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Arturo Pérez-Reverte

Carlota, la mujer que ha marcado la vida y obra de Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte vuelve al campo de batalla literario con el regreso de su personaje más famoso: el capitán Alatriste. Han pasado casi quince años desde la última vez que lo vimos en acción, y ahora reaparece en Misión en París (Alfaguara), que ha llegado a las librerías este 3 de septiembre. La trama transcurre en la Francia del siglo XVII, con Richelieu moviendo los hilos, hugonotes y católicos enfrentados, y figuras ya conocidas como Quevedo, Íñigo Balboa o Sebastián Copons. Incluso aparecen los tres mosqueteros, lo que hace que el propio Reverte reconozca que vuelve a sentirse «en su salsa».

Pero si hay algo que destaca en sus novelas, más allá de la pólvora y los duelos a espada, es el lugar que ocupan las mujeres. El escritor lo ha dicho muchas veces: en sus historias, las protagonistas femeninas siempre tienen más peso y valor que los hombres. Y no es un recurso literario para quedar bien, sino un reflejo de su propia vida. Según él, muchas de esas mujeres nacen de recuerdos reales, de personas que ha conocido y admirado. «Las he llevado de mi vida a mi imaginación, y de mi imaginación a mis novelas», asegura. Por eso personajes como Julia, en El pintor de batallas, o Beatriz de la Vega, en la saga de Alatriste, tienen tanto de carne y hueso.

Su hija Carlota

Y hablando de mujeres que han marcado su vida, hay una que inevitablemente aparece en sus entrevistas: su hija, Carlota. Nació en 1983, fruto de su matrimonio con Blanca, a quien conoció en la universidad. De su exmujer apenas se sabe nada porque él siempre ha protegido su intimidad, pero de Carlota sí ha hablado en más de una ocasión, y con evidente orgullo. De hecho, ella ha sido fundamental, incluso, en la creación de Alatriste.

Carlota Pérez-Reverte

Y es que padre e hija firmaron juntos la primera novela del capitán en 1996, cuando ella apenas tenía 13 años. Él imaginaba batallas y personajes; ella buscaba mapas, documentación y lo anotaba todo a mano en un cuaderno que, según cuentan, todavía conserva el escritor. Años después, Carlota recordaba aquella experiencia como «un momento mágico y precioso», un juego literario en familia que acabaría convirtiéndose en uno de los grandes hitos de la literatura española contemporánea.

Con el tiempo, Carlota siguió su propio camino, aunque con un eco evidente de las dos pasiones que marcan el apellido Pérez-Reverte: el mar y las letras. Estudió Historia, se especializó en arqueología subacuática y hoy trabaja en Cartagena, tierra natal de su padre. «De niña ya jugaba a excavar en el jardín buscando tesoros, y bucear me pareció la experiencia más maravillosa», contaba en 2017. Pero además de arqueóloga, es dramaturga y guionista. Ha adaptado a Jardiel Poncela y Shakespeare, y sus obras se han representado con éxito en Madrid.

El orgullo de Arturo hacia ella se nota también en pequeños gestos. En 2020, sorprendió en Twitter con un mensaje muy poco propio de su fama de «hombre duro»: compartió la foto de un chico rodeado de perros y escribió «Quiero un yerno como éste». Un seguidor le preguntó qué opinaba su hija y él, con ironía, respondió: «Dice que sí, que quiere un novio como ese». Detrás del escritor polémico se asomaba, por una vez, un padre cómplice y divertido.

Al final, él mismo lo resume en una frase que repite a menudo: «Los grandes avances de un hombre en la comprensión del mundo pasan siempre por las mujeres».