público en el entorno de Almeida, y que habla de afinidades más allá del protocolo.

Ayuso, por su parte, ha mostrado con humor su entusiasmo por la futura paternidad del alcalde. En la Feria del Libro de la cuesta del Moyano, que cumplía su centenario, le regaló entre risas La Biblia del Embarazo, con un mensaje tan divertido como afectuoso: «Prepárate, amigo». Solo desde la confianza verdadera se entienden ese tipo de gestos.

La complicidad entre ambas mujeres no necesita artificios. Teresa Urquijo prefiere mantenerse alejada del foco, pero no duda en acompañar a su marido cuando es importante. Ayuso, con su perfil fuerte y mediático, se mueve con naturalidad en todos los frentes. Y sin embargo, cuando coinciden, todo fluye.

Lejos de rivalidades o tensiones, su relación demuestra que dos mujeres fuertes, diferentes y complementarias pueden sostener con elegancia y afecto el entorno más cercano del político. Y que, mientras él se prepara para cambiar pañales, ellas ya han hecho buenas migas.