Santiago Segura desvela la cláusula más importante que obligan a firmar en 'MasterChef Celebrity'

Santiago Segura sabe lo que es callar… y lo que es que te lo impongan. El actor y director, célebre por la saga Torrente, participó en la tercera edición de MasterChef Celebrity y acaba de revelar uno de los secretos mejor guardados de la televisión: los concursantes firman un contrato de confidencialidad que les impone una multa muy alta de dinero si se les ocurre adelantar el nombre del ganador antes de que la final se emita.

La cláusula no es simbólica: todos los aspirantes deben firmarla antes de ponerse el delantal, con el objetivo de impedir filtraciones en un concurso que se graba con semanas o meses de antelación. En plena era de los spoilers virales, la productora blinda la información como si fuera una operación militar, manteniendo la expectación intacta hasta el último minuto. Segura lo vivió en 2018, cuando se coló entre los seis mejores de una edición que ganó Ona Carbonell. No llegó a la final, pero sí tuvo que esquivar durante semanas las preguntas insistentes de amigos, familiares y periodistas. «Si decía quién ganaba, 100.000 euros», recuerda con ironía.

También subraya que no es un capricho exclusivo de TVE: otros formatos grabados con antelación, como Tu cara me suena, aplican políticas similares. La confidencialidad es, según él, la única forma de preservar la sorpresa… aunque admite que fuera de los platós televisivos cada vez es más difícil contener las filtraciones. Y ahí es donde la polémica se le ha colado por la puerta.

Hace unos días, se filtraron en TikTok imágenes del rodaje de la esperada Torrente 6. En ellas se le ve, caracterizado como su personaje, dando un discurso desde un balcón adornado con una pancarta que reza «NOX», una evidente parodia del conocido partido político. El vídeo, grabado en la plaza de un pueblo, saltó de TikTok a X (antes Twitter) en cuestión de horas, desatando un aluvión de críticas y comentarios políticos. Entre ellos, el de un usuario que, sin contenerse, escribió: «Si esto es real y se está rodando una peli de Torrente Presidente, y con todo lo que estamos conociendo del PSOE (¡en el poder!), no se le ha ocurrido otra cosa que llamar NOX al partido… me parece de una indecencia y un servilismo difícilmente igualable».

La reacción de Segura no tardó: confirmó la autenticidad de las imágenes y aprovechó para recordar que, en España y en muchos otros países, grabar y difundir material de un rodaje sin permiso puede ser ilegal. «Dependerá de las circunstancias y de cómo esté protegido el rodaje», advirtió. Lo irónico es que quien en televisión estuvo dispuesto a pagar por guardar un secreto, ahora ha visto cómo un momento clave de su nueva película se escapa sin pasar por su filtro.

Entre el blindaje férreo de MasterChef Celebrity y la realidad de un rodaje expuesto al ojo indiscreto de un móvil, queda claro que los contratos de confidencialidad funcionan… hasta que aparece un espectador con cámara y conexión a internet. Y ahí ni 100.000 euros parecen suficientes para frenar la tormenta.